Susana Hernando: 'El avance de las energías renovables hacia la descarbonización enfrenta desafíos'
Redacción Youtopía
El avance de las energías renovables hacia la descarbonización enfrenta una serie de desafíos. Uno de los principales obstáculos radica en los aspectos tecnológicos.
Para tener una perspectiva de lo que plantean esos retos y los efectos que ocasiona el cambio climático y la energía, Youtopía Ecuador entrevistó a la Dra. Susana Mª Hernando Castro. Ella es Directora del Máster Gestión Ambiental y Energética de las Organizaciones, de la Universidad Europea de Canarias.
Después de que el 2023 fuera el año caluroso jamás registrado, ¿qué se puede esperar del 2024? La temperatura alta no cede, como ha sido durante el primer trimestre.
Gracias al Servicio de Cambio Climático de Copernicus, realizado por Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo (CEPMMP), que actúa por cuenta de la Comisión Europea, tuvimos acceso, hace dos meses, a datos fiables sobre este asunto. Este informe realmente refleja unos datos muy preocupantes.
Se han supervisado varios indicadores climáticos clave a lo largo del año obteniendo resultados que batieron récords, como el mes más caluroso desde que hay registros o medias diarias de temperatura mundial, que superaron los niveles preindustriales en más de 2 °C, periodo de referencia preindustrial (1850-1900). Las temperaturas mundiales sin precedentes que se registraron a partir de junio convirtieron a 2023 en el año más caluroso, superando por un amplio margen a 2016, el anterior año más cálido registrado.
El informe anual de Copérnicus confirma que el 2023 ha sido sin duda el más cálido desde que se tienen registros, e incluso de los últimos 100 mil años. En principio cabía esperar que este año continuara la misma tendencia.
Dado este contexto, es razonable esperar que la tendencia de aumento de la temperatura global continúe en el futuro cercano. Principalmente si no solo nos fijamos en datos puntuales que pueden variar relativamente poco entre un año u otro, sino que nos fijamos en la tendencia de la gráfica que recoge de los últimos años este mismo informe.
En este sentido y aunque todas las tendencias apuntaban a un año anormalmente cálido, es posible que no sea tan exagerado como lo vivido en el año 2023. Sin embargo, la preocupación persiste sobre la dirección general del cambio climático, como lo demuestran las tendencias de los últimos años.
El año pasado, tanto naciones como empresas hicieron grandes promesas en la COP28, en Dubái. ¿Han servido para algo o habrá que esperar hasta la COP29 de este año en Azerbaiyán?
La Conferencia de las Partes (COP) es una reunión anual organizada por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), donde participan 196 países junto con la Unión Europea. Su principal función es examinar las comunicaciones nacionales y los inventarios de emisiones presentados por las Partes, para evaluar el impacto de las medidas adoptadas y el progreso hacia los objetivos de la Convención.
Desde su inicio en 1995 en Berlín, las COP sobre el cambio climático han sido convocadas en diversas ciudades del mundo, abarcando Europa, América, África y Asia. A lo largo de los años, estas reuniones han marcado hitos significativos en la lucha contra el cambio climático. Por ejemplo, la COP3 en Kioto en 1997 resultó en el histórico Protocolo de Kioto, el primer acuerdo legalmente vinculante para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Posteriormente, la COP21 celebrada en Francia en 2015 fue notable por la adopción del Acuerdo de París, un hito crucial en los esfuerzos globales para abordar el cambio climático. Estos eventos emblemáticos reflejan la evolución y la importancia creciente de la cooperación internacional en la lucha contra este desafío global.
Las conferencias se están celebrando anualmente, y a pesar de que pueda dar la sensación de insuficiencia y que hay que esperar siempre a la siguiente COP, para lograr esa sensación de obtención de logro, el hecho de que se celebre y se pueda avanzar cada vez más, siempre es algo positivo, aunque es poco probable que pensemos que es suficiente cualquiera de ellas. Lo importante es que, en cada una, se pone el foco hacia el problema que tenemos a nivel mundial.
En la COP28, más de 120 países se comprometieron a triplicar la cantidad de energías renovables y duplicar la cantidad de eficiencia energética en la próxima década. ¿Es posible?
El compromiso de triplicar la cantidad de energías renovables y duplicar la eficiencia energética en la próxima década es ambicioso pero alcanzable. En la COP28, más de 120 países se comprometieron a triplicar la cantidad de energías renovables y duplicar la cantidad de eficiencia energética en la próxima década. Este compromiso histórico refleja objetivos clave para alinear al mundo con la meta de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 °C por encima de los niveles preindustriales. Los países firmantes se han comprometido a trabajar juntos para aumentar la capacidad mundial de generación de energía renovable a al menos 11,000 GW para 2030 y a duplicar la tasa anual promedio global de mejoras en eficiencia energética.
Este esfuerzo conjunto es fundamental para abordar el cambio climático y acelerar la transición hacia un futuro energético sostenible y equitativo. Se requerirá un esfuerzo coordinado a nivel global, con inversiones significativas en tecnologías limpias y políticas que fomenten la transición hacia una matriz energética más sostenible. Además, será crucial el desarrollo e implementación de políticas y regulaciones que promuevan la adopción de energías renovables y la eficiencia energética a nivel nacional e internacional. Si se logra un compromiso firme y una acción concertada, es posible alcanzar estos objetivos y avanzar hacia un futuro más verde y sostenible.
Los países firmantes en la COP28 se han comprometido a trabajar juntos para aumentar la capacidad mundial de generación de energía renovable a al menos 11,000 GW para 2030 y a duplicar la tasa anual promedio global de mejoras en eficiencia energética”.
Susana Mª Hernando Castro
Si las energías renovables abren una luz de esperanza para contribuir a la descarbonización, ¿por qué su desarrollo aún tiene limitaciones?
El avance de las energías renovables hacia la descarbonización enfrenta una serie de desafíos y hacen que no sea un camino tan fácil. Uno de los principales obstáculos radica en los aspectos tecnológicos, como la intermitencia inherente a fuentes como la energía solar y eólica, así como la limitada capacidad de almacenamiento de energía. Estos desafíos tecnológicos exigen la búsqueda constante de soluciones innovadoras, que van desde el desarrollo de nuevas tecnologías de almacenamiento hasta la mejora de la eficiencia de las tecnologías existentes.
Además, los altos costos iniciales de inversión constituyen otro impedimento significativo para la adopción generalizada de energías renovables. Aunque los costos de estas tecnologías han disminuido considerablemente en las últimas décadas, todavía existen barreras económicas que dificultan su implementación a gran escala.
Además de los desafíos tecnológicos y económicos, las barreras regulatorias y políticas también juegan un papel crucial en la limitación del desarrollo de las energías renovables. La falta de políticas claras y consistentes, así como la resistencia de los intereses establecidos en la industria energética, pueden obstaculizar la expansión de las energías renovables.
Por lo tanto, es fundamental establecer marcos regulatorios sólidos que fomenten la inversión y la innovación en este sector. A pesar de estos desafíos, es importante destacar que el avance de las energías renovables está cobrando impulso en todo el mundo. Los avances tecnológicos continuos, la reducción de costos y el creciente apoyo político están allanando el camino para un mayor despliegue y aprovechamiento de las energías renovables a nivel global.
En Ecuador, por ejemplo, el país vive una crisis de suministro de energía y hay racionamientos. Sin embargo, el aprovechamiento de nuevas fuentes de energía renovable va a paso lento.
Desgraciadamente es un paso lento para todos los países, porque, aunque su implementación es tremendamente positiva en muchos aspectos, el principal problema para implementar nuevas fuentes de energía renovables es el coste asociado a la inversión que requiere. Por lo demás, tenemos claro que su implementación siempre es positiva, ya que reducir la dependencia de los combustibles fósiles siempre va a favorecer los pilares fundamentales de la sostenibilidad, el económico, el medioambiental y el social. Asegurando una gestión de recursos que no deja sin opciones a las futuras generaciones.
Ecuador es un país con un gran potencial de recursos naturales renovables, cuyo uso se debería ampliar en la producción de la energía. En un mundo cada vez más complejo y con necesidades cambiantes, es necesario seguir avanzando para liberar al máximo posible a los países de la dependencia de otros o de los recursos finitos, aunque sean propios, la combinación de las diferentes tecnologías favorece esa no dependencia.
Ecuador es un país con un gran potencial de recursos naturales renovables, cuyo uso se debería ampliar en la producción de la energía”.
Susana Mª Hernando Castro
La Agencia Internacional de Energía publicó un informe donde menciona que se puede alcanzar el objetivo de triplicar las energías renovables para 2030. ¿Es posible llegar a ese objetivo, tal y como está el mercado mundial?
Si forma parte de la estrategia que se busca, sí, no existe un impedimento más allá de querer establecer una meta de este tipo y si se ponen a disposición las políticas y los medios para llevarse a cabo. La tecnología existe, y ya tenemos la experiencia de países que ha apostado y ha crecido mucho en los últimos años.
No obstante, hay que seguir avanzando, la acumulación de la producción energética es lo que más dificultad puede suponer y donde más se está enfocando la investigación y la innovación. El hidrógeno verde, por ejemplo, se destaca como un aliado clave en la transición hacia la descarbonización y es una tecnología innovadora en el campo de las energías renovables. Pero esos avances, no impiden que ya tengamos la experiencia suficiente como para saber que ampliar esa red de producción energética, basada en renovables, supone una mejora no solo a largo plazo, si no que contribuye a una mejora inmediata para asegurar el suministro y el control del coste energético.
¿Cuál es el interés de los países europeos en financiar nuevos proyectos de energías fotovoltaicas, sobre todo en América Latina, y por qué?
Los países europeos muestran interés en financiar nuevos proyectos de energía fotovoltaica en América Latina debido a diversas razones. En primer lugar, la región latinoamericana cuenta con una gran cantidad de recursos solares, lo que la convierte en un lugar ideal para la generación de energía solar. Esto ofrece oportunidades para diversificar la matriz energética de los países latinoamericanos, reducir su dependencia de los combustibles fósiles y avanzar hacia la descarbonización.
Además, al respaldar proyectos de energía renovable en América Latina, los países europeos pueden cumplir con sus compromisos internacionales relacionados con el cambio climático y la sostenibilidad ambiental. Al invertir en energías limpias en otras partes del mundo, contribuyen a la reducción de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y promueven el desarrollo sostenible a nivel mundial. También es relevante el potencial económico que estos proyectos pueden desencadenar. La inversión en energía fotovoltaica en América Latina puede impulsar el crecimiento económico, generar empleo y fomentar la innovación tecnológica en la región. Además, la cooperación en el ámbito de las energías renovables fortalece los lazos comerciales y diplomáticos entre Europa y América Latina, generando beneficios para ambas regiones.
¿Qué país o región está haciendo una buena gestión en la promoción y desarrollo de las energías renovables, que pueda ser ejemplificador en tiempos de crisis climática?
No es el único, por suerte, muchos países tienen clara la necesidad de apostar por energías renovables, pero es destacable el caso de Dinamarca, que se posiciona como un ejemplo en la promoción y desarrollo de energías renovables, con planes ambiciosos para alcanzar casi el 100% de generación renovable para el año 2030. Según un informe de GlobalData, el país experimentará un crecimiento considerable en la generación de energía renovable, aumentando de 24,33 Teravatios-hora (TWh) en 2020 a 43,2 TWh para 2030, con un crecimiento anual del 5,9%. El gobierno danés desempeña un papel fundamental en esta transición, con el objetivo de lograr el 100% de energía verde en los sectores de energía y transporte para 2050.
Dinamarca sobresale en energía eólica, siendo líder mundial en esta área. Grandes empresas como Vestas y Siemens tienen presencia en el país, que cuenta con parques eólicos terrestres y marinos. Aunque los parques terrestres lideran en capacidad instalada, el gobierno está enfocado en expandir la capacidad eólica marina, esperándose que supere a la terrestre para 2029.
Además, Dinamarca se compromete a eliminar gradualmente las plantas de energía a base de carbón y petróleo para 2030, alineándose con sus objetivos en el Acuerdo Climático de París. Se espera un fuerte crecimiento en otras áreas renovables como la energía solar fotovoltaica y la generación de energía de biomasa. Empresas líderes en el país están invirtiendo en estas tecnologías, lo que refuerza el crecimiento del sector renovable en Dinamarca y sirve como modelo inspirador en la lucha contra la crisis climática a nivel global.
La política es una buena herramienta para que se pueda avanzar en la toma de decisiones a favor del clima. ¿Se puede esperar algo importante este año? ¿Hay elecciones en EE.UU. por ejemplo?
No es una buena herramienta, es una herramienta absolutamente necesaria. La política fija las estrategias de un país, y un país que no quiera quedarse atrás, necesita implementar soluciones que disminuyan el gasto energético y minimicen el impacto sobre sus recursos.
El problema de esperar algo importante es que, es poco probable que los cambios se vean reflejados de forma inmediata, y hasta hace poco, no existía una concienciación tan generalizada hacia la lucha del cambio climático, pero afortunadamente, eso ha cambiado. Y esto tiene algo bueno, las estrategias se fijan para lograr objetivos, un político, actualmente va a verse mucho más respaldado por la ciudadanía si plantea estrategias de desarrollo sostenible, hasta hace poco, no era así o no tenía porque serlo, pero cada vez, la sociedad demanda más luchar contra ese enemigo invisible.
Si hay que encontrar algo positivo en los datos que estamos obteniendo sobre el cambio climático, es que cada vez es más difícil que no preocupe a los ciudadanos y, por lo tanto, nuestros gestores políticos se pueden ver beneficiados por el implementar medidas que mejoren la situación. No podemos olvidar que EE.UU. es una gran potencia, pero esto es un problema global, aunque lógicamente, que las grandes potencias actúen en consecuencia va a ser muy importante, no deja de ser una parte dentro del todo. Las grandes potencias también tienen mucho que ganar si avanzan con objetivos y estrategias que minimicen el cambio climático.
Susana Hernando es Arquitecta, especializada en Construcción y Tecnología Arquitectónicas en el ámbito de la construcción industrializada y sostenible. Directora del Máster Universitario en Gestión Ambiental y Energética en las Organizaciones, de la Universidad Europea de Canarias.