En el Zoológico de Quito se levanta un nuevo hábitat para Sisa

En una quebrada silvestre de bosque seco se construye el refugio. El oso andino está en peligro de extinción en Ecuador, desde 2021.

En el Zoológico de Quito se levanta un nuevo hábitat para Sisa
La osa andina Sisa fue rescatada en la parroquia Angamarca (Pujilí) en agosto de 2024. Foto: Zoológico de Quito

Gracias al apoyo de más de mil personas e instituciones, el Zoológico de Quito arrancó la construcción del nuevo refugio para Sisa.

Se trata de una osa andina rescatada el año anterior y que hoy se ha convertido en símbolo de lucha por la vida silvestre en Ecuador.

Este proyecto, financiado colectivamente con aportes económicos, materiales y logísticos, representa un hito en la conservación del oso andino, especie declarada En Peligro en el país desde 2021.

"Esta es una acción colectiva que honra la vida de Sisa, pero también la de muchos otros animales silvestres víctimas de la actividad humana”, dice Martín Bustamante, director del Zoológico.

El oso andino (Tremarctos ornatus), también conocido como oso de anteojos, es el único oso nativo de Sudamérica.

Su población ha disminuido alarmantemente debido a la destrucción de su hábitat y los crecientes conflictos con humanos.

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El rescate de Sisa

Sisa fue rescatada en agosto de 2024, tras una denuncia ciudadana en la parroquia Angamarca, (cantón Pujilí), que alertó sobre un osezno encadenado en una vivienda. Había sido separada de su madre apenas semanas después de nacer.

La intervención del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (Maate) y la Unidad de Protección del Medio Ambiente (UPMA) de la Policía Nacional permitió su rescate inmediato.

Tras recibir atención médica especializada en el Hospital Veterinario Planeta Vida, fue trasladada al Zoológico de Quito, donde inició un delicado proceso de recuperación desde noviembre del año pasado.

Llegó con aproximadamente 4 meses de edad y permanece refugiada en un espacio temporal de 120 m2, en el que cuenta con cinco ambientes diferentes para seguir creciendo. 

Hoy, con más de 25 kilos de peso y un desarrollo saludable, Sisa avanza en su rehabilitación, aunque no podrá ser reintroducida a su hábitat natural debido a su temprana separación y la falta de habilidades de supervivencia.

Equipos especializados monitorean el estado de salud de Sisa. Foto: Zoológico de Quito

Su nuevo hábitat

El nuevo recinto se levanta en una quebrada silvestre del bosque seco interandino, en un área de más de 3.000 m² de vegetación nativa.

Allí existen árboles que sirven para trepar, pozas para bañarse y refugios diseñados para estimular el comportamiento natural del oso andino.

Este entorno será una mezcla armónica entre conservación, bienestar animal y educación ambiental.

“El diseño busca ser lo menos invasivo posible, respetando el paisaje natural. No se trata de exhibir animales, sino de aprender a contemplarlos y entenderlos”, explica el equipo técnico del Zoológico.

Además de beneficiar a Sisa, este espacio permitirá sensibilizar al público sobre la difícil situación que atraviesa el oso andino, afectado por la deforestación, la caza y los conflictos con comunidades rurales.

“Sisa nos impulsa a transformar la forma en que cuidamos a los animales. Nos recuerda el valor de cada esfuerzo invertido en su conservación, dentro y fuera de los recintos”: Martín Bustamante.
El nuevo recinto será construido en una quebrada silvestre del bosque seco, en un área de más de 3.000 m2. Foto: Zoológico de Quito

Un nuevo caso en el Zoológico

El 19 de marzo de 2025, una cría de oso andino, de pocas semanas de edad, llegó a la clínica del Zoológico de Quito en Guayllabamba.

De acuerdo con información del Maate y de la UPMA, pobladores de la comuna Rancho Chico, en Ambuquí (cantón Ibarra), observaron que una osa y sus dos crías intentaban cruzar una carretera. Uno de los cachorros se quedó atrás.

Tras la búsqueda se ubicó a la cría en entre maizales, en la comuna Rumipamba de Ambuquí. Tras su rescate fue llevada al Zoológico.

David Mora, director de Bienestar Animal del QuitoZoo, explicó que se requieren esfuerzos especializados, tanto a nivel médico y de cuidado rutinario, para mantener al osezno con buen estado de salud.

Andrés Laguna, biólogo de Vida Silvestre de la Prefectura de Imbabura, explica que “los osos están recuperando zonas históricas para ellos, que hace más de cincuenta años no habían sido ocupadas por esta especie”.

Estas zonas son principalmente quebradas, indica Laguna, donde existe una vegetación arbustiva, altoandina, de varias especies de plantas naturales nativas que son fuente de alimento complementaria de los osos. 

La cría de oso andino fue rescatada en marzo de 2025, en la parroquia Ambuquí. Foto: Zoológico de Quito