Ecuador es pródigo en ríos, pero los infecta con aguas no tratadas
En 2023, la evacuación de agua residual no tratada en los ríos creció al 56,7%. Hoy es el Día Internacional de Acción por los Ríos.
La calidad del agua en las cuencas hidrográficas está determinada principalmente por factores naturales, como el tipo de suelo y la geología.
Sin embargo, las actividades humanas, la industria, la agricultura y la ganadería, así como el desarrollo urbanístico, son las fuentes predominantes de contaminación de los ríos.
El documento Estadística de Información Ambiental Económica en Gobiernos Autónomos Descentralizados Municipales 2023 (INEC, noviembre de 2024) muestra esa realidad en el Ecuador.
Ese año, con base en la información reportada por 221 municipios, el 56,7% de sitios de disposición final de agua residual no tratada fueron los ríos.
El agua residual no tratada es la que ha sido usada para actividades domésticas, industriales, agropecuarias, pero no ha sido sometida a un tratamiento de purificación antes de volver a ríos y quebradas
Además, el 35,8% se vertió en quebradas, y el porcentaje restante (7,5%) tuvo uno o varios sitios de disposición final en el mismo cantón.
Entre 2021 y 2023 se incrementó el porcentaje de disposición final de agua residual no tratada en los ríos, pasando del 52,8% al 56,7%.
En 2023, el 44% de las plantas de tratamiento de agua residual desfogaron el agua tratada en ríos, el 26% en quebradas, el 10,2% en suelos y el restante en otros sitios tales como acequias de riego, cajones de riego, canales, mar, entre otros.
Entre 2021 y 2023, según el INEC, se evidencia que menos plantas de tratamiento disponen el agua residual tratada en quebradas, pasando del 33,6% en 2021 al 26% en el 2023.
Tratamiento vs. contaminación
Ecuador está entre los países que cuentan con una alta cantidad de ríos por unidad de área y con importantes recursos hídricos en sus cauces, lagos y embalses.
La calidad del líquido que circula en ríos y quebradas es sumamente importante para que se cumpla el ciclo del agua y para las poblaciones que consumen agua no potabilizada.
Cuando no hay tratamiento de las aguas residuales, los ríos pueden ser afectados por coliformes fecales, detergentes, nitratos, fosfatos, aceites y grasas en cantidades no permitidas.
Es el caso del río Machángara, en Quito. Las aguas del río San Pedro también están contaminadas. Los dos fluyen hacia el Guayllabamba, tributario del Esmeraldas, que lleva los residuos hasta el Pacífico.
Las aguas residuales deben ser tratadas antes de ser devueltas a los ríos, pero es necesario contar con plantas adecuadas. En Quito funciona una que cubre a 90.000 de los 1,7 millones de habitantes.
La Planta Quitumbe inició hace cinco años la depuración de descargas de agua doméstica para devolverla descontaminada, señaló el Municipio, al recalcar que esa gestión es el último paso del ciclo integral del agua.
Se proyecta la construcción de 20 plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR) en la ciudad en los próximos años, con un costo de alrededor de USD 900 millones.
El río Guayas también está entre los más contaminados del país, debido a la gran cantidad de residuos industriales y domésticos que son vertidos en sus aguas.
Se espera que la planta de tratamiento Los Merinos sirva a más de un millón de habitantes desde noviembre de 2025. Está valorada en USD 165 millones y cuenta con financiamiento del Banco Mundial.
“El propósito es mejorar la calidad del agua residual que genera la ciudad, para luego enviarla hacia el río”, señaló Nela León, directora de la Unidad Ejecutora de Proyectos Multilaterales de la Emapag.
La ciudad pionera en Ecuador fue Cuenca. Etapa, empresa municipal, se encarga del manejo integral del agua que incluye una planta de tratamiento que está en funcionamiento desde noviembre de 1999.
En el país se registran 577 plantas de tratamiento de agua residual, distribuidas en 164 municipios. Pero la cobertura no necesariamente coincide con las áreas de gran concentración humana.
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Actividades contaminantes
A más de la contaminación de los ríos provocada por las actividades domésticas e industriales propias de las zonas pobladas, en Ecuador hay otros factores determinantes.
En la Amazonía, una de las razones de la contaminación es la actividad petrolera, a causa de los derrames y la rotura de oleoductos, como sucedió en el río Coca a consecuencia de la erosión regresiva.
La contaminación viene también de la minería ilegal, que usa químicos para sus actividades extractivas. Es el caso del río Payamino. Éste y el Coca vierten sus aguas en el río Napo, a la altura de El Coca, capital de Orellana.
Pero la contaminación por las actividades mineras sucede en otros ríos amazónicos y también en sitios con mayor manejo ambiental como el noroccidente de Pichincha.
Un reciente estudio halló metales pesados por actividades de minería ilegal en las muestras de agua y sedimentos de quebradas de Pacto y Gualea, así como de los ríos Toalí y Pishahi.
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Machángara, sujeto de derechos
El 21 de agosto de 2024, el Tribunal de Garantías Penales de Quito emitió por escrito la sentencia que reconoce al río Machángara como sujeto de derechos.
La resolución, tomada el 5 de julio del 2024, dispone al Municipio de Quito que realice una serie de acciones para lograr su descontaminación.
La resolución del Tribunal fue apelada por el Cabildo Metropolitano y el proceso está en manos de la Corte Provincial de Justicia.
Mientras se resuelve ese recurso, el Municipio ha impulsado mesas técnicas con colectivos sociales, para avanzar en el cumplimiento de la sentencia.
La sentencia contiene 27 medidas que se deben cumplir en el corto, mediano y largo plazo. "En 11 puntos de la sentencia hay un acuerdo, cinco podrían entrar en mediación y existen 11 puntos que son difíciles de concretarse", señaló el alcalde Pabel Muñoz, en una reunión cumplida el 8 de octubre del 2024.
En la investigación Análisis del Índice de Biodegradabilidad de la Materia Orgánica en el Agua del Río Machángara en la Ciudad de Quito se establece el grado de contaminación que existe en el río.
Una de las conclusiones dice: "se identificó un mayor nivel de contaminación en las zonas de La Recoleta y El Recreo (sur de Quito), en comparación con Las Cuadras y Nayón (norte), lo cual se atribuye a descargas directas de contaminantes provenientes de tuberías ilegales conectadas tanto a industrias como a domicilios".
