Las ciudades concentran cada vez más habitantes y desafíos

Las ciudades concentran cada vez más habitantes y desafíos
Quito tendrá 3,5 millones de habitantes en 2050. Foto: Vicente Costales.

Más de la mitad de la población mundial -alrededor del 56%- vive hoy en ciudades. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera esencial, en la conmemoración del Día Mundial de las Ciudades este 31 de octubre de 2025, repensar su modelo.

Para 2050, ese porcentaje superará el 70%: unos 6.500 millones de personas dentro de espacios urbanos del planeta, según estimaciones de la ONU. Eso significa 3,5 millones en Quito, 4,5 millones Guayaquil y 700.000 en Cuenca.

Esta tendencia marca un gran desafío: cómo hacer que los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles, un compromiso que adquirieron los países en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El ODS 11 aborda dilemas urgentes del siglo XXI: el acceso a vivienda, la movilidad sostenible, la gestión del agua y de los residuos, y la necesidad de espacios verdes que devuelvan equilibrio al entorno urbano.

En la práctica, las ciudades concentran innovación, cultura y oportunidades, pero también desigualdad, contaminación y vulnerabilidad ante el cambio climático.

"Nosotros seguimos en la época de las cavernas en unas cosas. Tenemos un sistema de alcantarillado que no diferencia las aguas lluvias de las aguas servidas. Estamos matando a los ríos y, evidentemente, al océano”.

Cuatro microcuencas de Quito requieren acciones prioritarias
Densidad poblacional, eventos meteorológicos y contaminación impactan a los ríos Monjas, Machángara, San Pedro y Chiche. Hay un plan de manejo.

Son declaraciones de Diego Ordóñez Holguín, presidente del Colegio de Arquitectos del Ecuador, núcleo de Pichincha.

Informaciones de la ONU dan dos datos clave sobre las ciudades: son responsables de más del 70% de las emisiones globales de CO₂ y consumen cerca del 80% de la energía mundial.

“Resolver de forma adecuada (la movilidad) no significa tener más vehículos eléctricos. Significa tener menos vehículos y más transporte público, que podamos caminar, que podamos andar en bicicleta con más facilidad", dice Ordóñez.

Este es un problema de Quito que puede o no ser el mismo de otras ciudades, en la perspectiva de que en las urbes americanas hay una diversidad enorme, como diverso es el continente.

La Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos (FPAA) destaca que, “sin embargo, tenemos muchas coincidencias, una historia que nos une. Somos ciudades jóvenes, comparadas con las de Europa y el Asia”.

“Eso nos permite ver las cosas de una manera más fresca, pero siempre considerando nuestras especificidades, nuestra localidad geográfica, climática, de riesgos naturales, de identidad, de cultura”, considera la FPAA.

Tener ciudades prósperas, resilientes y con equidad, como proclama este año la ONU, significa revisar el modelo de desarrollo urbano.

La expansión sin planificación -visible en muchas ciudades de América Latina- ha generado periferias desconectadas, transporte ineficiente y graves presiones sobre los ecosistemas.

Quito, por ejemplo, crece hacia las laderas y valles con ritmos que superan la capacidad de sus servicios básicos, mientras el tráfico vehicular y la contaminación afectan cada vez más la calidad de vida.

No hay que olvidar que el 60% de viviendas fue construido sin normativas ni permisos. Esto, que a simple vista es no contar con un papel, puede ser trágico en eventos en los cuales la calidad de las construcciones es de vida o muerte.

Las opciones de vida

En América Latina, cerca del 21 % de la población urbana vive en condiciones de informalidad habitacional.

Sin embargo, también surgen señales de cambio. En diversas regiones del mundo se experimenta con ciudades de 15 minutos. Un ciudadano puede cubrir sus necesidades cotidianas caminando o en bicicleta.

O, por otro lado, iniciativas como el urbanismo táctico, con intervenciones y soluciones rápidas. La recuperación de espacios públicos, parques lineales o huertos comunitarios apuntan a resaltar el valor del espacio compartido.

En América Latina, ciudades como Medellín o Curitiba han demostrado que la innovación social y la movilidad sostenible pueden transformar la vida urbana.

La clave es crear espacios urbanos en los que los ciudadanos tengan bienestar. El Índice de Calidad de Vida de Numbeo es una estimación global y colaborativa, para cuantificar el bienestar general de los habitantes de una ciudad.

Su base conceptual se apoya en la idea de que la calidad de vida es un indicador compuesto que se forma a partir de factores económicos, ambientales y sociales, capturado mediante datos de percepción y precios recopilados en tiempo real por los usuarios.

Sobre las ciudades ecuatorianas, se encontró esta información:

Cuenca aparece como la primera en cuanto a bienestar o calidad de vida, y Quito también está dentro del ranking. A pesar de ventajas particulares, ciudades como Guayaquil, Manta o Loja no son parte de este indicador.

Otra medición internacional que se concentra en las urbes más habitables determina que no son necesariamente las más ricas.

Mercer Quality of Living Index 2024 sitúa a Montevideo, Buenos Aires y Santiago entre las mejor valoradas en América Latina.

Lograr urbes más sostenibles no es una opción estética, sino una estrategia de supervivencia colectiva.

De la manera en que se planifique y se gobierne nuestros espacios urbanos dependerá la salud del planeta y la calidad de vida de los ciudadanos.

Cuenca es la ciudad ecuatoriana con mejor índice de calidad de vida. Foto: Pixabay