“La música en tiempos de violencia es un paliativo súper importante”
Sinfín cumple 15 años y desea compartir su modelo musical. Uno de sus logros es la enseñanza a niños con discapacidad.
En un medio musical rico como el lojano nació Sinfín en 2009, para formar a niños y jóvenes con el método del maestro Antonio Abreu, para quien la música es el camino para el mejoramiento social e intelectual.
El violinista Franklin Abad, su director, se entusiasma cuando explica el proyecto que generó la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) a partir de una larga trayectoria cultural y musical.
Cuatro años más tarde, la institución quedó a cargo de la Fundación para el Desarrollo Empresarial y Social (Fedes), de la UTPL. Hoy tiene un promedio anual de 200 alumnos.
Sinfín, argumenta Abad, nació para integrar cultura y personas; es el sistema venezolano adaptado a la realidad local. “No queríamos ser un Conservatorio sino promover la enseñanza musical con toque innovador”.
Uno de esos toques innovadores es que desde el inicio los alumnos tienen contacto con los instrumentos. Y otro es que se incluye a niños y jóvenes con distintos grados de discapacidad.
Abad recuerda los primeros trajines: empezaron en un colegio y, con el tiempo, fueron adquiriendo insumos y reforzando la metodología, hasta completar el Sistema Integrado Filarmónico Infanto Juvenil (Sinfín).
Tienen Iniciación Musical e Inclusión Educativa, Área Sinfónica y Área de Instrumentos Andinos y Canto Popular. Cuentan con orquestas infantil y juvenil y la Sinfónica, en la que participan docentes y estudiantes.
Quien aprende en Sinfín no obtendrá un título formal y cubrirá los tres niveles en “más o menos” tres o cuatro años. El horario también es flexible: dos horas “más o menos” en las tardes, y las matrículas siempre están abiertas.
Pero los resultados son realmente buenos, no solo “más o menos”. Porque si bien en Sinfín no hay evaluación formal, hay evaluación visual, el resultado se ve en la vida, dice Abad.
Una manera de medir el nivel de la enseñanza es que los ex alumnos acceden a las universidades con carreras de artes musicales como la San Francisco de Quito y la Laica de Cuenca. Otro destino es China.
Con Ucrania hay un intercambio abierto, señala Abad, quien cuenta que uno de los 10 cupos que abrió para 2024 la Filarmónica de Los Ángeles en el evento YOLA, es para Sinfín.
Música y niños con discapacidad
La primera parte de la educación de Sinfín es la Iniciación Musical e Inclusión Educativa con Enfoque Musical (NEE). Se dirige a niños de tres a cinco años y hay actividades lúdicas, dinámicas de grupo, coro y percusión en xilófono.
Los alumnos con discapacidad son importantes para la institución. En 2023, de los 205 alumnos inscritos, seis tienen síndrome de Down; otros tres tienen Trastorno de déficit de atención y uno síndrome de Klinefelter.
Uno de los alumnos tiene hemiplejía alternante de la infancia, otro trastorno de lenguaje y cuatro trastorno del espectro autista. Abad recuerda que también han tenido casos como el de una joven a quien se le fabricó una prótesis especial para tocar el violín.
Ese es un ejemplo del concepto de adaptabilidad que manejan para los niños con varias condiciones de discapacidad. A uno de ellos, por ejemplo, se le asegura la presencia constante de su profesor cuando toca el piano, explica Abad.
“El sueño que tenemos es compartir el modelo de Sinfín. La música en tiempos de violencia es un paliativo súper importante”, dice el director de Fedes, Roberto Beltrán, quien se entusiasma de que esté a punto de abrirse el coro para adultos mayores.
¿Cómo afectó la pandemia del covid las actividades de Sinfín? La respuesta de Beltrán y Abad no se hace esperar: la pandemia no la cerró sino que la impulsó y nos la arreglamos para seguir vigentes. Ahora se sienten sólidos y motivados.
Pronto lanzarán una campaña de donación de instrumentos, precisamente para seguir adelante con su tarea. Quienes quieran donar instrumentos en buen estado, pueden ver los detalles en las redes de Sinfín.
Sinfín es uno de los proyectos de Fedes, fundada en 2013 y adscrita a la UTPL. Otros son Prendho (Innovación y Emprendimiento), Edes (Escuela de Negocios) y CIMA (Innovación y Desarrollo para la Industria y la Minería).