El impacto del cambio climático proyecta un escenario complejo para Ecuador; el país cuenta con un plan
Redacción Youtopía
El cambio climático es uno de los mayores retos que afronta la sociedad en la actualidad. Este fenómeno pone en riesgo el desarrollo de las naciones.
De allí la necesidad de contar con un Plan Nacional de Adaptación (PNA) al Cambio Climático 2023-2027. Este documento fue presentado en Quito, el 7 de febrero de 2023.
Se trata de una herramienta de política pública que proporciona insumos para una adecuada gestión de adaptación a escala nacional y local.
En el proceso de construcción del PNA participaron más de 2.000 actores del sector público, gobiernos autónomos descentralizados (GAD), academia y sociedad civil.
El documento se trabajó entre mayo de 2019 y enero de 2023. Finalmente fue aprobado en el Comité Interinstitucional de Cambio Climático del Ecuador, a inicios de este año.
El Plan se desarrolló con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el financiamiento del Fondo Verde para el Clima (GCF).
“Se trata de un instrumento de política pública referente para la gestión del cambio climático en el país. La presentación del plan es un hito y en Ecuador estamos listos para adaptarnos”. Así lo señaló Diego Quishpe, director de Adaptación al Cambio Climático.
El alcance del PNA para su implementación en el país
Matilde Mordt, representante de PNUD en Ecuador, explicó que desde el 2010, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático reafirmó la importancia de la adaptación como un eje fundamental para enfrentar la crisis climática. A partir de ello, creó el Marco de Adaptación de Cancún.
En él se establece el proceso para la generación de planes nacionales de adaptación, con el objetivo de que los países identifiquen estrategias de mediano y largo plazo, para reducir la vulnerabilidad y enfrentar las consecuencias del cambio climático.
En ese sentido, el PNA entrega orientaciones estratégicas para la acción adaptativa en los años venideros y brinda insumos para la gestión del cambio climático.
Entre ellos se destacan las proyecciones del clima futuro, la información hidrometereológica. También, los análisis sectoriales de riesgo climático, se ofrecen herramientas de enfoque de género en los procesos de adaptación. Adicionalmente, las líneas de investigación climática, las medidas de respuesta para afrontar los impactos diferenciados del cambio climático.
“Hoy empieza el reto más grande, la implementación de este instrumento, que requiere la colaboración de todos los sectores del Ecuador”, señaló el ministro del Ambiente, Gustavo Manrique. Añadió que “debemos encaminar el desarrollo del país hacia una transición ecológica y eso incluye la adaptación al cambio climático”.
Incidencia del cambio climático en el Ecuador
Karina Barrera, subsecretaria del Cambio Climático del Ministerio Ambiente, Agua y Transición Ecológica (Maate), destacó la importancia del Plan, entre otras razones, porque que entre 1910 y 2010, “Ecuador ya tiene un grado más de temperatura”.
Matilde Mordt mencionó que un estudio elaborado por la Universidad de Nôtre-Dame a través del Índice ND-Gain. Allí se establece que Ecuador se ubica por debajo del promedio mundial de la lista de países más preparados para afrontar las consecuencias del cambio climático.
Los 10 países más vulnerables al cambio climático en esta lista son: Somalia, Chad, Eritrea, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Sudán, Nigeria, Haití, Afganistán y Guinea-Bissau.
En cambio, los 10 países menos vulnerables son Noruega, Nueva Zelanda, Finlandia, Suecia, Australia, Suiza, Dinamarca, Austria, Alemania e Islandia.
Las proyecciones climáticas y oceánicas del Ecuador
Con base en un análisis de patrones atmosféricos e información hidrometeorológica del país desde 1985 hasta 2015, la subsecretaria Karina Barrera presentó algunas proyecciones.
En el estudio hicieron proyecciones al 2050 y al 2080 sobre lo que sucedería con la temperatura en el mar, con el oxígeno y con el nivel de agua.
Por ejemplo, Ecuador podría aumentar dos grados centígrados en los peores años. Así como que en algunos años habría una reducción de precipitación en 4,5 milímetros y en otros años un aumento de 9 milímetros por día.
“Se espera -dijo Barrera- la acidificación de los mares, una reducción de oxígeno a los 100 metros a nivel del mar, un incremento de 15 centímetros del nivel del mar al 2050, y 36 centímetros al año 2080″, lo que podría desplazar especies acuáticas necesarias para la alimentación humana.
Los cambios afectan al medioambiente, el desarrollo, el empleo y la salud, entre otros, por lo que en el PNA se incorporó la variable de proyecciones de temperatura a los diferentes sectores.
Esta información permitirá correcciones, diseño de nuevas áreas protegidas, de conservación y fortalecimiento de capacidades.
El impacto en la salud
Las condiciones climáticas influyen directamente sobre la salud de las personas y también de manera indirecta, a través de las alteraciones en los sistemas naturales y humanos.
Los principales impactos del cambio climático sobre la salud humana se derivan de enfermedades relacionadas con la exposición al calor excesivo, transmitidas por agua y vectores, alergias, malnutrición, problemas de salud mental, varios tipos de cáncer, entre otros.
Se sugiere que temperaturas más altas combinadas con el cambio de uso de suelo y de la cobertura vegetal propiciarán más áreas idóneas para la proliferación de enfermedades transmitidas por vectores transmisores.
En Ecuador, el dengue constituye una de las enfermedades que mayor impacto ha tenido en el territorio. En 2015 se registraron alrededor de 40.000 casos y un nuevo pico ocurrió en el 2020 con 16.570 casos, señala el reporte del PNA.
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