La Amazonía preocupa, fascina y es sinónimo de esperanza

Esta región del Ecuador guarda tesoros culturales y naturales únicos. Sus desafíos traen grandes oportunidades.

La Amazonía preocupa, fascina y es sinónimo de esperanza
El Cuyabeno es una de las reservas más importantes de la Amazonía. Foto: Ecuador Travel.

La Amazonía (el Oriente) definitivamente no es un mito. Representa el 43% del territorio ecuatoriano actual y contiene abundantes bosques y ríos, nacidos en las cordilleras andina y del Cutucú. Un paisaje y una geografía fascinantes.

En la llanura amazónica de esta región húmedo-tropical, las temperaturas pueden alcanzar hasta 40 grados centígrados. Se trata de una zona lluviosa donde se desarrollan, prolíficas, la flora y la fauna.

Entre las reservas naturales se destacan parques nacionales como el Yasuní, que quizás resume la paradoja de la Amazonía: alberga petróleo al mismo tiempo que nacionalidades ancestrales, junto a una riqueza natural única.

Es uno de los sitios más biodiversos del planeta, con una extensión de 1.022.736 hectáreas, el área protegida más grande del Ecuador continental. Por su riqueza de flora y fauna, fue declarada Reserva de Biósfera en 1989 por la Unesco. 

El Parque alberga especies únicas como el mono de bolsillo, que es el primate más pequeño del mundo; animales emblemáticos como el jaguar y la anaconda, y más de 600 variedades de aves. 

Se calcula que en el Yasuní habitan más de 100.000 especies de insectos por hectárea. También hay especies amenazadas como los monos araña y chorongo, el manatí amazónico, el delfín de río y los caimanes negros.

Gráfico de WCS Ecuador donde se establecen las zonas del Parque Nacional Yasuní.

Este territorio, delimitado por los ríos Napo y Curaray, tiene gran relevancia cultural, ya que es hogar de comunidades Kichwa, Waorani y Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario (PIAS), como los Tagaeri, Taromenane y Dukagaeri. Para proteger a estos últimos, en 1999 se creó la Zona Intangible.

Además de los ríos Napo y el Curaray, el Yasuní alberga una red de ríos entre los que se destacan el Tivacuno, Tiputini, Yasuní, Nashiño, Cononaco y Tigüino. Son las principales arterias fluviales y sirven para el transporte de sus habitantes. 

Si bien la Amazonía tiene otras reservas de gran importancia natural y acoge a la mayoría de pueblos indígenas del Ecuador, el Parque Yasuní cobra importancia por las amenazas para la preservación de la cultura y la naturaleza.

Pese a ser parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas desde 1979, no escapa a la extracción petrolera. El artículo 407 de la Constitución permite extraer hidrocarburos en estas áreas, previa justificación de interés nacional. En su interior hay siete bloques petroleros. 

En la Consulta Popular de agosto de 2023, el 60% de ecuatorianos decidió dejar el petróleo bajo tierra y detener la explotación en el bloque 43, pero no hay claridad sobre el cese de la explotación y, sobre todo, sobre el futuro de las actividades económicas en el Parque, así como el impacto en su gente y su hábitat.

Además de los problemas relacionados con la extracción de combustibles fósiles en el interior y en las áreas aledañas, existen otras amenazas como el tráfico de madera y de especies y la cacería. En este último caso, la falta de regulaciones claras también influye. 

La amplia variedad de flora y fauna del Parque, sumada a las condiciones socioeconómicas de esta región, han creado un escenario ideal para los delitos ambientales y la extracción indiscriminada de recursos.

En 2025, por ejemplo, los delitos contra la fauna silvestre en Orellana se dispararon. Pero la pérdida de vegetación y de fauna también se observa en otros lugares de esta importante región ecuatoriana.

La minería ilegal afecta más a cuatro áreas naturales protegidas de la Amazonía
Se trata de los parques Podocarpus y Sumaco Napo-Galeras, la Reserva Cofán Bermejo y el Refugio El Zarza.

La minería ilegal, el tráfico de especies, entre otros, se producen precisamente en grandes extensiones con poca presencia humana como las áreas naturales protegidas, sobre todo las que se ubican junto a las fronteras.

Este es el lado que preocupa a las personas, organizaciones y autoridades comprometidas con el desarrollo sustentable de la amplia región.

La iniciativa de turismo comunitario Sinchi Warmi es liderada por mujeres. Foto: Facebook Sinchi Warmi.

Una región con futuro

La Amazonía ecuatoriana, como parte de la gran selva tropical que se extiende en otros países, es una enorme reserva de recursos que preocupa por las amenazas a las que está sometida, pero al mismo tiempo provoca fascinación y esperanza porque es vista como una promesa ante el acelerado cambio climático.

La región amazónica es poco poblada, los niveles de remuneración y educativos son bajos, especialmente en la zona rural, así como la cobertura de servicios básicos. El problema del agua potable es crucial, por su incidencia en la nutrición infantil y en la calidad de vida.

En la región se e turismo comunitario y los planes de conservación y monitoreo de bosques han sido exitosos. También se experimenta con energías alternativas como la de los paneles solares y se busca sustituir el consumo de carne de monte.

Uno de los ejemplos de trabajo positivo por la Amazonía es el que realiza el Zoológico y Eco Refugio de Vida Silvestre Yana Cocha, en las afueras de Puyo, capital de la provincia de Pastaza.

El Zoológico y Eco Refugio recibe a ejemplares rescatados e intenta reintroducirlos a sus hábitats, aunque esto no siempre es posible.

Voluntarios extranjeros ayudan con el trabajo de alimentación y cuidado de los animales. También en el lugar se desarrollan varias especies de flora. Es posible hacer un recorrido en el cual se observa una gran cantidad de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces.

Uno de los voluntarios del Eco Refugio pesa a un guacamayo. Foto: Youtopía.

Una de las iniciativas surgidas dentro de este espacio es una escuela extracurricular que funciona desde enero hasta junio, para que los niños en edad escolar puedan aprender las características de la gran riqueza amazónica.

Niños de Puyo aprenden sobre la riqueza amazónica. Foto: Youtopía.