'En seis meses Loja pasó de las sequías e incendios, a las inundaciones'

El Prefecto de Loja, Mario Mancino, explica la situación de la provincia ante los efectos del clima. También se refiere a los planes con Perú.

'En seis meses Loja pasó de las sequías e incendios, a las inundaciones'
Mario Mancino Valdivieso es el Prefecto de Loja, para el período 2023-2027. Foto: cortesía GAD provincial

Mario Mancino es el Prefecto de Loja (2023-2027). Durante su administración ha tenido que afrontar, en menos de seis meses, los efectos de las sequías, los incendios y las inundaciones en la provincia.

Sostiene que el cambio climático plantea serios desafíos y ante ese escenario, considera que una de las primeras acciones que debieran aplicar los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) es ajustar sus Planes de Ordenamiento Territorial (PDOT). También se refiere a planes binacionales con Perú.

¿Qué acciones está tomando la provincia para reducir su vulnerabilidad ante fenómenos climáticos extremos, como los incendios e inundaciones?

Lamentablemente, yo atribuyo que la primera causa exacerbó la segunda. Es decir, las casi 41.000 hectáreas que perdimos por los incendios, que arrasaron montañas y cerros, afectaron toda la cobertura vegetal.

Y cuando se presentan lluvias fuertes, como las que hemos tenido en Loja, y por las fuertes pendientes de las montañas de la provincia, toda esa palizada baja, se asienta en ríos y quebradas, y luego termina en las ciudades.

¿A quién atribuye esa responsabilidad?

Lamentablemente es consecuencia de la irresponsabilidad de personas desaprensivas que, por las investigaciones que hicimos, sabemos que iniciaron de forma deliberada los incendios forestales.

Algunos fueron causados por quemas agrícolas, que se les fue de las manos por los fuertes vientos; y lo otro, sí, hubo un componente de atentados a la naturaleza para desestabilizar de alguna manera a nuestras instituciones.

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Más allá de estas acciones puntuales, de incendios e inundaciones, ¿qué planes se ejecutan para prevenir futuros desastres?

Aunque es complicado, esto también parte de hacer programas continuos de capacitación a nivel rural, con los GAD parroquiales que están en el territorio, para que en la época de quemas agrícolas se haga conciencia en agricultores y ganaderos, que este tipo de prácticas son en buena parte causantes de estos enormes incendios y donde la misma población resulta afectada.

También he planteado colocar cámaras trampa, en las zonas que tradicionalmente son afectadas por los incendios, para recabar información y denunciarlo en la Fiscalía.

¿Y por el lado de la reforestación qué planes tienen?

Estuvimos preparados con más de 2,5 millones de plántulas, entre café y plantas nativas, que fueron entregadas a diferentes GAD y organizaciones.

La parte buena del invierno ha sido que esta humedad ha permitido ubicar las plántulas en las áreas de mayor afectación de los incendios. Hemos desarrollado, ‘a la lojana’, una técnica para peletizar semillas de árboles nativos, como higuerón, faique, y las estamos arrojando con drones, en áreas de difícil acceso.

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Si bien son situaciones puntuales, el cambio climático afecta. ¿Qué acciones se pueden emprender, sobre todo si se trata de regresar a ver a los Planes de Ordenamiento Territorial (PDOT)?

Ahora sí, lamentablemente, estamos sintiendo las implicaciones del cambio climático. Estamos haciendo un trabajo fortísimo a través de los 19 viveros institucionales para la reforestación y recuperación de varias cuencas hídricas.

Además, estamos en contacto permanente con el Plan Binacional Ecuador- Perú, en donde se trabaja para adquirir experiencias y recursos para el manejo de las cuencas binacionales, como la Puyango-Tumbes, que se ven afectadas por el cambio climático y la deforestación.

En cuestión de seis meses, Loja pasó de una época de sequía e incendios devastadores a inundaciones que nos tienen complicados.

Eso se ve en emergencias en ciudades como Loja, con lo que pasó con el río Malacatos y eso se nota con la deforestación que hay aguas arriba de este río, a la no prevención de la limpieza de sumideros y alcantarillas. Hoy estamos dando apoyo al Municipio de Loja, para poder mitigar estos efectos.

¿Cómo incidir en la planificación enfocada en la prevención?

Es el momento de que, en los PDOT, no solo de los GAD provinciales sino de los parroquiales y cantonales, el componente de mitigación y adaptación para el cambio climático tiene que ser un rubro fuerte. Y que tiene que ir de la mano con acciones de prevención de las áreas de mayor afectación.

Nadie limpia sumideros, ni quebradas, nadie se preocupa de los desarenadores, nadie tiene campañas activas permanentes de reforestación con plantas nativas, para las áreas de mayor afectación climática.

¿Cuál es la experiencia de la Prefectura de Loja en ese sentido?

Tenemos un proyecto que ha sido acreedor a tres premios, uno internacional, que es Loja sabor a café. Este consiste en la reforestación con café. Tenemos el mejor café del Ecuador, café de altura, de especialidad; y dada la forma en que plantamos, que es café asociado con un bosque nativo, se genera conservación y captación de carbono.

Pero lo más importante es que se trata de un proyecto sostenible porque en dos o tres años, el dueño de la propiedad, el pequeño agricultor, va a recibir un beneficio con el café. Entonces, tiene una motivación para cuidar el área que está reforestando. Si solo se ponen especies nativas, qué lindo; ecológicamente es chévere, pero el dueño de la propiedad que vive de eso no va a poner empeño.

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Usted pone énfasis en el PDOT, para tener más incidencia en el tema del cambio climático. Si bien esa es gestión puede surgir desde los GAD, ¿cómo debe involucrarse la política pública nacional? Se está discutiendo esto porque la afectación climática es en todo el país.

Debería ser obligatorio que se destine un porcentaje del PDOT en este tipo de acciones para la mitigación del cambio climático. Lamentablemente, la gran mayoría de GAD tienen un elevado gasto corriente, producto del pasivo político que deja una campaña como tal. ¿Cómo se cubre este pasivo? Con cargos públicos.

Esto, qué implica, que en promedio los GAD de Loja tienen 70 u 80% de su presupuesto comprometido en mano de obra. Con el resto que les queda, que es poquísimo, qué se dedican a hacer: pequeñas obras donde la gente puede visualizar la acción del funcionario público, pintar la iglesia, adquirir una máquina. Y al final terminan pidiendo todo a la Prefectura.

¿Qué hace la Prefectura de Loja en ese sentido?

Tenemos un gasto corriente bajísimo, que bordea el 8 al 9%. Entonces, el 80% o 90% de nuestro presupuesto está volcado a la obra pública, a la conservación de cuencas hidrográficas, al riego, y creo que ese es un tema que debía normarse.

Está en el Cootad (Código Orgánico de Organización Territorial), pero ni la Contraloría, ni los organismos de control vigilan que los escasísimos recursos que tienen se destinen a lo que realmente se debe, a la obra pública y a la conservación ambiental, que hoy por hoy nos está pasando una factura enorme.

Cuántos millones de dólares le están costando al país atender emergencias, reparar vías, reparar puentes, por no tener medidas de mitigación y de ejecución a tiempo, para poder prever lo que está pasando. Y esto pasa gracias al cambio climático.

Además de los planes de reforestación, ¿qué otras acciones emprende la Prefectura frente a los efectos del clima?

Hemos reemplazado ocho estaciones meteorológicas en las principales cuencas productivas de la provincia, y este año vienen ocho más. Con eso vamos a recabar datos agrometereológicos para la toma de decisiones.

No se pueden tomar decisiones sino se tiene información real de lo que está pasando con el clima en cada sector. No solo basta la información satelital o lo que da el Inamhi. Es mucho más fidedigna la información de estas ocho estaciones que dan datos reales de pluviosidad, radiación solar, presión barométrica, riego por transpiración, y toda esta información la estamos recabando hace ocho meses.

¿Qué resultados arroja esa información?

Estas estaciones al momento dan información alarmante de la cantidad de agua que está cayendo en las zonas y realmente son equiparables a lo que pasó con el Fenómeno de El Niño en 1998. En un día está cayendo agua equivalente a lo que debía caer en un mes y ahí están las consecuencias.  

Tomando en cuenta la data y el efecto por incendios e inundaciones, ¿se puede establecer el impacto económico en Loja?

Las pérdidas son grandes. Estamos convocando al COE provincial y en los próximos días tendremos los informes de las diferentes mesas técnicas, pero puedo anticipar que las afectaciones económicas en infraestructura vial, productiva, lucro cesante, son enormes, de varios millones de dólares.

Esto demuestra cuántos recursos estamos perdiendo por estos fenómenos debido al cambio climático. No sería más lógico y más económico destinar parte de un presupuesto, para evitar gastar tantos millones de dólares en remediar los daños de los inviernos y de los incendios.

¿Cómo están trabajando con otras provincias para compartir recursos, acciones, estrategias, de cara a las afectaciones climáticas?

Con algunas provincias, sobre todo en El Oro, Azuay y Zamora, compartimos parques nacionales, áreas de conservación, pero ellos al igual que nosotros están concentrados en hacer frente a las emergencias.

Además, tenemos convenios binacionales con el norte de Perú y Loja. Tenemos un proyecto que los peruanos se han visto interesados, que se llama 'Siembra un árbol en Loja y cosecha agua en Piura'.

¿De qué se trata el proyecto?

En el último verano, los peruanos realmente se preocuparon porque la represa de Poechos, que se alimenta de las aguas del río Catamayo y que luego se llama Chira, prácticamente se secó y tuvieron afectaciones enormes en proyectos agrícolas y de agua.

Este asunto ahora es un tema geopolítico, donde los peruanos se ven interesados en invertir en conservación y reforestación de las cuencas altas que nacen en Loja, para asegurarse del líquido vital en el sector de Piura, de Sullana, donde está emplazada la represa de Poechos.

¿Cuál es el propósito de esta iniciativa?

La idea es que las empresas peruanas inviertan en la parte alta de Loja, para garantizar la reforestación y de esta manera garantizar el suministro de agua en Perú. En lo personal, defendemos mucho las nacientes de agua de Fierro Urco y otros sectores que lamentablemente fueron concesionados a la minería y eso genera un conflicto social bastante incómodo.

Cómo en medio de un páramo, de una zona ecológicamente sensible, se otorga una concesión minera, que por más que se hagan las cosas técnicamente bien, hay una afectación ambiental y social. Y tratamos, como gobierno provincial, de no apoyar esas iniciativas porque sin duda hay una grave afectación y el Ministerio de Energía debería rever esas concesiones.

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¿Cómo están las campañas para sensibilizar a la población sobre el impacto del cambio climático?

En honor a la verdad estamos preparando esas campañas comunicacionales para poderlas difundir, sobre todo en las zonas de mayor afectación. Esto es importante que llegue, no a la población que está en las ciudades, sino más bien a quienes están en las zonas rurales que es donde inician los incendios.

Tienen que ir enfocadas no solo por el tema de la preservación y conservación sino que también tienen que ser campañas punitivas, informando las consecuencias legales de provocar un incendio forestal.

¿Cuál es el impacto que deja el cambio climático a la provincia?

El mayor enemigo de Loja y del país es el cambio climático. Seriamos ciegos y torpes de no darnos cuenta que en cuestión de seis meses pasamos de incendios y sequías brutales a un diluvio y sumen ustedes las pérdidas enormes en infraestructura, en vidas humanas, por no ponerle ojo al cambio climático. La naturaleza se encuentra ofendida y nos da señales.

Le doy un ejemplo: en Loja tenemos dos ríos, el Malacatos que se desbordó y el Zamora. Toda la cuenca alta del Zamora que está conservada, que está protegida, que hay árboles, no pasó nada. El río vecino, el Malacatos, que está a cuatro cuadras, que está embaulado, y que toda la naciente del río está deforestada, se salió de curso, en la misma ciudad, en la misma época. Por qué un río sí y el otro no. Y la respuesta está en la misma naturaleza, que nos dice qué hacer.

Mario Mancino V. Prefecto de Loja. 53 años. Ganadero y agricultor. Ex Gobernador de Loja (2021-2022). Ingeniero en Administración de Empresas. Ingeniero Agrónomo. Diplomado en Economía y Administración Agrícola. Fue Directivo de la Asociación de Ganaderos Holstein Friesian del Ecuador.