Las fuentes limpias lideran la generación eléctrica en la región
El 67% de la electricidad en América Latina y el Caribe ya proviene de fuentes limpias. La expansión estuvo liderada por la energía eólica y solar.
La región de América Latina y el Caribe (ALC) proyecta cerrar el 2025 con una matriz eléctrica mayoritariamente limpia.
De acuerdo con el Panorama Energético de América Latina y el Caribe 2025, publicado por la Organización Latinoamericana y Caribeña de Energía (OLACDE), el 67% de la electricidad generada en la región provino de fuentes renovables.
Durante el año, la capacidad de generación renovable aumentó 7% respecto a 2024. Además, el 68% de la nueva capacidad instalada correspondió a fuentes limpias, lo que consolidó su peso estructural en los sistemas eléctricos nacionales.
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Eólica y solar explican gran parte del crecimiento
La expansión renovable estuvo liderada por la energía eólica y solar. Estas tecnologías representaron el 61% de la nueva capacidad de generación instalada en 2025 y su producción conjunta creció 19% en comparación con el año anterior.
Este avance refleja una mayor incorporación de fuentes variables, lo que plantea nuevos desafíos para la operación y flexibilidad de los sistemas eléctricos, especialmente en materia de almacenamiento y respaldo.
Más consumo eléctrico y avances en almacenamiento
El crecimiento de la oferta acompañó una mayor demanda. En 2025, el consumo final de electricidad en la región fue 3,7% superior al de 2024, mientras que el consumo per cápita aumentó 2,6%.
En este contexto, América Latina y el Caribe alcanzaron una capacidad de almacenamiento en baterías de 1,7 GW, aún limitada frente a los requerimientos de largo plazo, pero relevante como señal de transición hacia sistemas eléctricos más flexibles.
Gas natural y menor uso de combustibles más intensivos
Según el informe de OLACDE, la capacidad de generación eléctrica a gas natural creció 12% en 2025, reforzando su rol como fuente de respaldo ante la mayor penetración de energías renovables.
En sentido contrario, la generación con carbón mineral se redujo 21% y la sustentada en petróleo y derivados cayó 31%, profundizando la salida gradual de las tecnologías con mayores emisiones dentro del sector eléctrico.
Movilidad eléctrica en rápida expansión
El transporte fue uno de los sectores con mayor dinamismo durante el período.
Entre 2022 y 2025, el número de vehículos livianos electrificados en circulación en la región creció 851%, multiplicándose casi por diez.
Solo hasta octubre de 2025, las ventas de este tipo de vehículos aumentaron 52% respecto a 2024, reforzando el proceso de electrificación del consumo energético.
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Un sector en transición con desafíos estructurales
Las proyecciones incluidas en el Panorama Energético indican que, bajo un escenario de descarbonización acelerada, el consumo de electricidad en la región podría casi triplicarse hacia 2050.
Para atender esa demanda, sería necesario triplicar la capacidad de generación eléctrica y expandir de forma significativa la infraestructura de almacenamiento.
En ese marco, los datos de 2025 muestran avances en la participación de energías limpias, pero también evidencian la magnitud de los desafíos técnicos, económicos y ambientales que enfrenta la transición energética en América Latina y el Caribe.
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Transición energética al 2050
ALC se encamina hacia una transformación energética histórica. Para 2050, según las prospectivas de OLACDE, la región triplicará su generación eléctrica, impulsada principalmente por la energía eólica y solar, que juntas representarán cerca del 37% de la producción total.
La participación de las energías renovables en el consumo final crecerá del 31% al 48%, mientras que la demanda de electricidad aumentará un 156%, impulsada por la electrificación del transporte y la producción de hidrógeno verde.
Para lograrlo, la región necesitará cerca de 1.000 gigavatios adicionales de capacidad eléctrica y 80 gigavatios en baterías, con una inversión estimada de 1.500 billones de dólares, de los cuales el 90% será para energías renovables.
Aunque las energías limpias dominarán la matriz, el gas natural aportará un 34% de la oferta energética, el petróleo un 20%, y el carbón quedará prácticamente relegado al 1%.
El escenario NET-0 muestra que ALC puede combinar crecimiento económico con sostenibilidad, consolidando una matriz energética más limpia, diversificada y resiliente para las próximas décadas.
Xavier Basantes
