Grupos criminales usan animales silvestres para desaparecer evidencias
La Policía Nacional pide penalizar el uso de la fauna silvestre para ocultar delitos.
Conforme avanzan los operativos contra Grupos de Delincuencia Organizada (GDO) y se investigan sus actividades ilícitas en Ecuador, la hipótesis del uso de animales silvestres para cometer delitos toma fuerza.
El rescate de reptiles, como cocodrilos y caimanes, y de felinos, como ocelotes y tigrillos, durante las intervenciones de la fuerza pública contra los GDO se ha vuelto recurrente.
Sucede sobre todo en la denominada Zona 8 de cobertura de la Policía Nacional, que comprende los cantones de Guayaquil, Durán y Samborondón en la provincia de Guayas.
En 2023 fueron rescatados más de 220 animales de manos de bandas en la Zona 8.
Los partes policiales a los que Youtopía tuvo acceso muestran algunos casos: el 15 de febrero de 2024, en un operativo en la Cooperativa Jacobito Bucaram (norte de Guayaquil), los agentes encontraron un Ocelote Leopardus.
El 8 de agosto, en un megoperativo antidelincuencial en Flor de Bastión (noroeste de Guayaquil), se hallaron dos caimanes en una especie de piscina, en la casa de seguridad de un presunto cabecilla de un GDO.
No hay una relación directa con los nombres de estos grupos delictivos, como Tiguerones o Lagartos, pero hay coincidencias: en propiedades de estos grupos se han encontrado felinos y/o cocodrilos y caimanes.
El vacío legal
Dentro del contexto del debate de las reformas al Código Orgánico Integral Penal (COIP) en la Asamblea Nacional, desde la Policía Nacional se planteó este año incorporar reformas relacionadas con el uso delictivo de la fauna silvestre.
La Policía plantea que se contemple en el COIP el uso de la fauna silvestre con fines homicidas, desaparición de restos humanos, envenenamiento, destrucción de indicios, entre otros delitos.
Este tema fue abordado en el conversatorio "Crimen transnacional y tráfico de fauna silvestre. ¿Cómo Ecuador y sus leyes abordan esta problemática?". El encuentro tuvo lugar el 24 de julio, en Quito.
Allí quedó esbozada la preocupación por el aumento en el rescate de reptiles, entre cocodrilos y caimanes, en propiedades presuntamente vinculadas a los GDO.
“¿Y esto, con qué fines? Quizás desaparecer restos humanos, así como evidencias o indicios de algún delito”, comentó un oficial de Policía que participó en ese conversatorio.
La Policía Nacional también busca sancionar a quienes se dedican al denominado 'ordeño' de reptiles y anfibios para obtener veneno.
El artículo 247 del COIP solo contempla sanciones de uno hasta tres años de prisión para quienes cacen, pesquen, capturen, recolecten, extraigan, tengan, transporten, trafiquen, comercialicen especímenes de fauna silvestre.
Sin embargo, no se menciona nada sobre el uso de la fauna silvestre con fines delictivos.
El debate de las reformas al COIP quedó suspendido en la Asamblea en febrero de 2024 por falta de quórum y de consensos. El punto crítico del debate fue por el acceso a información reservada de investigaciones de la Fiscalía.
Rescate de especies
La Unidad Nacional de Policía de Protección del Medio Ambiente (UPMA) cuenta con 236 agentes; está a cargo de 78 áreas protegidas y participa en el rescate de fauna silvestre.
A lo largo de 2023, la UPMA rescató 4.911 individuos. De estos, 569 correspondieron a animales carnívoros, entre reptiles, osos y ocelotes.
Un balance detallado muestra que se rescataron 15 anacondas, 283 boas, 76 caimanes, nueve tigrillos y 185 iguanas. El año pasado fueron detenidas 46 personas por delitos contra la fauna.
Estas especies de fauna silvestre han sido rescatadas en viviendas, redadas a cárceles y en medio de operativos antidrogas y contra los GDO.
Y en lo que va del 2024 se han rescatado 476 especies de este tipo y han sido detenidas 13 personas por este delito.