La sociedad civil va por una Ley de Lactancia Materna más consensuada e integral
Los sectores que apoyan la lactancia creen que los conflictos de interés produjeron una confrontación innecesaria
Los sectores sociales que impulsan la lactancia materna en Ecuador se sienten decepcionados por el curso que tomó la Ley aprobada en la Asamblea. Tras el veto total del Ejecutivo, analizan los porqués del traspié y buscan alternativas para mejorar la normativa.
En el “Conversatorio sobre la Ley de Lactancia Materia: Ética, derechos y verdad”, realizado el 10 de diciembre de 2024 en la PUCE, se buscaron las explicaciones y las consecuencias del veto, así como la estrategia para que el país adopte de una vez la normativa mundial.
Las ponencias remarcaron el incumplimiento del Código Internacional de Comercialización de los Sucedáneos de la Leche Materna, aprobado por la Asamblea Mundial de la Salud en 1981. Si bien Ecuador es signatario, no tiene una normativa que lo avale.
En la discusión traslució que se esperaba que la información científica y legal entregada a la Comisión de Salud de la Asamblea fuera tomada en cuenta y se llegara a un texto en el cual se apoyara informadamente una política de salud pública y el derecho a la nutrición infantil.
Y que la Ley -que podrá retomarse en un año- iba a servir para que el país cumpliera la obligación pendiente. Pero se estima que cuando se priorizó la prohibición (venta de sucedáneos con prescripción) vino el rechazo de quienes defienden su derecho a decidir.
“Hoy el contexto es crítico: se ha provocado una ola de desinformación que ha traído desconcierto y polarización ciudadana”, dijo en la apertura del Conversatorio Andrea Hernández, representante de dos organizaciones que promovieron la reunión.
La Ley había sido concebida para garantizar que las madres y las familias tengan acceso a información objetiva y libre de conflicto de intereses; será necesario trabajar colaborativamente en la construcción de una normativa más integral y efectiva, señaló.
Recordó que el Código Internacional de Comercialización de los Sucedáneos busca proteger la práctica de la lactancia materna prohibiendo la publicidad directa de fórmulas, regulando el etiquetado y estableciendo que ningún material promocional debe idealizar su uso.
Santiago Escalante, subdecano de la Facultad de Medicina de la PUCE, al dar la bienvenida a los panelistas y asistentes, hizo notar que la sociedad civil ha contribuido con observaciones basadas en evidencias para fortalecer esta Ley, aunque estas no fueron incluidas.
Recalcó la importancia de que los profesionales de la salud eviten conflictos de interés y la necesidad de brindar a las familias información ética frente al mercadeo agresivo de la industria, pues la salud pública debe prevalecer con principios éticos y compromiso colectivo.
"Los profesionales deben evitar conflictos de interés, pues la salud pública debe prevalecer con principios éticos y compromiso colectivo": Santiago Escalante
Los porqués del revés
Wilma Freire, académica, vicepresidenta y presidenta de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición desde 2018 hasta 2022, galardonada como mujer destacada en el ámbito sanitario, dijo que el país ha respondido a medias al compromiso con el Código.
“Al fin y al cabo el resultado no nos debe sorprender dado el momento que estamos viviendo. Es un traspié que no impide que la sociedad civil comprometida con la protección de la salud de los niños siga actuando en favor de la lactancia materna”, señaló.
"Es un traspié que no impide que la sociedad civil comprometida con la protección de la salud de los niños siga actuando en favor de la lactancia materna”: Wilma Freire
Enfatizó que, frente a la laxitud de los sucesivos gobiernos para implementar programas efectivos, se cuenta con evaluaciones que tanto la Organización Mundial de la Salud como Unicef han hecho en varios momentos sobre lo que ocurre con la adopción del Código.
“No solo es un tema técnico, es sobre todo político. La evidencia científica sigue siendo reiterativa y cada vez más enriquecedora en demostrar que la leche materna es un alimento completo para un recién nacido hasta los seis meses y necesario hasta los dos años de vida”.
Agregó que las evaluaciones reportan también que junto a resultados poco exitosos se observa una acción agresiva, extremadamente bien desarrollada y sofisticada, de parte de los vendedores de sustitutos de la leche materna y alimentación complementaria.
Por último, señaló que hay muchas cosas que se pueden hacer: un rol mucho más activo desde la sociedad civil organizada; conferencias, cursos y mayor diseminación desde la academia; quizás la creación de un observatorio para vigilar lo que el Estado no vigila.
“Con metodologías universalmente validadas, que se documente, que se evalúe y se mida el impacto no solo de la ausencia del gobierno de turno, sino para revertir la tendencia como se ha hecho exitosamente en otros países”, concluyó.
Lactancia y derechos
Elizabeth García, decana de Jurisprudencia de la PUCE y Líder de la Liga de la Leche durante 30 años, señaló que se esperaba una Ley participativa y que actualizara la que existió a fines de los años ochenta, cuando se organizó también un Consejo de Lactancia Materna.
Refirió que se intentó introducir esta temática en el Código Orgánico de la Salud, que tampoco se aprobó y tuvo un veto. “Ahora nos encontramos con un proyecto que también fue vetado, y debería darse un proceso de construcción de una ley aparte o que sea parte de un Código”.
Recordó que el Estado tiene la responsabilidad internacional de garantizar el ejercicio pleno de los derechos, no solo por el Código sino por la Convención de los Derechos del Niño y porque en la Constitución se reconoce el derecho de los niños y niñas a la lactancia materna.
“Con la Ley orgánica teníamos esa expectativa. Tratamos de enviar la información adecuada para que se la tome en cuenta pero ya vemos que no fue así”, recalcó, al hablar de que el derecho a la lactancia tiene al menos doble titularidad: el niño y la madre, y podría ser triple.
Tras señalar que el Estado debería ver que los ministerios de Salud, Trabajo y Educación se preocupen de cómo se ejerce tal derecho, anotó que la Ley vetada solo hizo una referencia a los temas laborales, aunque a su juicio se estaba reduciendo lo que ya se había logrado.
Otras de sus críticas fueron que no se abordó tampoco la temática de los espacios para el libre ejercicio del derecho y que se permitía que solo los profesionales hagan círculos de apoyo a las madres en círculos hospitalarios, pero no que las madres los formaran.
En los espacios hospitalarios, las mujeres empiezan a pensar que alguien le ha salvado la vida al ofrecerle una muestra, un pequeño tarro de leche como parte de un regalo, y una madre no desperdicia nada, se quejó García sobre las estrategias de comercialización.
“El artículo que genera la polémica es que se está prohibiendo la compra libre de sucedáneos; muchas mujeres han tenido una mala experiencia de lactancia, que no ha sido su culpa en absoluto, pero al creer que lo que con ellas funcionó va a suceder con todo el mundo, reaccionan”.
El derecho a decidir que toda mujer tiene es importante, y debe basarse en información, en evidencia científica, que si no le da un servidor de salud debe darle al menos ese círculo donde debería estarse difundiendo ampliamente esa información, acotó.
Para ella, se levantó una ola de críticas a partir de una tergiversación, porque pareciera que estamos imponiendo la lactancia, cuando lo que se prohíbe es la compra directa de sucedáneos. Y mientras tanto, la publicidad sigue ahí, dijo.
“Han generado una confrontación de intereses que no es sana y nos toca volver a trabajar, tender puentes de diálogo y asegurarnos de que estamos hablando el mismo idioma, que los niños estén bien nutridos, y que solo en casos indispensables se pasaría a la alimentación artificial”.
"Han generado una confrontación y nos toca tender puentes y asegurarnos de que estamos hablando el mismo idioma, que los niños estén bien nutridos": Elizabeth García
Advirtió finalmente que también están listos a trabajar en exigibilidad de derechos. Yo propongo, a propósito de que hoy (10 de Diciembre) es el Día Internacional de los Derechos Humanos, que si tenemos que avanzar con las acciones de exigibilidad, lo hagamos.
Los pilares de la ley
Rocío Caicedo, consultora internacional de lactancia materna, hizo el análisis de algunos puntos importantes que no se incluyeron en la Ley, bajo la perspectiva de tres pilares fundamentales: la protección, la promoción de la lactancia y el componente de apoyo.
Dijo que la legislación debe incluir aspectos integrales como las licencias por maternidad y lactancia en particular, y del acompañamiento a la madre y al recién nacido en general. Puso como ejemplo los bancos de leche humana y los servicios y las salas de apoyo materno-infantil.
Considera que la Ley se vetó porque pese a que se hicieron todos los esfuerzos para dar argumentos sobre los derechos a la lactancia, estos no fueron tomados en cuenta. Y porque los medios de comunicación enfatizaron la prohibición antes que otros aspectos.
Explicó que en realidad las causas para que un médico prescriba sucedáneos son reducidas. Iría al menos del 5% de la población, “pero parecería que al limitar el acceso a los sucedáneos se limitaba el acceso a las madres”.
"Las causas para que se prescriba sucedáneos son reducidas, pero parecería que al limitar el acceso a los sucedáneos se limitaba el acceso a las madres”: Rocío Caicedo
No siento -dijo- que la industria tenga un interés genuino en la salud de los niños. “Ahora ya llegan incluso a la madre a través de las redes sociales, pañaleras con fórmulas, clubes de madres, 'influencers' que te cuenten lo bueno que fue usar el sucedáneo”.
Y la Ley, cuyo espíritu inicial era bueno, terminó omitiendo temas muy importantes y creando una serie de contradicciones, como sancionar al personal que no cumpla con la prescripción médica, pero no a la industria que pone las fórmulas a disposición de las madres.
Mencionó finalmente el hecho de que la mitad de la población no está alimentando con leche materna a sus hijos. Por eso, dijo, no debemos esperar el año para entrar al debate sino empezar a hacer una construcción colectiva para impulsar el uso de leche materna.
Basado en la Encuesta de Desnutrición Infantil (ENDI), el Ministerio de Salud hizo notar en agosto pasado que aún existen desafíos en la práctica de la lactancia materna exclusiva. Según ese documento, sólo el 51,2% de los menores de 6 meses de edad tiene acceso a lactancia materna exclusiva.
Un dato sociodemográfico importante es que, mientras mayor es el nivel educativo de las mujeres, hay menor práctica de la lactancia materna. Lo mismo sucede en los grupos que se definen como mestizos y blancos, en comparación con los otros grupos.