Nuevo impulso para lograr un tratado contra la contaminación por plásticos
Del 5 al 14 de agosto de 2025 habrá una reunión en Ginebra. Cada 3 de julio se celebra el Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico.
En el marco de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (9 al 13 de junio de 2025) hubo un acercamiento para avanzar hacia un tratado global contra la contaminación por plásticos.
En un encuentro diplomático, promovido por Inger Andersen, directora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se acordó una nueva cita para agosto.
La reunión está prevista desarrollar del 5 al 14 de agosto de 2025, en Ginebra, y se busca lograr acuerdos en un texto jurídicamente vinculante que aborde la contaminación por plásticos, desde su producción hasta su consumo y eliminación.
“Existe un compromiso renovado para concluir el tratado en agosto”, declaró Jyoti Mathur-Filipp, que asistió a la reunión y supervisa el proceso de negociación del tratado. “Es un tema demasiado urgente como para aplazarlo más”.
La quinta sesión del Comité Intergubernamental de Negociación (INC-5), realizada en Corea del Sur (del 25 de noviembre al 1 de diciembre de 2024), no arrojó resultados. Allí se acordó retomar las negociaciones durante este año.

Negociaciones sin resultados
El proceso de negociación de un tratado global contra la contaminación por plásticos se inició en 2022, a petición de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Desde entonces, el Comité Intergubernamental de Negociación se ha reunido cinco veces en menos de dos años, un calendario inusualmente rápido para los estándares de la ONU.
“Hemos organizado muy rápidamente cinco sesiones, entre diciembre de 2022 y diciembre de 2024”, explica Mathur-Filipp, que actúa como secretaria ejecutiva del Comité, y confía en que la sesión en Ginebra, permita terminar el acuerdo.
Cada año se producen en el mundo más de 400 millones de toneladas de plástico, la mitad de las cuales están diseñadas para utilizarse una sola vez. De esa cantidad, menos del 10% se recicla.
En la última reunión, celebrada en Busan (Corea del Sur), se alcanzó un hito: los delegados elaboraron una versión preliminar de 22 páginas, conocida como 'texto del presidente', que contiene la estructura básica del futuro tratado.
“Este texto contiene 32 o 33 artículos con nombre, lo que permite a los países empezar a visualizar lo que será el tratado”, explica. "Empezaron a negociar remitiéndose a los números de los artículos. (...) Por eso confío en que podamos concluir”.

Un tratado ambicioso y adaptable
Aunque todavía se está negociando, el texto actual abarca todo el ciclo de vida de los plásticos, desde la producción hasta la gestión de residuos.
Combina disposiciones obligatorias y enfoques voluntarios, en consonancia con el mandato original de las Naciones Unidas.
También prevé los mecanismos habituales de un tratado multilateral: proceso de ratificación, normas de gobernanza y órganos de aplicación. “Tiene un objetivo y un preámbulo”, resume Mathur-Filipp. "Parece un tratado de verdad”.
Si se cumple el calendario, el texto final se someterá a una conferencia diplomática, a finales de año o principios de 2026, en la que los gobiernos podrán adoptarlo formalmente e iniciar el proceso de ratificación.
Se calcula que 11 millones de toneladas acaban cada año en lagos, ríos y mares, lo cual equivale aproximadamente al peso de 2.200 torres Eiffel juntas.
“Este año necesitamos un acuerdo ambicioso, creíble y justo”, sostiene el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres.
Que sea un tratado que cubra el ciclo de vida del plástico, a través de la perspectiva de las economías circulares, que responda a las necesidades de las comunidades y se alinee con objetivos medioambientales más amplios, y que se aplique rápida e íntegramente, sostiene Guetres.
Aunque la contaminación por plásticos es un problema mundial, sus consecuencias no se distribuyen de manera uniforme. Algunos países, sobre todo los pequeños Estados insulares en desarrollo, se ven afectados de forma desproporcionada.
“Es obvio que estos países no utilizan tanto plástico como el que llega a sus costas, pero tienen que limpiarlo, y no es culpa suya”, lamenta Mathur-Filipp. "Se ven injustamente afectados”.

Residuos plásticos en todos los ecosistemas
Los residuos plásticos han penetrado en casi todos los ecosistemas del planeta y, en forma de microplásticos, también se acumulan en el cuerpo humano.
Si no se toman medidas urgentes, en 2040 podrían verterse al océano 37 millones de toneladas de plástico al año, según estimaciones de la ONU.
“Nos estamos asfixiando bajo el plástico”, advierte Mathur-Filipp. “Si no actuamos, no quedará ningún ecosistema intacto, ni en tierra ni en el mar”.
Las consecuencias económicas son igual de alarmantes. Entre 2016 y 2040, el coste acumulado de los daños relacionados con la contaminación por plásticos podría alcanzar los 281 billones de dólares.
Además, el costo social y medioambiental anual de la contaminación por plásticos oscila entre 300.000 y 600.000 millones de dólares.
Los microplásticos llegan a los alimentos, el agua y el aire. Naciones Unidas calcula que cada habitante del planeta consume más de 50.000 partículas de plástico al año, y muchas más si se tiene en cuenta la inhalación.