El segundo canje de deuda externa beneficiará a la Amazonía

En 2026, el Fondo empezará a gestionar la preservación de los excepcionales ecosistemas y a apoyar a las comunidades en la conservación de sus territorios.

El segundo canje de deuda externa beneficiará a la Amazonía
Habitante de la Amazonía con su cosecha de chontaduro, un gran recurso alimentario. Fotos: Pixabay

El Programa Biocorredor Amazónico (BCA) está completando su fase de construcción institucional y se volcará a una operación significativa para la conservación de la Amazonía ecuatoriana en 2026.

Este programa aspira a mejorar la gestión de 4,6 millones de hectáreas, proteger 1,8 millones adicionales y resguardar 18.000 kilómetros de ríos de la región.

Estas acciones se realizarán gracias a un canje de deuda por naturaleza que se realizó a finales de 2024. El beneficiario del primero es el Parque Nacional Galápagos.

Depende la óptica con la que se mire. Este es un gran avance, porque permitirá una intervención de magnitud detenida por falta de recursos.

O, puede ser, desde otro punto de vista, un avance modesto. “Hay una gran brecha entre lo que se necesita y lo que hay realmente”, considera Adrianne Cleverly, de la ONG Conservación Internacional.

El Banco Mundial estima que se requieren USD 7.000 millones anuales para mantener la Amazonía. Actualmente, menos del 1% del financiamiento llega a pueblos indígenas.

La clave de este impulso está en renegociar una deuda externa antigua y convertirla en una nueva, con mejores condiciones.

Galo Medina, de The Nature Conservancy y parte del directorio del proyecto, considera que este respiro financiero permite enfrentar simultáneamente tres crisis: pérdida de diversidad, calentamiento global y crisis de la deuda.

Un canje de deuda por naturaleza es un acuerdo financiero mediante el cual un país reduce parte de su deuda externa y, a cambio, se compromete a invertir ese dinero en la protección de la naturaleza.

Es una opción para países con alta biodiversidad y que también sufren de altos endeudamiento, fuerte presión fiscal y dificultades para financiar la protección ambiental.

El canje generó recursos dedicados que no pueden usarse para nada más y que van a proteger la Amazonía de forma sostenida en el tiempo. La administración está a cargo del Fondo Biocorredor Amazónico.

Los participantes fueron la República del Ecuador, The Nature Conservancy (TNC), Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo (DFC) de los Estados Unidos y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Las tortugas charapas habitan en los ríos amazónicos ecuatorianos.

Los objetivos del Fondo

Dos objetivos básicos que deberá cumplir el programa BCA. El primero es asegurar la conservación de la Amazonia ecuatoriana, mediante la preservación de los ecosistemas y medidas de adaptación y mitigación al Cambio Climático.

El segundo es apoyar a las comunidades locales de la Amazonia para la conservación de sus territorios, el mejoramiento de su bienestar y la incorporación de salvaguardas sociales y ambientales.

La Amazonía ecuatoriana es el hogar del 65,1% de la diversidad de la flora y fauna del Ecuador; sustenta a las comunidades locales, y ofrece beneficios tanto de agua dulce local como climáticos para sus cerca de 17 millones de habitantes.

Además de ser la casa de una biodiversidad abundantísima, la Amazonía es uno de los mayores captores de gases de efecto invernadero.

La Amazonía ecuatoriana es hogar del 65,1% de la diversidad de la flora y fauna del país y ofrece beneficios climáticos para sus cerca de 17 millones de habitantes.

El Programa BCA fue diseñado en colaboración con Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae), que agrupa a más de 1.500 comunidades, representa a 11 nacionalidades indígenas de la Amazonía y 22 organizaciones afiliadas.

Diana Chávez, delegada de la organización al directorio del Fondo, afirmó que “el hecho de que tengamos este fondo no significa que se solucionan todos los problemas de la Amazonía”.

Los recursos se destinarán a proyectos e iniciativas implementados por organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que promuevan la conservación y el desarrollo sostenible en la Amazonía.

También, a los compromisos de conservación asumidos por el país, el desarrollo sostenible de las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas.

Otro de los destinos es el impulso a la gestión de Sistema Nacional de Áreas Protegidas y sostenibilidad, mitigación y adaptación al cambio climático en la Amazonia ecuatoriana.

El canje de deuda por naturaleza y sus principales usos
Ecuador anunció una reconversión de deuda a favor de la Amazonía. Este tipo de operaciones genera al menos cinco beneficios.