Qué cabe esperar de Donald Trump frente al cambio climático

Trump se moverá entre la retórica incendiaria y los límites que le imponen el pragmatismo y la economía.

Qué cabe esperar de Donald Trump frente al cambio climático
Donald Trump iniciará su segundo mandato como presidente de Estados Unidos finales de enero de 2025. Foto: Flickr White House.

El nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no cree en el cambio climático y piensa que financiar iniciativas para detener el calentamiento global es desperdiciar el dinero de los que pagan impuestos.

Queda claro que no es un entusiasta de la transición de los combustibles fósiles a las energías limpias o renovables, a las que considera una estafa que beneficia a China.

La nueva administración Trump se propone echar para atrás algunas de las políticas de su antecesor, el demócrata Joe Biden.

Uno de sus primeros anuncios es el próximo nombramiento del magnate sudafricano Elon Musk, dueño de la red social X, al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental.

La tarea de Musk será "pavimentar el camino para el desmantelamiento la burocracia gubernamental, quitar la regulación excesiva, recortar el exceso de gasto y reestructurar agencias federales", dijo Trump.

Trump tiene el ojo puesto en el levantamiento de la prohibición, decretada por el gobierno anterior, a la perforación petrolera en 5,3 millones de hectáreas en el Ártico Occidental de Alaska.

Y es muy posible que, ahora que el Partido Republicano tiene mayoría en las dos cámaras del Congreso, intente bajar el presupuesto de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), una movida en la que fracasó en su primer periodo presidencial.

Es de esperar también un fuerte recorte de los USD 370 mil millones para fomentar el desarrollo de energías limpias, previsto en la Ley de Reducción de la Inflación, de Biden.

Trump considera que apoyar actividades destinadas a mitigar el cambio climático es un desperdicio del dinero de los contribuyentes.

La salida de Estados Unidos del Acuerdo de París está a la vuelta de la esquina: Trump había sacado al país del Acuerdo pero Joe Biden, en una de sus primeras medidas de gobierno, firmó el retorno el 20 de enero de 2021.

Posiblemente, Estados Unidos también abandonará la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Lo anterior significa que habrá menos dinero para combatir el cambio climático en los países que dependen de fondos de Estados Unidos, el mayor donante para este tipo de proyectos.

La delegación ecuatoriana en la cumbre climática COP 29, en Azerbaiyán.

Energías renovables

El día después de la victoria de Trump una ola de pánico invadió al mercado de energías renovables estadounidense, cuyo indicador WilderHill Clean Energy Index cayó 6,6%.

Pero desde entonces el valor de las acciones de las empresas del sector se ha estabilizado.

Aunque Trump hable de estafa, la verdad es que romper los negocios de las empresas dedicadas a la energía renovable sería como darse un tiro en el pie, porque estas firmas crean empleos en los estados republicanos y los fondos de inversión siguen apostando por ellas.

Si Estados Unidos vuelve inviable el negocio de las energías renovables, esas inversiones y empleos migrarán a otros países.

Y no se trata de cifras despreciables. De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (AIE), en 2024 se invertirán en el mundo dos trillones de dólares en energías limpias y renovables, versus una inversión de 1,1 trillones en energías de origen fósil: petróleo y carbón.

La incertidumbre, sobre todo para las empresas de energía solar que dependen de insumos importados desde China, nace del anuncio de Trump de que subirá los aranceles para proteger a la industria estadounidense.

Esto es una señal de que su administración reactivará el proteccionismo frente a otras economías, al tiempo que apostará por la guerra comercial con China.

'Villanos' ambientales

El pánico también llegó a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos.

Durante su primer mandato presidencial (entre 2017 y 2021) Trump intentó reducir el presupuesto de la EPA en 30%, aunque no lo logró porque los republicanos se opusieron en el parlamento.

Algunos medios independientes, como ProPublica, han querido ver la hoja de ruta que seguirá Trump en materia ambiental en unas declaraciones de Russell Vought, quien fue secretario de la Administración y Presupuesto durante el primer gobierno del republicano.

Vought, quien lidera el tanque de pensamiento afín a Trump conocido como Centro para la Renovación de América, aseguró que querían ver a los burócratas de la EPA "traumáticamente afectados".

Video publicado por ProPublica.

"Cuando se despierten por la mañana, queremos que no tengan ganas de ir a su trabajo porque serán vistos como villanos. Queremos que su financiamiento sea recortado de tal manera que la EPA ya no pueda poner en marcha todas las reglas contra nuestra industria energética", aseguró Vought.

Una cosa es decir...

La realidad es más compleja que el discurso político. Si bien Trump es un abierto promotor de la industria petrolera, durante el gobierno del demócrata Biden la extracción de petróleo creció robustamente.

De hecho, el gobierno del saliente Biden aprobó el controvertido proyecto petrolero Willow, en un área protegida de Alaska, que podría contener 600 millones de barriles de crudo.

Tanto los demócratas como los republicanos de Alaska se unieron para apoyar el proyecto Willow, como una fuente de empleos e ingresos en una zona remota y poco próspera.

El yacimiento será desarrollado por Conoco Phillips y, según las organizaciones ambientalistas, su explotación a lo largo de los próximos 30 años liberará 260 millones de toneladas de dióxido de Carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero.

Willow es un ejemplo de que en el largo plazo la realidad económica moldea las acciones políticas, más allá de los discursos.

El impacto renovable

Por otro lado, el desarrollo y la expansión de las energías limpias en el mundo está empezando a contener el crecimiento de las emisiones de CO2, y abriendo nuevas oportunidades de negocios.

Las emisiones de CO2 aumentaron 1,1% en 2023, es decir, siguen creciendo pero a un ritmo más lento que en décadas pasadas, según la Agencia Internacional de Energía (AIE).

Sin los nuevos proyectos de energía eólica y solar, sin las plantas nucleares y los autos eléctricos, las emisiones de CO2 habrían sido tres veces mayores en 2023, según la AIE.

El año pasado, la capacidad global de generación de energía solar y eólica aumentó 540 gigavatios o 75% frente a 2022, un récord histórico.

Mientras que las ventas de vehículos eléctricos en el mundo crecieron 35% o el equivalente a 14 millones de unidades más en el mismo periodo.

Buena parte de este nuevo mercado está siendo captado por empresas y tecnologías chinas.

El papel de China

China es el país en donde más crecieron las emisiones de CO2 en 2023 (ver gráfico), pero también es donde más aumentó la capacidad de generación con energía solar (44%) y eólica (24%).

Agencia Internacional de Energía (2024), emisiones totales de CO2 por región.

El gigante asiático podría aprovechar el cambio de rumbo en Estados Unidos para tomar el liderazgo mundial en materia de energías renovables, como una manera de afianzar su influencia política y económica internacional.

Algo que Trump tendrá que considerar si no quiere perder oportunidades de negocios, teniendo en cuenta que una de las 20 promesas de su campaña es hacer de Estados Unidos la mayor potencia energética del mundo.