Por Isabel Alarcón
Un nuevo tratado podría poner límites a las flotas pesqueras que cada año se acercan a los exteriores de Galápagos. Estos barcos, en su mayoría asiáticos, pescan libremente en esta zona porque no están dentro de la Zona Económica Exclusiva de Ecuador.
Toda el área del océano que se encuentra fuera de las aguas de cada país es conocida como altamar. Hasta ahora, esta zona, que abarca 3⁄4 partes del océano, no contaba con reglas claras para su protección.
Esto va a cambiar gracias a un acuerdo al que llegaron 193 países, incluido Ecuador. Este Tratado de Altamar es considerado histórico no solo para la conservación del océano, sino para la vida del planeta.
¿Qué implica este tratado?
Los aplausos invadieron la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, el 5 de marzo de 2023. Todos los asistentes celebraban que, tras casi 20 años de negociaciones, finalmente se había llegado a un acuerdo para proteger los mares internacionales o altamar.
“Es un punto de quiebre en temas de conservación de océanos”, dice Cristina Cely, directora de One Health Ecuador.
La altamar empieza a partir de las 200 millas, que se miden desde las costas de cada país. Este ocupa el 64% o 3/4 de los mares y solo el 1,2% de estos se encuentra protegido. Al ser aguas internacionales, o al no pertenecer a un país, ningún Estado ha tomado la responsabilidad de cuidarlas.
Esto ha dado paso a la sobreexplotación de los recursos, sobrepesca, falta de monitoreo y contaminación en toda esta zona que, si se toma en cuenta también la superficie terrestre, ocupa la mitad del planeta.
Maximiliano Bello, asesor de Políticas Oceánicas de Mission Blue, explica que este acuerdo permite tener las bases para crear áreas protegidas y obliga a los países a hacer estudios de impacto ambiental. También permite tener un marco para distribuir de una forma justa y equitativa aquellas ganancias que se produzcan por usar los elementos que se encuentran en altamar.
Otro punto importante de este tratado es que reconoce que los recursos genéticos que se descubran en esta zona son patrimonio de toda la humanidad.
Para Cely, es importante que China, Estados Unidos y el Reino Unido estén impulsando este acuerdo. Los países ahora tienen que ratificarlo para que entre en vigor y después tendrán que reunirse en una Conferencia de las Partes (COP), como las que ya existen para temas de cambio climático o biodiversidad, para definir los detalles.
Límites para la pesca legal y la minería submarina
Al establecer zonas de conservación o libres de captura, este tratado podrá limitar actividades como la pesca o las rutas de navegación. “Busca poner un freno o control real a las actividades de pesca de las mega flotas de altamar, como la china”, explica Cely.
Los especialistas sostienen que este acuerdo impacta de forma directa en América Latina, que es la región a la que cada año regresan las flotas extranjeras en busca de calamar. Aunque actualmente existen organismos como las organizaciones regionales de Ordenación Pesquera, estos solo cubren ciertas zonas y se ha argumentado que hay falta de monitoreo.
Por lo tanto, estos barcos pescan en un mismo sitio durante meses sin un control real. Con este tratado se podrán implementar patrullajes y mayor fiscalización, que estarán a cargo de los países que cuentan con más recursos y capacidades.
“Se genera una oportunidad para ponerle reglas a esos pocos que se han venido enriqueciendo de lo que pertenece a toda la humanidad y donde está anclado nuestro futuro”, dice Bello.
Estas embarcaciones cruzan todo el planeta para obtener los recursos que ya no encuentran en sus mares y lo hacen gracias a los subsidios de sus Estados. Estos últimos también se espera que se eliminen o reduzcan.
La minería submarina es otro tema que preocupa a los especialistas y que, gracias a este tratado, se podría controlar. Se teme que esta actividad genere impactos sobre todo en los grandes animales marinos, como las ballenas y los delfines, debido a las ondas y los sonidos que emite. Esto ocasionaría un desbalance en toda la vida en el mar.
Un tratado necesario para la meta 30×30
El Tratado de Altamar es indispensable para cumplir la meta que se fijó en diciembre del 2022 en Montreal, Canadá. Durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica (COP15), los países se comprometieron a proteger al menos el 30% de los océanos hasta el 2030.
Esta meta no se podrá alcanzar, si no se protegen áreas en altamar, ya que es la parte más grande del océano. El Marco Global de Biodiversidad, que se adoptó en Montreal, también establece que 30% de áreas degradadas sean restauradas para el año 2030.
Por otro lado, este tratado contribuye a las metas de cambio climático. Al absorber una tercera parte del dióxido de carbono (CO2) que producen los humanos, ayuda a detener el avance de este fenómeno.
Además, el 50% del oxígeno que respiran las personas se produce en los mares. Es decir, una de cada dos inhalaciones de aire proviene del océano.
Según la Organización Naciones Unidas (ONU), más de 3 000 millones de personas dependen de los mares para obtener su principal fuente de proteína y son el hogar de 200 000 especies marinas identificadas, pero se cree que hay millones que aún no han sido descubiertas.
Otros acuerdos enfocados en la conservación
Durante la conferencia Our Ocean, que se llevó a cabo la primera semana de marzo en Panamá, este país anunció la creación de una nueva área protegida. Con esta decisión, cuidará el 54,33% o más de la mitad de su océano. Es decir, es el país en América con mayor porcentaje de aguas protegidas.
Para Bello, “ese es el tipo de ambición y de noticias que necesitamos, para las crisis que vivimos hoy día”.
Ecuador también anunció que toda la zona que comprende las primeras 8 millas de su mar, desde sus costas, será declarada Reserva Marina. Esto implica que solo se permitirá la pesca artesanal y no industrial en esta zona.
Esto ya consta actualmente en las leyes ecuatorianas, pero se trataría de una protección extra. “Esperamos que no caiga en estas famosas reservas o acuerdos de papel que se firman, crean y luego se falla en el patrullaje, fiscalización y judicialización de quienes infringen la ley”, dice Cely.
El Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (Maate) todavía no ha detallado cómo se llevará a cabo esta iniciativa. También se espera que Ecuador ratifique el Tratado de Altamar.
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