Embarazo adolescente y tasa de natalidad caen en Ecuador
Hay una reducción del embarazo adolescente, pero la tasa supera el promedio mundial en Ecuador.
Las cifras muestran que la tasa de fecundidad en niñas y adolescentes mantiene una tendencia a la baja en los últimos cinco años, a partir del registro de niños nacidos vivos.
Así se desprende de los resultados del reporte Estadísticas Vitales del Registro de Nacidos Vivos y Defunciones Fetales 2023, del Instituto de Nacional de Estadística y Censos (INEC).
La tendencia fue anunciada el 24 de junio, durante la firma del denominado Pacto Social, para lograr un Ecuador con cero embarazos en adolescentes.
Ecuador comparado con el mundo
De acuerdo con los datos publicados por el INEC, si bien existe una tendencia nacional a la reducción, el problema de las madres adolescentes está lejos de ser superado.
En 2018, en el rango de mujeres de 15 a 19 años, la tasa de fecundidad era de 69,5 y en 2023 se redujo a 42,8 nacidos vivos por cada 1.000 mujeres. Es decir, bajó más de 26 puntos.
Pero sigue siendo más alta que el promedio mundial, que fue de 41,3 nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años de edad en 2023.
En el rango de edad de 10 a 14 años la tasa de fecundidad en Ecuador se redujo de 2,6 de nacidos vivos por cada 1.000 mujeres en 2018 a 2,0 en 2023.
Pero a escala mundial, según la Organización Mundial de la Salud, la tasa de natalidad entre las adolescentes de 10 a 14 años fue de 1,5 por cada 1.000 mujeres.
Las provincias en donde hay más registros de niños nacidos vivos de mujeres adolescentes son: Guayas, Manabí, Pichincha, Los Ríos y Esmeraldas.
Cambia el perfil demográfico
El porcentaje de nacidos vivos cuya madre es soltera aumentó del 17% en 2009 al 55% en 2021.
Se trata de un aumento generalizado en casi todas las parroquias del país, sobre todo en la Amazonía, Costa-norte y parte de la Costa-centro, de acuerdo con la exministra de Inclusión Económica y Social, Berenice Cordero.
Para el INEC, la reducción de embarazos adolescentes "puede deberse a una reducción de la natalidad que está cambiando el perfil demográfico y no necesariamente a servicios públicos de prevención o de atención en el sector salud y educación”.
Cordero explica que solo desde 2023, el Ministerio de Educación lanzó una estrategia de prevención del abuso sexual; mientras que en Salud, el énfasis es hospitalario.
Los costos totales del embarazo adolescente y de la maternidad temprana ascienden a USD 270 millones en Ecuador.
Lo anterior equivale a 0,26% del Producto Interno Bruto PIB (o el tamaño total de la economía) del país.
En el caso de niñas menores de 14 años, se habla de un delito penal porque la causa del embarazo se considera como producto de abuso sexual, incesto y violación, dice Berenice Cordero.
Mujeres tienen menos hijos
Otro aspecto importante son los resultados del Censo de Población y Vivienda 2022, que muestran que el crecimiento de la población en Ecuador, en general, se ha desacelerado.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la población menor a 2 años empezó a decrecer a partir de 2010 y para 2050 no sobrepasará las 464.000 personas.
Además, se espera una disminución en el número de nacimientos en los próximos años.
En el año 2000 se registraron 322.826 nacimientos, cifra que llegó a 334.364 en 2010. Pero se estima que para 2025 disminuirá a 260.448 y para 2050 descenderá aún más, alcanzando los 230.036.
Pandemia, migración y deserción escolar
La particularidad del período 2018-2023 es que se han suscitado hechos como la pandemia de Covid-19, el aumento del éxodo de ecuatorianos hacia el exterior, el aumento de la inseguridad y de la deserción escolar.
Por ello, Lilia Rodríguez, presidenta del Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer (Cepam), toma distancia de las cifras oficiales sobre el embarazo adolescente.
Rodríguez se suma a la hipótesis de que la pandemia, sumada a la migración y a la deserción escolar por la inseguridad pueden incidir en la situación actual del embarazo adolescente, sobre todo en la ruralidad.
“Puede ser que haya bajado. No tengo los elementos para corroborarlo. Puede ser que esto obedezca a una política pero, al mismo tiempo, nos muestra que todavía las acciones que se están implementando a lo mejor requieren mayor esfuerzo y no son suficientes”, señala Rodríguez.
Derechos de la mujer y la Ley
Krupskaya Vargas, psicóloga clínica y experta en género y desarrollo, anota que más allá de las cifras sobre embarazo adolescente también se debe considerar la nueva legislación vigente.
Ella se refiere a la Ley Orgánica que Regula la Interrupción Voluntaria del Embarazo para Niñas, Adolescentes y Mujeres en Casos de Violación, publicada en el Segundo Suplemento Nro. 53 del Registro Oficial del 29 de abril de 2022.
Vargas señala que por ahora no hay un balance oficial de los resultados de la aplicación de la Ley, luego de dos años de implementación, pero está segura de que existe una mayor conciencia de los derechos de las mujeres es un aspecto a tener en cuenta.
“Hay muchas adolescentes formando parte de esos espacios feministas y eso ha contribuido a una expansión de la información sobre el embarazo adolescente. Ese alcance, por ejemplo, fue el que se tuvo ante la Asamblea, en el tratamiento de la ley del aborto por violación”, dice.