El delfín rosado en Ecuador está en peligro
Por Isabel Alarcón
Los delfines rosados amazónicos no solo se destacan por su color y su carisma, sino por los peligros que los acechan.
La situación de estos animales es considerada un reflejo de la salud de su entorno, y la población que habita en la Amazonía ecuatoriana cada vez está más amenazada.
Esta problemática ha generado alerta en organizaciones que piden reforzar las acciones para salvar a esta especie emblemática de la región.
En la última edición del Libro Rojo de Mamíferos del Ecuador, que se publicó este 2022, la especie fue reclasificada: en ediciones previas estaba ‘en peligro’ y ahora escaló a ‘en peligro crítico’. Esta es la categoría más alta de amenaza, previa a la extinción.
Investigaciones sobre los delfines rosados amazónicos y los peligros que los afectan
Victor Utreras, investigador asociado del Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio), empezó a estudiar en 1994 a esta especie en la Reserva de Fauna Cuyabeno. “La situación de los delfines de río no es buena para el país”, dice.
En Ecuador habitan dos especies de delfines de río. El rosado (Inia geoffrensis) es el más conocido y se estima que hay alrededor de 200 individuos. Es la población más pequeña de su tipo en toda la región.
Los delfines rosados amazónicos se enfrentan a varios peligros. Tomando en cuenta que su población es reducida debido al tamaño de su territorio- la Amazonía ecuatoriana ocupa menos del 3% del territorio de la cuenca- hay que sumar los factores antrópicos que están complicando aún más su situación.
Utreras explica que la explotación petrolera genera impactos en estos animales, ya que los derrames de crudo contaminan el hábitat de los delfines y es una problemática que continúa presente.
A esto se suma la minería. La utilización del mercurio para la extracción del oro aporta a la degradación de los ecosistemas y contamina las fuentes de agua que son el hábitat de estos animales.
Fernando Félix, biólogo marino e investigador asociado de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y del Museo de Ballenas de Salinas, explica que los metales pesados muchas veces no los afectan directamente. Los contaminantes ingresan primero al organismo de sus presas y finalmente ingresan en los delfines.
“Es importante llamar la atención sobre las malas condiciones en las que está el delfín amazónico, ya que es un reflejo de la intervención humana”, dice Félix.
Entre las amenazas se destacan la expansión de monocultivos, las malas prácticas de pesca y las creencias populares.
Algunas personas los cazan para obtener sus dientes asociados con poderes afrodisíacos y otros los atrapan en busca de su grasa, relacionada con facultades curativas.
Una campaña para salvar a los delfines rosados
La petición en línea ‘Salvemos al delfín rosado amazónico’, dirigida al presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, reúne casi 12 000 firmas en la plataforma Change.org.
Andrea Durán, politóloga y fundadora y directora General de Fundación Oceanids, cuenta que esta iniciativa surgió como parte de un proyecto de la organización para crear una base de datos de todas las especies acuáticas en peligro de extinción en Ecuador.
Al llegar al delfín rosado se encendieron las alarmas del equipo de investigación, que empezó a indagar más sobre su estado.
Así surgió también el estudio ‘Situación actual del delfín rosado en Ecuador 2022’, que reúne las principales características y amenazas de este animal. Además, ofrece una hoja de ruta con soluciones tanto ambientales como sociales.
El pasado 18 de julio, las integrantes de la Fundación Oceanids entregaron los documentos y la petición con más de 11 000 firmas a Gustavo Manrique, ministro del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE).
Durán espera que este sea un primer acercamiento y ya tienen varias acciones planificadas. Además, la petición continúa en línea para quienes quieran firmar.
Por otro lado, Utreras cuenta que en el 2017 se formó la Iniciativa Sudamericana para la Conservación de los Delfines de Río (SARDI). Esta reúne a investigadores e instituciones de seis países de la cuenca amazónica para fortalecer el conocimiento en torno a estos mamíferos.
En agosto se realizará una nueva expedición en los países amazónicos para evaluar el estado de los delfines de río.