El mascotismo suele aumentar en vacaciones. ¿Cómo evitarlo?
La captura de animales no decae en Ecuador pese a las fuertes sanciones. Lo más importante es inculcar el respeto a la biodiversidad.
Tortugas, boas, loras, pericos, monos y tigrillos fueron los animales más traficados en 2023 en Ecuador, según el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (Maate).
Pero tampoco escapan a este delito reptiles como las iguanas y las serpientes, aves como los pájaros cantores e incluso mamíferos como los osos hormigueros y los tapires.
Una causa del tráfico es el mascotismo, un problema que suele agravarse en la etapa de vacaciones, cuando se organizan viajes a regiones ricas en biodiversidad como la Amazonía.
Es importante que las familias tomen conciencia de la importancia de proteger la fauna silvestre y de no someter a los animales, y a ellas mismas, a una serie de riesgos.
Por ejemplo, la caza y captura con fines de mascotismo puede ser estresante y peligrosa para los animales silvestres, y muchos mueren en este proceso.
Mantener a un animal silvestre en cautiverio es perjudicial de muchas formas, ya que no puede desarrollarse como lo hace en su entorno natural.
La falta de una dieta adecuada puede provocar desnutrición y otros problemas de salud, a los que se añaden la ansiedad y la depresión.
Además, algunos animales en cautiverio son sometidos a maltratos y manipulaciones con la intención de hacerlos más "mansos" o "entretenidos".
La separación de su hábitat natural y la falta de interacción con otros animales de su especie les pueden causar daños psicológicos irreparables.
Muchos animales no sobreviven en cautiverio y mueren prematuramente debido a las condiciones inadecuadas y a la falta de cuidado.
Hay animales que son recibidos en centros de rescate, pero como han perdido sus habilidades, ya no sobreviven cuando regresan a su entorno.
Campañas como 'Tu casa no es mi hábitat', de WCS Ecuador, han ayudado a tomar conciencia sobre las consecuencias de este delito, pero quedan cosas por hacer.
Una de ellas es fomentar la denuncia a las autoridades competentes. Este delito tiene una pena privativa de libertad de hasta tres años, según el Código Orgánico Integral Penal.
La multa económica puede llegar hasta los USD 90.000, según el Código Orgánico del Ambiente.
Pero lo más importante es entender que la tenencia de fauna silvestre tiene graves consecuencias para la conservación de la biodiversidad y para la salud humana.