¿Qué dicen los fabricantes de alimentos sobre la contaminación con plomo?
Redacción Youtopía
Los fabricantes de alimentos se pronunciaron sobre la contaminación con plomo en los productos.
La Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (Anfab) admite que el “accidente del plomo” tomó por sorpresa a la industria. E hizo un mea culpa sobre el control de una materia prima.
En noviembre del 2023, una alerta de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) advirtió la presencia de plomo en una papilla elaborada en Ecuador.
Esa advertencia derivó en el descubrimiento de ese metal en dos marcas de salsa de tomate, una de salsa BBQ, un polvo de canela, en morcillas de una marca y en una premezcla de conos para helado.
La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) dispuso el retiro de esos productos y, a partir de ese hecho, actualiza el listado de artículos afectados por plomo.
En la primera semana de marzo, el listado de productos no aptos para el consumo por niveles de plomo – de acuerdo con el reporte de Arcsa- se incrementó a ocho lotes.
El control en los productos y un sistema de alerta
El presidente Ejecutivo de Anfab, Christian Whali, destacó tres aspectos del origen del problema de la presencia de plomo en los alimentos.
Estos son: adulteración de insumos primarios, necesidad de mayor formalización de la industria y un trabajo interinstitucional más sostenido con Arcsa y las autoridades gubernamentales.
Además, señaló que esta industria cuenta con sistemas de control y gestión de calidad, pero “capaz nos hemos dormido sobre los laureles y hemos evitado el control de una materia prima importante”.
A partir de la identificación del origen del problema, Anfab considera necesario trabajar en tres ejes: información oportuna al consumidor, capacitación técnica para todos los actores de la cadena y revisar los procesos de control que lleva a cabo Arcsa.
El docente de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol), Jonathan Coronel, sostiene que ante un potencial riesgo de consumo de alimentos es indispensable crear un sistema de alerta.
En ese sistema se debería considerar el tipo de riesgo, el producto, las empresas implicadas, las posibles afectaciones, el entorno legal alrededor de ese caso y la aplicación de medidas.
Las observaciones a la Agencia de Control
De acuerdo con el titular de Anfab, en Arcsa existen inconvenientes en el proceso de control en toda la cadena de valor. No solo se debe concentrar en la producción, sino también con la distribución
Otro aspecto que pesa en la institucionalidad de la Agencia es la inestabilidad en la dirección. “En los 12 años de vida de Arcsa han habido 11 directores. Hay una inestabilidad enorme y cada director trae su propio staff”, dice Whali.
Además, sostiene el Presidente de Anfab, el nivel técnico del equipo de la Agencia no es bueno y normalmente es el usuario quien le da la pauta de lo que se debe controlar y cómo hacerlo.
La verificación de la aplicación de las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), así como el control en percha de los productos, son otras falencias que pesan en la gestión de la autoridad.
Un consorcio para la inocuidad alimentaria
Cuatro instituciones académicas promueven el Consorcio para la Inocuidad Alimentaria: Espol, Escuela Politécnica Nacional, Universidad de Cuenca y Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
El objetivo de este Consorcio -explica Jonathan Coronel- es apoyar a los entes gubernamentales de control con su infraestructura (laboratorios), para realizar análisis de metales tóxicos.
Además, contribuir con la elaboración de propuestas de políticas públicas en colaboración con expertos y actores relevantes.
Este grupo universitario también busca promover estrategias efectivas de difusión de temas relacionados con la inocuidad de los alimentos.