Quedan solo 340 cóndores en Ecuador, Colombia y Venezuela
Los cóndores andinos no salen de la lista de las especies en peligro crítico de desaparición. Les contamos quiénes los atacan y quiénes los protegen.
Está en lo más alto de nuestro escudo, pero es una de las especies silvestres más amenazadas. La existencia paradójica del cóndor andino está marcada por la disputa del territorio con el ser humano y la poca comprensión sobre su papel en la salud del medio ambiente.
Pese a ser parte importante de la conservación ambiental por su condición de carroñero, es cazado y envenenado, mientras su espacio de vida se reduce a causa de la construcción de vías y otras obras de infraestructura, y de la expansión de la frontera agrícola.
“Esto es especialmente crítico en un país de alta densidad poblacional como Ecuador”, dice Martín Bustamante, director ejecutivo de la Fundación Zoológica del Ecuador.
La existencia paradójica del cóndor andino está marcada por la disputa del territorio con el ser humano y la poca comprensión sobre su papel en la salud del medio ambiente.
Las alertas sobre el riesgo de desaparición del cóndor, una especie de tanta simbología, están encendidas desde hace décadas y hay varios censos e investigaciones. Una de ellas, realizada en Venezuela, Colombia y Ecuador concluye que en los tres países quedarían no más de 340 cóndores.
Víctimas de proyectiles y veneno
El estudio 'Amenazas de Origen Humano al Vulnerable Cóndor Andino en el Norte de Sudamérica' llega a otra conclusión preocupante: entre 1979 y 2021, al menos 103 cóndores andinos fueron presuntamente envenenados, 22 baleados y otros 39 fueron lesionados por otras causas.
Los ataques a los cóndores andinos en ese período y en esta región fueron mortales en el 84,7% de los casos, de acuerdo con la investigación. Y el país en el que se reportaron más ataques es Ecuador.
Las cifras no abundan cuando se trata de determinar la situación del cóndor andino, que entró hace cuatro años en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés).
¿Cuántos quedan?
En Ecuador había 93 cóndores en 2015, según el I Censo realizado seis años después de que se declarara el 7 de julio como el Día Nacional del Cóndor Andino.
El II Censo es de 2018 y registró 150, que en su mayoría vivían en el centro y el norte del país.
Un nuevo ejercicio estadístico fue el Registro Regional, en julio de 2020, en las provincias de Pichincha, Imbabura y Carchi. Se monitoreó a 49 cóndores distribuidos en los Parques Nacionales Cotacachi Cayapas y Cayambe Coca, la Reserva Ecológica El Ángel, la Hacienda Galo Plaza Lazo y la Reserva Ecológica Chakana.
Poco antes se había publicado el Libro rojo de las Aves del Ecuador, un inventario de las especies amenazadas, entre ellas el cóndor andino (Vultur gryphus). Desde entonces se ha considerado a esta especie en peligro crítico.
En 2020 apareció el citado informe de la IUCN sobre los cóndores que habitan desde Colombia hasta Chile y vagabundean en Venezuela, Paraguay y Brasil: había 6.700 especímenes adultos.
Salvando a los cóndores
Ahora se acerca el III Censo en el Ecuador. Los responsables aspiran a realizarlo entre 2024 y 2025.
Mientras tanto, las organizaciones y los científicos siguen trabajando en varios frentes, como la protección y recuperación de la especie, a través de la ciencia, la educación y el control.
El Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor Andino desempeña un papel importante. En zoológicos como el de Guayllabamba, que forma parte del Grupo, se busca aumentar el número de ejemplares, señala Bustamante.
La sensibilización y la educación ambiental también son fundamentales. El domingo 7 de julio de 2024, desde las 11:00 se realizará la Tercera Edición del Festival Música por el cóndor, en el parque Las Cuadras de Quito.
Otras actividades importantes son el rescate y la asistencia de los cóndores maltratados.
Ellos limpian el ecosistema
El cóndor, considerado una de las aves más grandes del mundo, puede medir hasta tres metros de ala a ala, y tener un peso de hasta 15 kilos.
Puede recorrer distancias mayores a cinco kilómetros, utilizando las corrientes de aire para planear y abriendo y cerrando sus plumas.
Son carroñeros, no cazadores. Su dieta se basa en el consumo de animales muertos, lo que convierte a esta ave en una especie que equilibra los ecosistemas, pues acelera la eliminación de desechos que pudiesen ser un foco de infecciones.
El cóndor es una de las aves más grandes del mundo; su dieta se basa en animales muertos, lo que ayuda a eliminar desechos.