Chile tiene tres desafíos para detener la pérdida de energía

Almacenamiento, infraestructura y descentralización son un dolor de cabeza para el país. La "pérdida" de 2024 supera en 148% la de años anteriores.

Chile tiene tres desafíos para detener la pérdida de energía
Complejo Solar Cerro Dominador: https://creativecommons.org/licenses/by/2.0

Por Carla J. Ovalle

La concentración de parques fotovoltaicos en el norte y eólicos en el sur, la escasa infraestructura de almacenamiento y transmisión, y el uso ineficiente de la institucionalidad y estructura generaron el vertimiento de más de 5.500 GWh, solo en 2024.

El vertimiento o recorte de energía se produce cuando la oferta producida supera la demanda en una zona en particular. Esta situación se produjo principalmente por la concentración de plantas fotovoltaicas en la zona norte y eólicas en el sur del país, a lo que se suma la falta de infraestructura de transmisión y almacenamiento.

Además, cabe destacar que la cantidad de energía producida a partir del viento y el sol depende de las condiciones climáticas y la hora, lo que muchas veces no coincide con los periodos de mayor demanda en el suministro eléctrico. 

Para el director de estudios de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (ACERA), Felipe Gallardo, lo preocupante no es solamente la existencia de vertimiento, sino  la rapidez con la que ha aumentado, afectando la eficiencia y generando consecuencias para el mercado de las compañías eléctricas.

 “Un sistema eléctrico que está migrando a una penetración renovable tiene un poco intrínseca la existencia de recortes, porque quizás sea lo más eficiente que una parte de la energía se recorte en lugar de hacer inversiones adicionales en líneas de transmisión o en nuevos sistemas de almacenamiento", dice.

Añade que la preocupación es la magnitud que está tomando el recorte. "Estamos hablando de un 20% de la generación de un orden de 6 TWh, un monto muy relevante que genera un perjuicio para las compañías eléctricas. Primero, porque no pueden inyectar toda la energía que generan y segundo, porque tenemos un sistema de tarificación marginalista donde en algunas ocasiones se producen desacoples de precios”.

Esta situación ha generado que en regiones como Antofagasta, Atacama y Coquimbo el vertimiento supere los 2.500 GWh, ya que la energía consumida por sus habitantes es sumamente menor a la que se produce. 

Recortes en generación ERNC: https://www.acera.cl/centro-de-informacion/

Una oportunidad contra el tiempo

El 2024 fue catalogado como el año del almacenamiento en el mundo empresarial del sector energético. Pero a pesar de que la inversión aumentó en un 231%, los proyectos de almacenamiento están lejos de dar abasto ante los niveles de vertimiento, cuya cifra supera los 5.000 GWh.

El aumento, en comparación al año anterior, fue de 148%. Si bien una de las alternativas que más resuena a la hora de hablar de almacenamiento son las baterías, sobre todo pensando en el bajo costo dadas las últimas caídas en los precios de materias primas, este mecanismo es eficiente solo por períodos cortos. 

En Chile, dada la sobreproducción y concentración de proyectos energéticos, se requiere infraestructura e iniciativas que puedan almacenar energía por una mayor cantidad de tiempo.

Algunos ejemplos son las centrales de bombeo, las que producen electricidad a partir del almacenamiento de agua en un embalse en altura que luego se libera hacia turbinas para generar electricidad, o el almacenamiento en sales fundidas, cuyo funcionamiento consiste en la fundición de sales a través de la energía térmica producida desde plantas solares (o de otras fuentes).

Estas sales mantienen su estabilidad a temperaturas que pueden llegar a los 500°C, lo que permite almacenar la energía térmica y luego usarla en periodos de mayor demanda o con menor producción.

Esta tecnología ha tomado fuerza en el debate chileno, ya que en el país se instaló la primera planta termosolar de América Latina, el Complejo Solar Cerro Dominador, que consiste en un parque fotovoltaico y una concentración solar de potencia (CSP) que permite almacenar energía a través de sales fundidas. 

Estos mecanismos, a pesar de ser menos eficientes a nivel económico, permiten almacenar energía en periodos de meses, transformándose en una opción no solo importante, sino necesaria.

Ahora bien, generar más proyectos no es la única opción. Para el director del Solar Energy Research Center (SERC Chile) y académico de la Universidad de Chile, Rodrigo Palma, hay oportunidades dentro de la misma institucionalidad para enfrentar el vertimiento. 

“Si se miran las operaciones diarias en el Coordinador Eléctrico Nacional, te vas a dar cuenta de que a las horas donde hay vertimiento también hay generación térmica y generación convencional y uno no entiende por qué pasa eso si es que es más cara que la generación renovable", dice.

Ahí te das cuenta de que se está operando para mantener supuestamente los estándares de seguridad. Se dejan máquinas térmicas y tradicionales operando y eso le quita espacio a esa energía renovable que no puede entrar al sistema.  No todo es por atraso en la transmisión, sino también por las políticas de operación del sistema eléctrico, comenta. 

Palma agrega que es necesario que a nivel político se tomen las medidas necesarias para equilibrar la demanda y oferta de energía, al ser la minería un sector en el que se podría experimentar. 

Ahora bien, aunque existe una oportunidad de mercado importante en la generación de proyectos de almacenamiento, es un espacio de inversión no exento de incertidumbres. 

Para Gallardo, existen tres grandes desafíos: el arbitraje, la integración del almacenamiento al sistema y el estándar que se le aplicará a este tipo de proyectos. 

“En el arbitraje de energía respecto de qué forma se va a programar y a operar este tipo de instalaciones, hay una mesa técnica que está avanzando en esa línea. El segundo punto es con qué criterio se va a producir la integración de los sistemas de almacenamiento a nivel de generación distribuida. Y el tercero es el estándar que van a tener que cumplir estas instalaciones".

Las medidas tomadas hasta hoy 

En Chile existen dos normas principales respecto al almacenamiento. Uno es la Ley de Almacenamiento y Electromovilidad, promulgada hace dos años y que establece el financiamiento de proyectos a través del pago por inyección de energía al sistema y por disponibilidad en momentos de mayor demanda. Además, busca acelerar el retiro de centrales a carbón para dar mayor seguridad respecto a la descarbonización. 

Un año después, se creó el Decreto Supremo N°70, cuyo objetivo es, a través de un reglamento, incorporar a la normativa los proyectos de almacenamiento dentro del Sistema Eléctrico Nacional, particularmente en el mercado de transferencias de potencia. Esto con el fin de dar mayor certeza regulatoria para la inversión.

La investigadora del Centro de Energía de la Universidad de Chile, Dasla Pando, da especial énfasis al reglamento creado por el Decreto 70, cuyo contenido otorgó nuevas formas de financiamiento para las empresas.

“La capacidad de instalar almacenamiento ha aumentado muchísimo en el último tiempo, y no solo es un reflejo de la ley, sino que además viene acompañada del reglamento de potencia, porque introdujo la posibilidad de pagar por potencia a las energías renovables, incluyendo también al almacenamiento", señala.

Para ella, ese fue uno de los grandes cambios, que viene acompañado de la habilitación legal que introdujo la ley de electromovilidad y almacenamiento, porque sin eso no se podría, por ejemplo, tratar al almacenamiento como un recurso independiente energético.

Promulgación de la Ley de Almacenamiento. Fotografía: Ministerio de Energía.

Las proyecciones para 2025

Hasta fines del año pasado, Chile apostaba sus grandes cartas a dos tecnologías: el almacenamiento a través de un sistema de aire líquido y las centrales de bombeo, con base en dos proyectos que fueron parte del Reporte Energía Abierta Ciudadana de Almacenamiento hecho por la Comisión Nacional de Energía.

Se trata del Proyecto ENSICOM de Enlasa Energía (aire líquido), cuya aprobación fue obtenida durante 2022, y la Central de Bombeo Paposo, que no pudo realizarse debido al término anticipado dictaminado por el Servicio de Evaluación Ambiental. 

Dentro del mismo reporte, la autoridad proyecta contar 2.213 MW de capacidad para fines de 2025. 

Para Palma, las autoridades deben ser capaces de innovar a través de las herramientas que tienen actualmente para enfrentar este desafío, siendo clave el rol del Coordinador Eléctrico Nacional, la descentralización y el balance de costos en la energía renovable. 

“No se necesitan tanto nuevas reglas ni nuevas leyes, que es como patear el problema para el futuro. Con lo que hay, hay mucho espacio para mejorar”: Rodrigo Palma

Este artículo fue producido con el apoyo de Climate Tracker América Latina

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