El Domingo de Ramos concluyó con 410 kg de palma de cera decomisados

El Domingo de Ramos concluyó con 410 kg de palma de cera decomisados
Equipo del Ministerio de Ambiente de Chimborazo realizó operativos de control en la provincia. Foto: cortesía del Maate

Por Cristina Márquez

En el Domingo de Ramos, Policías de la Unidad de Delitos Ambientales y técnicos del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (Maate) recorrieron los mercados del país, para evitar la comercialización de la palma de cera, una especie enlistada en el libro rojo de las plantas endémicas del Ecuador como vulnerable.

Los operativos de control, que duraron todo el fin de semana, dejaron como resultado 410.6 kilogramos de hojas de palma decomisadas en el país.

“Fue un fin de semana ajetreado. Lamentablemente vemos que aún hay personas que están cortando la palma de cera”, dijo Marcelo Pino, técnico del Maate en Chimborazo.

En esa provincia las palmas de cera están en las estribaciones de la cordillera, en los remanentes de bosques andinos de Pallatanga y Colta.

Las palmas alcanzan su madurez en un periodo de entre 80 y 100 años. Esos árboles, que pueden alcanzar hasta los 25 metros de altitud, son el hogar de dos especies de aves amenzadas: el perico cachetidorado, en peligro de extinción, y el loro orejiamarillo, categorizado por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), como críticamente amenazado y posiblemente extinto.

Las palmas también brindan alimento a aves y a mamíferos, como los osos de anteojos, guatusas, monos, guantas, tapires y monos.

El Maate ha realizado durante 18 años consecutivos una campaña para concienciar sobre el daño ambiental que le causa al ecosistema, el corte de la palma de cera.

Comunidades piden opciones para conservar el bosque y subsistir

En Chimborazo, 46 familias de siete sectores de Pallatanga y Colta se organizaron. Las mujeres campesinas de La Primavera, Tambillo Bajo, Trigoloma, El Tablón, Los Malpotes y otros sectores se dedican al tejido de ramos y canastas desde hace varias generaciones.

“Nosotras cuidamos los bosques, no cortamos el árbol, solo las hojas una vez al año porque necesitamos alimentar a nuestras familias”, comentó una de las dirigentes a los técnicos del Maate, que decomisaron las hojas en El Tablón.

Ellas comercializan los ramos tejidos por USD 1.60, mientras que los atados grandes de palma sin tejer cuestan USD 40.

Marcelo Pino explica que el Ministerio trabaja en un plan de manejo que les permita a las comunidades aprovechar las hojas jóvenes de la palma de cera, sin causar la pérdida del árbol.

“Prohibir rotundamente el uso de la palma puede ser contraproducente. Tememos que la gente deje verle el provecho y decida derribar el árbol, por eso estamos diseñando un plan para que las mujeres se capaciten y se conviertan en protectoras de los bosques andinos”, dice Pino.

Operativos de control de palma de cera
En este Domingo de Ramos (2 de abril de 2023), emprendedores ofrecieron productos alternativos a la palma de cera. Fotografía: cortesía de Maate

Los ramos alternativos, otra opción para cuidar el ambiente sin perder la tradición

“Hoy vemos ramos de romero, laurel, flores… es maravilloso. Recuerden que Dios ama a todas las criaturas de su creación, tenemos que cuidarlas, no compremos ramos de palma de cera”, dijo el párroco Diego Bermejo, durante la misa de la bendición de ramos, en Riobamba.

Él cuenta que acudir a la iglesia con ramos en el inicio de la Semana Santa es una tradición católica que rememora el ingreso triunfal de Jesucristo a Jerusalén. Según la Biblia, una multitud lo recibió con palmas y ramos.

El tejido de adornos que simbolizan esos ramos con los que fue recibido Jesucristo es una tradición catalogada como ancestral. Una opción para no perder esa costumbre es el uso de otras especies para tejer los ramos.

En una feria de emprendimientos, varias comunidades de Chimborazo ofrecieron ramos tejidos con totora, una especie que crece abundantemente en las lagunas y pantanos, y es ideal para tejidos. Otra opción es el laurel, el romero, y otras hierbas aromáticas.

“A pesar de que hay gente que continúa buscando la palma porque es lo más parecido a lo que se ve en las películas religiosas y a lo que se cita en las escrituras, la venta fue muy buena. Toda mi familia participó y encontramos en los ramos alternativos una oportunidad para emprender”, dijo Augusto Miranda, un poblador del barrio San Antonio, donde hay una pequeña laguna con abundante totora.

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