La banca privada destinó USD 3.199 millones en créditos sostenibles, en 2022

La banca privada destinó USD 3.199 millones en créditos sostenibles, en 2022
En el 2022 se destinaron USD 525 millones solo a créditos verdes. Ilustración: Freepik

Redacción Youtopía

El mercado de las finanzas sostenibles en la banca privada ecuatoriana tiene un crecimiento acelerado en los últimos cuatro años.

La Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca) informó que la cartera en finanzas sostenibles (social y verde) fue de USD 3.199 millones en 2022.

Ese monto significa un aumento de 64% (USD 1.250 millones) respecto a 2021.

Los créditos sostenibles están destinados empresas que se comprometen a cumplir con criterios ambientales, sociales o de gobierno corporativo (ASG) en sus proyectos.

Por ejemplo, a la construcción sostenible; al reciclaje y gestión de residuos; a la producción más limpia; a la agricultura, acuacultura y manufactura sostenibles.

También se pueden destinar esos préstamos a la adquisición de vehículos híbridos y eléctricos; a la compra de equipos de alta eficiencia energética y de generación alternativa de electricidad.

Y algo muy importante, la cartera sostenible también se orienta a los emprendimientos y negocios liderados por mujeres.

De esa manera se promueve la equidad de género, la reducción de las inequidades sociales y a atender a la población vulnerable, entre otros beneficios.

La distribución de los créditos verdes y el crédito social

Del total del financiamiento sostenible en 2022, USD 525 millones correspondieron a créditos verdes y USD 2.674 millones, a crédito social.

De acuerdo con Asobanca, esos datos corresponden a los bancos privados que representan el 76% del total de activos, a diciembre de 2022.

“Estas cifras son una buena noticia para el país, pues muestra el creciente interés de los clientes de la banca privada por construir un ecosistema de sostenibilidad incorporando criterios ASG en sus empresas”. Así se pronunció la Asociación en un comunicado.

La cartera sostenible en el 2022 representó el 8,3% del total de la cartera de la banca privada. Ese valor es representativo para el sistema, puesto que en 2018 era solo el 1,8% del total.

Estas cifras evidencian el creciente interés por la sostenibilidad, tanto de los bancos como de sus clientes.

Además, “ratifica que el financiamiento sostenible se prioriza como una herramienta en la lucha contra el cambio climático, en la búsqueda de una economía baja en carbono, y con base en un modelo de desarrollo social e inclusivo de la sociedad”.

Financiamiento social, sobre todo, a mujeres

Uno de los pilares de la sostenibilidad en el país es el financiamiento social. Es decir, la movilización de capital hacia proyectos que buscan resolver problemas sociales, como la pobreza, la desigualdad, la inclusión financiera, la reducción de brechas de género, entre otros.

El financiamiento social fue de USD 2.674 millones en 2022, lo que representa un crecimiento anual de 68,2% o el equivalente a USD 1.085 millones.

Si se analiza el financiamiento social por destino, el año pasado, el 97% (USD 2.602 millones) del monto total del crédito social corresponde al financiamiento de género; específicamente a las empresas lideradas por mujeres.

El crecimiento del microcrédito para financiamiento de género fue de 54% (USD 453 millones) entre 2021 y 2022.

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