El proyecto de la vía Salcedo-Tena alarma a los ambientalistas
Varias organizaciones piden parar la construcción; la prefecta Tibán habla de un plan de manejo ambiental
Organizaciones ambientales, sociales, comunidades y representantes del sector privado enviaron el 25 de noviembre de 2024 una carta a las autoridades nacionales y seccionales, frente a la propuesta de construir una carretera desde Salcedo a Tena y que atravesaría el Parque Nacional Llanganates (PNL).
Este proyecto pone en riesgo la rica biodiversidad de esta área protegida, la conectividad ecológica que garantiza la salud de los ecosistemas y la provisión de servicios ambientales esenciales como el agua potable, que beneficia a miles de personas en la región, señalan los firmantes.
Asimismo, dicen, "en el contexto de una crisis climática y energética que afecta a miles de ciudadanos con sequías prolongadas y escasez de agua y energía eléctrica, la destrucción de ecosistemas clave agrava estos problemas y contradice los esfuerzos globales para mitigar el cambio climático, frenar la pérdida de biodiversidad y garantizar el bienestar de las comunidades”.
Tibán: un plan ambiental
El proyecto, que ha sido evocado en varios gobiernos, actualmente es impulsado por las prefecturas de Napo y Cotopaxi. Lourdes Tibán, prefecta de esta última provincia, dijo que la vía ya atraviesa 60 kilómetros por la mitad del Parque, contados a partir del ingreso a esta área protegida.
“De ahí cogemos el río Ana Tenorio, el río Mulatos, el Jatunyacu y ya estamos en Tena. O sea ahorita la vía ya no está en el lado del Cotopaxi, en el lado del Tena desde el Cotopaxi están abiertos 40 kilómetros más”, le dijo a esta plataforma.
Asimismo, argumentó que todos los parques nacionales deben tener un manejo ambiental adecuado. Puso como ejemplo el Parque Nacional Cajas, que “también es reserva y la vía El Cajas pasa por ahí y no se acaba el mundo”.
Una expedición formada por un geólogo y dos ingenieros de la Prefectura de Cotopaxi y del Municipio de Salcedo, con la ayuda de guías especializados, estudia desde la semana pasada la prefactibilidad de la vía.
Diario Expreso informó que al grupo debían sumarse más tarde dos guardaparques y delegados del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (Maate), y técnicos de la Prefectura de Napo.
Tibán informó que en el recorrido de este 26 de noviembre de 2024, los expertos exploraron otros 50 ó 60 kilómetros, “porque ya van a poner en blanco y negro el trabajo que fueron a hacer, y lo que tendríamos que hacer es un plan de manejo ambiental”.
“Pero todavía no hay estudios, todavía no hay nada. Han abierto hasta el kilómetro 60 en la época de Velasco Ibarra (en su último período presidencial 1968-1972, N.D.L.R.), y eso es lo que hay. Siempre vamos a tener las críticas ambientales, pero hay que llegar a un acuerdo sobre el manejo ambiental en ese sector”, dijo.
“Siempre vamos a tener las críticas ambientales, pero hay que llegar a un acuerdo sobre el manejo ambiental”: Lourdes Tibán
Esta discusión también tomó fuerza en 2010, cuando César Umajinga era prefecto de Cotopaxi y consideró que la vía era una vieja aspiración local, para unir rápidamente la Sierra con la Amazonía. Entonces se calculaba que la vía podía alcanzar los 140 kilómetros de longitud.
Tibán, entonces asambleísta, invitó a los representantes de los ministerios de Ambiente y Obras Públicas a la Asamblea Nacional para analizar el tema. El entonces llamado Ministerio del Ambiente ya había emitido informes sobre los problemas que podía causar la vía en el Parque.
Organizaciones: no a la vía
La construcción de una carretera en esta área protegida contraviene la Constitución y las leyes ecuatorianas, que establecen la obligación del Estado de preservar y gestionar efectivamente el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, dicen las organizaciones.
Ponen como ejemplo experiencias previas, como las de los parques nacionales Sangay y Yasuní, que han demostrado que estas intervenciones no solo fragmentan los ecosistemas, sino que también facilitan actividades ilegales como la minería no regulada y la deforestación, incrementando los impactos negativos sobre la biodiversidad y las fuentes de agua.
"Estas intervenciones fragmentan los ecosistemas, facilitan actividades ilegales y aumentan los impactos negativos sobre la biodiversidad": firmantes
Las organizaciones firmantes hacen un llamado al Gobierno Nacional, a los gobiernos locales y a la ciudadanía a asegurar la conservación del Parque Nacional Llanganates y detener de inmediato el proyecto de la carretera Salcedo-Tena.
Asimismo, invitan a la cooperación internacional, a organismos multilaterales y a la sociedad civil a sumarse a este esfuerzo en defensa de la vida, el agua y el bienestar común, promoviendo un modelo de desarrollo sostenible que no comprometa los recursos naturales ni el legado ambiental.
Área protegida desde 1996
El Parque Nacional Llanganates, declarado como área protegida en 1996 y sitio Ramsar (incluido en la lista de humedales de importancia internacional de la Convención sobre los Humedales) en 2008, abarca una de las zonas más emblemáticas del centro del país, conectando los Andes con la Amazonía.
Sus ecosistemas únicos incluyen páramos húmedos, bosques nublados y altoandinos, hogar de especies amenazadas como el oso de anteojos, el jaguar y el tapir, además de una gran diversidad de aves, anfibios y reptiles.
El parque también es un reservorio hídrico estratégico para ciudades como Ambato y Baños, siendo vital para la seguridad hídrica y energética de la región, señalan los firmantes.
La biodiversidad de los Llanganates ha sido muy poco estudiada precisamente por lo inaccesible de su terreno. En la última década se han realizado varios inventarios para conocer su flora y fauna y, si bien son incompletos, nos brindan una idea de su biodiversidad.
Se calcula que existen más de 800 especies de plantas, entre las que resaltan las orquídeas, muchas de ellas registradas como endémicas de estos bosques. En cuanto a la fauna de vertebrados, se reporta cerca de 300 especies de aves, alrededor de 50 de mamíferos, y más de 20 especies de reptiles y anfibios.
En las partes altas, sobre los 3.500 metros, está el páramo. Entre los pajonales hay plantas pequeñas como sunfo, achicorias, almohadillas, valerianas y gencianas, estas últimas con flores de llamativos colores de tonalidades rosadas.
En la zona central del parque aparece un especie representativa de estos páramos y del parque en general: los frailejones. A diferencia de los frailejones de los páramos del Carchi, la subespecie que se encuentra en los Llanganates tiene una altura mayor, pudiendo llegar hasta los 10 m altura.
Bajo el páramo, el bosque andino tiene árboles de aliso, cedro, cashco y pumamaqui; arbustos como chilcas, zagalitas, y hierbas como taxos de gallo, helechos y orquídeas.