Salas de lactancia materna, para atender a mujeres en situación de movilidad humana, en 7 cantones
Por Cristina Márquez
Las salas para la lactancia materna que instaló la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Ecuador están diseñadas para que las madres puedan amamantar a sus hijos con tranquilidad, seguridad y de una forma digna.
Las salas, pese a ser espacios pequeños, están equipadas con sillones, almohadones, lavabos, materiales para la extracción manual de leche, artículos de higiene y otros insumos, para que las madres migrantes se sientan cómodas y no interrumpan el proceso de lactancia por su situación de movilidad.
Algunos lactarios están instalados junto a los ‘espacios amigos de la niñez’, que son pequeñas salas de juegos para que las madres que tienen otros hijos puedan amamantar tranquilas, mientras sus niños juegan en un sitio seguro.
Estas salas están ubicadas en siete cantones del país: Quito, Guayaquil, Cuenca y Manta, donde hay una alta concentración de migrantes, y Huaquillas, Lagoagrio y Tulcán, donde hay un flujo constante de extranjeros debido a que son ciudades fronterizas.
Un factor clave, en la lucha contra la desnutrición crónica infantil
Daniel de la Torre, oficial nacional de migración y salud de la OIM, explica que asegurar la lactancia materna es parte de la lucha contra la desnutrición crónica infantil y es parte de uno de los ejes de acción de esa organización: fortalecer la atención en salud a las personas en situación de movilidad.
“Las salas son nuestra forma de integrarnos a otras iniciativas emprendidas por diversas organizaciones, para evitar la desnutrición en los primeros 1.000 días de vida“, explica De la Torre.
Para un bebé en sus primeros seis meses de vida, la leche materna es el alimento más completo. Los expertos incluso la consideran como una primera vacuna, debido a que el sistema inmunológico del niño recibe refuerzos.
Es rica en vitaminas, hierro y es el único alimento que contiene todos los nutrientes que requiere el niño, en sus primeros meses de vida.
“Emprendimos este proyecto porque detectamos la necesidad de las madres y sus hijos. La intención es proveerles de un sitio con condiciones dignas, para un acto tan trascendental en la vida como es la lactancia”, dice De la Torre.
¿Cómo acceder a las salas de lactancia?
Los lactarios están abiertos todo el día. Están instalados en los sitios frecuentados por las madres migrantes, como los albergues, comedores, centros de asistencia humanitaria…
Para ingresar no es necesario estar registrada o tener alguna documentación. Está abierta a las madres migrantes y a las madres de las comunidades de acogida a migrantes.
Hasta el momento ya están funcionando cinco salas en Quito, Tulcán y Huaquillas. En los próximos meses se habilitarán otras seis salas.
Se espera contar con 13 salas operando en el país al terminar el 2022. Para el 2023 la OIM prevé habilitar al menos tres lactarios más por cada territorio.
Los migrantes en Ecuador llegan principalmente de Venezuela
Según cifras levantadas en los estudios técnicos de la OIM hay al menos unas 6 600 familias de migrantes que llegan al Ecuador o pasan por el país.
En estos grupos se incluye a una mujer embarazada o a una madre lactante, por lo que tener un espacio seguro para alimentar a sus hijos es indispensable.
Los técnicos de esa organización no gubernamental que trabaja en Ecuador desde el 2016, también detectaron que los migrantes llegan principalmente de Venezuela y que sus principales necesidades son el acceso a los alimentos, un sitio de albergue y obtener un empleo.