La proliferación de certificaciones de sostenibilidad y el 'greenwashing' traen desafíos y oportunidades
Redacción Youtopía
A partir de la década de los años noventa, el mundo registra un gran crecimiento en la entrega de certificaciones de sostenibilidad.
Si bien en los últimos cinco años se registran niveles de estancamiento, el aumento de la demanda de estos certificados es evidente también en América Latina (AL) y el Caribe.
Un reciente estudio publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) da cuenta del comportamiento de este sector y los grandes desafíos.
En el documento Certificaciones empresariales de sostenibilidad en América Latina y el Caribe, elaborado por Nicolás Araya y Felipe Correa, publicado este 16 de mayo de 2023, se da un vistazo al panorama regional y se plantean retos y oportunidades.
En el estudio se toma como referencia dos bases de datos de alcance mundial: Standards Map y Ecolabel Index. El primero es desarrollado y actualizado por el Centro Comercio Internacional (ITC por sus siglas en inglés).
Al 2022, Standards Map registra un total de 323 certificaciones a escala global y de esas, 191 están presentes en la región (59,1%).
La evaluación y el impacto de las certificaciones
“Evaluar el impacto de las certificaciones es uno de los grandes problemas de este tipo de iniciativas”, señalan los autores del estudio.
Las certificaciones son entre sí muy diferentes y muchas de ellas se enfocan en sectores específicos y en objetivos particulares, que no se replican en otras certificaciones.
En cuanto a los beneficios, certificarse puede permitir a una organización acceder a nuevos mercados, mediante la diferenciación y posicionamiento que conlleva la certificación.
Además, permite acceder a créditos tradicionales, gracias a los cambios organizacionales que implica la certificación, y a créditos sostenibles, gracias a su nueva imagen.
No obstante, medir el impacto ambiental o social de una certificación es uno de los temas más complicados de la investigación en este campo.
Respecto a la falta de impacto permanente en el largo plazo, se menciona en el documento, existe cierto acuerdo en que esto se debe a que las certificaciones que elaboran sus criterios con una mentalidad de ‘checklist’, sin un enfoque de manera continua.
La proliferación de certificaciones y el 'greenwashing'
En términos teóricos, un constante aumento de certificaciones no debería ser algo negativo. Sin embargo, la proliferación no se ha visto que tenga resultados necesariamente positivos.
“El principal problema es que el gran aumento de certificaciones ha generado creciente confusión, tanto para consumidores como para productores”.
Para los consumidores es difícil saber qué certificación efectivamente cumple con los criterios que ellos valoran y cuáles son 'greenwashing'. Para los productores en cambio, no hay suficiente claridad respecto a qué certificación tomar, pues deben ponderar una serie de variables diferentes.
“La constante demanda de estándares de parte de ciertos mercados aumenta, además, los costos de los productores, pues estos deben crecientemente certificarse en distintas certificaciones para así lograr satisfacer la demanda de los diferentes mercados”.
La dificultad para los pequeños productores
Los pequeños productores tienen mayor dificultad para comprender la importancia de medir distintos índices de sostenibilidad, mediciones que son indispensables para la certificación.
A esto se suma el hecho de que los pequeños productores no alcanzan los niveles organizacionales y de recuperación de la información, que requieren estos instrumentos.
Además, existen importantes costos en los que se incurre para una certificación, lo que implica que este grupo tenga mayor necesidad de recurrir al apoyo de fuentes externas.
Los pequeños productores no solo tienen mayores dificultades para conseguir una certificación, sino que, incluso si obtienen la certificación, los beneficios percibidos de ella pueden ser menores a los que recibirían productores de mayor tamaño.
Las oportunidades para el sector público
Los gobiernos pueden jugar un rol importante en resolver las brechas informacionales, que generan confusión debido a la proliferación de distintas certificaciones.
Además, pueden otorgar mayor visibilidad a las certificaciones que deseen fomentar y que estimen pertinentes para sus objetivos políticos, económicos y sociales.
“Aumentar la información disponible sobre la certificación ayuda a abrir nuevos mercados para los productos certificados y aumentar así los incentivos de los productores a certificarse”.
Tener un ambiente regulatorio adecuado para la implementación de certificaciones es de especial importancia para los países de menores ingresos, cuyas instituciones no están a la par de la legislación internacional.
Los gobiernos pueden ayudar económicamente a los procesos de certificación, mediante compras públicas o a través de subsidios o reducciones de impuestos.
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