#CompraCanadiense y #ApoyaLoLocal, dos respuestas para Trump desde Canadá

El anuncio de EE.UU. de aplicar aranceles a las importaciones desde Canadá quedó suspendido. Hay malestar en los consumidores canadienses.

#CompraCanadiense y #ApoyaLoLocal, dos respuestas para Trump desde Canadá
En locales comerciales de licores en Winnipeg (Canadá) se retiraron de las perchas productos de origen estadounidense, el 3 de febrero del 2025. Foto: Cortesía

Por Nancy Verdezoto Feijóo

Estados Unidos detuvo por un mes la imposición del 25% de aranceles a los productos que Canadá y México exportan a esa nación.

Esta decisión se tomó luego de que los líderes de esos países hablaran con el presidente estadounidense, Donald Trump, y se comprometieran a reforzar las fronteras y a mejorar los controles antimigratorios y antidrogas.

El primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció a través de su cuenta de X, que habían alcanzado un acuerdo temporal con EE.UU., para fortalecer la guerra contra el fentanilo.

A esto, la respuesta de Trump en la red social Truth Social fue: "como Presidente, es mi responsabilidad asegurar la seguridad de TODOS los americanos y eso es lo que estoy haciendo. Estoy muy satisfecho con los primeros resultados”.

Según Trump, Canadá ha permitido el ingreso a Estados Unidos de fentanilo y de migrantes ilegales por su frontera, lo que ha vulnerado la estabilidad y seguridad de su país. Sin embargo, analistas consideran que esta es una medida proteccionista por la balanza comercial negativa que tiene EE.UU. con Canadá.

De hecho, de acuerdo con datos de la Agencia de Control Fronterizo de Estados Unidos, el ingreso de fentanilo a Estados Unidos por la frontera norte que limita con Canadá fue de 43 libras, en 2024.

Cifras del Instituto Peterson para la Economía Internacional (PIIE por sus siglas en inglés), señalan que en 2024, EE.UU. exportó USD 351,8 MM (miles de millones) e importó USD 412,6 MM desde Canadá.

Eso dio como resultado un balance comercial negativo de USD 60,8 MM para la nación gobernada por Trump.

El domingo en la noche (2 de febrero 2025), el presidente Trump en una rueda de prensa en la Base Andrews, dijo que "Canadá ha sido muy abusivo con Estados Unidos por muchos años. Ellos no permiten que nuestros bancos ingresen allá. Si tenemos un banco americano, ellos no permiten su ingreso”.

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Canadá mantiene su plan

Desde que Trump anunció los nuevos aranceles, el Gobierno canadiense ha mantenido conversaciones con altos representantes del Gobierno estadounidense para evitar esa medida. Esos diálogos tuvieron efecto la tarde del 3 de febrero.

No obstante, la decisión de Canadá -en caso de que Trump insista con la imposición de aranceles- se mantiene. Se aplicarán medidas de represalia, con el objetivo de minimizar el impacto en la economía nacional y proteger a las industrias afectadas.

La principal, la imposición de aranceles, también del 25%, sobre productos estadounidenses valorados hasta es USD 155.000 millones.

“No nos quedaremos de brazos cruzados mientras nuestras industrias y trabajadores son atacados injustamente”, declaró Trudeau el domingo 2 de febrero del 2025, en una rueda de prensa. “Canadá es un país abierto al comercio, pero también defenderemos nuestros intereses”.

Además, el Gobierno anunció un programa de "remisión" que permitirá a las empresas canadienses solicitar alivios o reembolsos de aranceles, bajo ciertas condiciones. Entre ellas, la imposibilidad de obtener bienes de fuentes no estadounidenses o en circunstancias excepcionales, con impactos económicos severos.

Dominic LeBlanc, ministro de Finanzas de Canadá, declaró que esta acción busca brindar estabilidad económica y evitar despidos masivos en industrias clave. "No permitiremos que nuestras empresas sufran por una decisión arbitraria de Estados Unidos", enfatizó LeBlanc.

En la mañana del 3 de febrero del 2025, el Gobierno canadiense presentó la primera parte del plan que impactará con el 25% a USD 30.000 millones, en bienes importados de EE.UU.

La lista incluye más de 700 productos estadounidenses. Entre ellos, alimentos, ropa, jugos, materiales de construcción, madera, luminarias, pinturas, colchones, muebles, licores.

Sin embargo, en el transcurso de la tarde, luego del anuncio de Trudeau, la imposición de aranceles desde Canadá también quedó suspendida.

Los alimentos de origen estadounidense se verían afectados por la aplicación de aranceles en Canadá. Foto: Flickr archivo White House

La sociedad canadiense reacciona

Desde que Trump anunció su intención de aplicar impuestos a las importaciones canadienses, la sociedad canadiense ha visto renacer un sentimiento nacionalista y ha mostrado rechazo a todo lo “americano”.

En redes sociales se han organizado campañas para boicotear la compra de productos estadounidenses y a su vez se promueve el consumo del producto nacional, usando etiquetas como #BuyCanadian (#CompraCanadiense) y #SupportLocal (#ApoyaLoLocal).

Los ciudadanos han organizado y distribuido listas de cuáles son productos americanos y sus similares canadienses, para asegurarse de que todos compren productos locales.

“Lean las etiquetas de los productos. Si dicen hechos con productos canadienses, cómprenlos”, señala una publicación en un grupo de Facebook de una importante cadena de supermercados. Esto, porque muchas empresas estadounidenses tienen sus fábricas instaladas en territorio canadiense.

Estos carteles se ubicaron en los locales de licores de Winnipeg, advirtiendo que ya no se venderán productos de EE.UU. y por el contrario se ofrecen productos locales. Foto: cortesía

Asimismo, los primeros ministros de provincias como Ontario, Columbia Británica, Manitoba, Newfoundland y Laborador, Quebec, Saskatchewan, New Brunswick, Prince Edward Island y Nueva Escocia anunciaron que retirarán de las perchas todos los licores estadounidenses, desde el 4 de febrero del 2025.

En las tiendas de licores de algunas de esas provincias ya se veían letreros de “Ya no vendemos licores americanos, pregúntanos por las increíbles alternativas canadienses”. Esta decisión se mantiene por el momento.

Las protestas también se han hecho sentir en eventos deportivos. En varios partidos de la Liga Nacional de Hockey (NHL), en donde juegan equipos canadienses y estadounidenses, se han registrado abucheos al himno nacional estadounidense, un reflejo del creciente descontento popular.

Normalmente, los canadienses cantaban el himno estadounidense en los estadios, pero desde este fin de semana, la situación cambió.

Impacto económico y comercial

Los aranceles anunciados por Trump y la respuesta inicial de Canadá han tenido un impacto significativo en el comercio bilateral.

Canadá es el mayor socio comercial de Estados Unidos, con un intercambio de bienes y servicios que supera los USD 600.000 millones anuales.

Según el Banco de Montreal, los impuestos golpearán con fuerza la economía canadiense. “Si los aranceles anunciados se mantienen durante un año, la economía se enfrentaría al riesgo de una modesta recesión”, señaló el Banco.

De acuerdo con un estudio de la Universidad de Toronto se estima que los aranceles podrían reducir la economía canadiense en 1%. No obstante, el impacto también se sentirá en Estados Unidos, donde algunas industrias dependerán de importaciones más costosas, lo que podría generar disminución en la competitividad y aumentos de precios para los consumidores.

Las industrias más afectadas en Canadá incluyen la manufactura de acero y aluminio, que emplea a más de 100.000 personas. "Cada dólar en aranceles significa menos inversiones y, en algunos casos, despidos inminentes", dijo Dennis Darby, presidente de Canadian Manufacturers & Exporters.

La industria automotriz también se verá afectada, no solo para Canadá sino también para EE.UU. “Los impuestos estadounideses a los vehículos y sus partes reducirá la producción vehicular en Norteamérica, incrementará el precio de los autos y llevará a la pérdida de empleos en las ensambladoras a lo largo del continente”, comentó Brian Kingston, presidente y CEO de la Asociación Canadiense de Ensambladoras de Vehículos.

Acuerdo comercial a la deriva

Desde la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en 2017, la relación comercial con Canadá ha sido objeto de tensión y renegociaciones.

Hoy, la situación tocó su punto más bajo, luego del anuncio inicial del presidente Trump de imponer aranceles a productos canadienses.

Eso, a pesar de la existencia del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que fue impulsado y firmado por el propio Trump en 2018, como reemplazo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

El T-MEC entró en vigor el 1 de julio de 2020, con el objetivo de modernizar el comercio entre los tres países de América del Norte.

Entre sus principales características se encuentra el fortalecimiento de las reglas de origen en la industria automotriz, la protección de los derechos laborales y la regulación del comercio digital.

El 30 de noviembre del 2018, en el marco de una reunión del G-20 en Argentina, los presidentes de México, Enrique Peña Nieto (izq.); de Estados Unidos, Donald Trump y el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, suscribieron el acuerdo del T-MEC. Foto: archivo Flickr White House

A pesar de la existencia de este acuerdo, Trump impuso aranceles a las importaciones de acero y aluminio canadienses en 2018, alegando razones de "seguridad nacional".

El Gobierno de Canadá calificó la acción como "insultante y absurda", y respondió con la aplicación de aranceles a productos estadounidenses, incluidos el whisky, los productos de acero y varios bienes de consumo.

Este intercambio de represalias marcó uno de los momentos más tensos en la relación comercial entre ambos países en décadas.

Canadá ha respondido de manera decidida a los aranceles impuestos por Estados Unidos, implementando medidas de represalia y fomentando un sentido de unidad nacional.

Mientras el Gobierno trabaja en estrategias para proteger a la industria local, la sociedad canadiense se prepara para afrontar las decisiones de su único vecino, tratando de adaptarse y resistir frente a las políticas comerciales de la administración Trump.

El futuro de la relación comercial entre Canadá y Estados Unidos dependerá de las negociaciones en los próximos meses.