Las reflexiones que deja el Papa Francisco sobre sostenibilidad

El Papa promovió el cuidado del ambiente y la sostenibilidad en su mensaje al mundo católico. Juan Pablo II también se refirió a estos temas.

Las reflexiones que deja el Papa Francisco sobre sostenibilidad
El Papa Francisco fue uno de los mayores promotores del cuidado ambiental en las COP. Foto: archivo Flickr

La preocupación por el cuidado del ambiente y los efectos del cambio climático ha sido un tema recurrente en el mundo católico.

Ese es uno de los principales legados que deja el Papa Francisco, tras su fallecimiento ocurrido el lunes 21 de abril del 2025, en el Vaticano.

Pero no fue el único Pontífice que se preocupó de estos temas.

En el período del papado de Juan Pablo II (1978-2005) hubo más atención a la situación medioambiental del planeta y sus consecuencias.

En ese lapso se creó el Panel Internacional sobre el Cambio Climático (1988) y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (1992).

En su momento, Juan Pablo II se refirió al "Cuidado de la Creación de Dios". También habló de la ecología natural, la ecología humana y la ecología social.

Allí subrayó que tanto los sistemas naturales como humanos tienen ciertas pautas de funcionamiento adecuado, que hay que cuidar y respetar.

Legado del Papa Francisco

Desde su elección en 2013, el Papa Francisco ha promovido el cuidado del ambiente y la sostenibilidad, como elementos importantes de su mensaje al mundo católico.

En 2015, uno de los aportes más completos en esta materia, desde una perspectiva de la reflexión cristiana, es la encíclica Laudato Si, en 2015.

Allí se refiere al cuidado de la casa común. Se trata de un documento histórico que aborda la crisis ambiental y social desde una perspectiva integral.

Las principales críticas del Papa se enfocaron en el consumismo desenfrenado, en el deterioro ambiental y en la cultura del descarte.

En Laudato Sí, el Papa Francisco convoca a una “conversión ecológica”, que implique un cambio en los estilos de vida y en las políticas globales.

A continuación, algunas de sus reflexiones sobre contaminación y cambio climático, el uso del agua, la pérdida de biodiversidad, el deterioro de la calidad de vida y la inequidad planetaria.

Contaminación y cambio climático

“Se producen cientos de millones de toneladas de residuos por año; muchos, no biodegradables; residuos domiciliarios y comerciales, de demolición, residuos clínicos, electrónicos e industriales, residuos altamente tóxicos y radioactivos. La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería”.

“Todavía no se ha logrado adoptar un modelo circular de producción que asegure recursos para todos y para las generaciones futuras, y que supone limitar al máximo el uso de los recursos no renovables, moderar el consumo, maximizar la eficiencia del aprovechamiento, reutilizar y reciclar”.

“La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan”.

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Uso del agua

“Un problema serio es el de la calidad del agua disponible para los pobres, que provoca muchas muertes todos los días. Entre los pobres son frecuentes enfermedades relacionadas con el agua, incluidas las causadas por microorganismos y por sustancias químicas”.

“La provisión de agua permaneció relativamente constante durante mucho tiempo, pero ahora en muchos lugares la demanda supera a la oferta sostenible, con graves consecuencias a corto y largo término".

"Grandes ciudades que dependen de un importante nivel de almacenamiento de agua, sufren períodos de disminución del recurso, que en los momentos críticos no se administra siempre con una adecuada gobernanza y con imparcialidad”.

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Pérdida de biodiversidad

“Los recursos de la Tierra también están siendo depredados a causa de formas inmediatistas de entender la economía y la actividad comercial y productiva".

"La pérdida de selvas y bosques implica la pérdida de especies que podrían significar en el futuro recursos sumamente importantes, no sólo para la alimentación, sino también para la curación de enfermedades”.

“El cuidado de los ecosistemas supone una mirada que vaya más allá de lo inmediato, porque cuando sólo se busca un rédito económico rápido y fácil, a nadie le interesa realmente su preservación. Pero el costo de los daños que se ocasionan por el descuido egoísta es muchísimo más alto que el beneficio económico que se pueda obtener”.

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Deterioro de la calidad de vida

“Entre los componentes sociales del cambio global se incluyen los efectos laborales de algunas innovaciones tecnológicas, la exclusión social, la inequidad en la disponibilidad y el consumo de energía y de otros servicios, la fragmentación social, el crecimiento de la violencia y el surgimiento de nuevas formas de agresividad social”.

“La verdadera sabiduría, producto de la reflexión, del diálogo y del encuentro generoso entre las personas, no se consigue con una mera acumulación de datos que termina saturando y obnubilando, en una especie de contaminación mental”.

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Inequidad planetaria

“La inequidad no afecta sólo a individuos, sino a países, y obliga a pensar en una ética de las relaciones internacionales. Porque hay una verdadera ‘deuda ecológica’, particularmente entre el Norte y el Sur, relacionada con desequilibrios comerciales con consecuencias en el ámbito ecológico, así como con el uso desproporcionado de los recursos naturales”.

"La deuda externa de los países pobres se ha convertido en un instrumento de control, pero no ocurre lo mismo con la deuda ecológica. De diversas maneras, los pueblos en vías de desarrollo, donde se encuentran las más importantes reservas de la biósfera, siguen alimentando el desarrollo de los países más ricos a costa de su presente y de su futuro".