Pastaza, menos proclive que antes a la actividad petrolera
Hay al menos cinco razones para pensar que esa provincia está hoy menos dispuesta que en la década pasada. Conózcalas.
El anuncio presidencial de iniciar actividades exploratorias en el bloque 86 y reactivar la Ronda Suroriente enciende los ánimos. ¿Cuáles son las razones por las que el intento puede volver a fracasar?
La Ronda Suroriente fue lanzada en noviembre de 2012 por el gobierno de Rafael Correa, sin mayor éxito, para la licitación de 13 bloques, casi todos en Pastaza, además de Napo, Orellana y Morona Santiago.
No hubo ofertas para la mayoría de bloques, pero en abril de 2015 se firmó el contrato del bloque 28, cercano a Puyo, con el consorcio encabezado por la desaparecida PetroAmazonas más Enap de Chile y Belorusneft de Rusia.
En enero de 2016, Andes Petroleum firmó con la Secretaría de Hidrocarburos los contratos para la exploración y explotación de los bloques 79 y 83, en Pastaza.
En 2018, Lenín Moreno intentó lanzar nuevamente la Ronda pero esta vez solo con los bloques 86 y 87 y el bloque 22, pero no tuvo éxito, en parte por la oposición de las comunidades indígenas.
Guillermo Lasso volvió a presentar la Ronda en octubre de 2023 en el foro Ecuador Open for Business, y se habló de una necesidad de inversión de USD 4.700 millones para descubrir nuevas reservas, pero no se concretó.
El gobierno de Daniel Noboa anunció que trabaja para tener lista la Ronda para el primer semestre de 2026, con lo que espera inversiones de USD 20.000 millones y un pico de producción de 300.000 barriles diarios.
Los argumentos del Estado
El Estado necesita compensar los ingresos que ya no generará la explotación del Bloque 43, en el Parque Nacional Yasuní, como resultado del Sí de la Consulta de agosto de 2023 para mantener el crudo bajo tierra en esa área.
Durante la campaña presidencial, Daniel Noboa minimizó el efecto de esos ingresos en el presupuesto del Estado, por los costos de producción. El del Bloque 43 o ITT es un crudo pesado difícil de extraer y transportar.
Hoy el panorama económico es apremiante. El Banco Central estima que las necesidades fiscales para 2024 superarán los USD 9.000 millones.
Las causas que esgrime la entidad son la disminución de ingresos por el cierre del bloque 43-ITT; la caída en recaudación de impuestos por la desaceleración de la economía, y la necesidad de recursos para seguridad interna.
Tarsicio Granizo, ministro del Ambiente durante 15 meses en el gobierno de Lenín Moreno y actual director de WWF-Ecuador, cree que se quiere “volver a lo de siempre” en lugar de ir a un modelo económico post petrolero.
“Me imagino que harán una ronda petrolera. Hay que ver las condiciones que planteará el Estado y las consideraciones ambientales, pues se podría priorizar la ganancia económica sobre la pérdida ambiental”, advierte.
Para él, otro problema a tener en cuenta es que se trata de una zona de frontera. Si van a construir una carretera -dice- puede ser un desastre porque es lo que más impacta, por la colonización y por la deforestación.
Si se explota petróleo en el Suroriente, tiene que ser con alta tecnología: con helicópteros y con perforación tipo racimo. Por eso es importante exigir al Gobierno transparencia en los datos, enfatiza Granizo.
También señala que si el crudo es de pésima calidad como el del ITT, hay que pensar en el costo-beneficio incluso a nivel económico. “El del ITT es tan pesado que tienen que calentarlo para pasarlo por el oleoducto”.
Cree que el Ministerio de Ambiente, con Sade Fritschi, era casi una subsecretaría del Ministerio de Energía. Tiene que cambiar con la nueva ministra que sí conoce el tema. Inés Manzano tiene una responsabilidad especial, finaliza.
Los argumentos en Pastaza
La provincia se considera la más verde del país por tener una importante superficie de bosques y cobertura vegetal intacta. Otra de sus características es alojar a comunidades amazónicas originarias.
El Prefecto de Pastaza y el Alcalde de Puyo triunfaron en las elecciones seccionales de 2023 con una agenda ambiental que suscita el interés de los habitantes, sobre todo de los más jóvenes.
El GAD de Pastaza cuenta con un fuerte plan de gestión ambiental que incluye a los pueblos originarios, considerados por Andrés Coloma, subdirector Ambiental, como “los reales guardianes de la naturaleza y los recursos”.
Un tema sensible para ese GAD es la construcción de carreteras, “porque llevan muchos problemas sociales”. Por eso combinan las modalidades de transporte, incluyendo el fluvial y el aéreo, en función de las zonas.
Coloma le dijo a este portal en 2023 que una mesa de cooperación les ayuda a articular proyectos y procesos. En muchos casos el modelo de gestión funciona con un socio implementador que es un donante del exterior.
El éxito de trabajar en un territorio tan amplio es tener otros sectores, dijo el funcionario. Trabajan con 10 cooperantes y ONG: TNC, CI, WWF, NCI, Tropico, EcoCiencia, Pachamama, Imbar, GIZ y WCS.
Kankuana Canelos, comunicadora comunitaria, cree que los habitantes están activos, en función de lo que ha pasado en las asambleas de la Confeniae y en las asambleas del pueblo kichwa de Pastaza.
“No están diciendo 'eso nos va a traer beneficios y ya, que sigan con su proyecto'”. Hay fuerza en el No de los territorios y los comunicadores como yo y otros colegas de cada organización, escuchando a las abuelas y a los abuelos y a las bases, dice.
Canelos admite que no han tomado el anuncio con buenos ojos, pues Pastaza ha cambiado su mirada sobre las empresas extractivas. “Recordemos que en la consulta de Yasuní ITT en el sector urbano la gente dijo Sí a Yasuní, Sí a la vida".
Concluye que hay mucha gente en la ciudad y en las comunidades con esa conciencia de que la vía para sus habitantes “es el territorio, son los ríos que tenemos, son ese espacio donde nosotros hacemos nuestra vida”.
Por último, pregunta a quién han consultado, con quién han hablado. “Están violando derechos y es por eso también que se lucha desde las organizaciones y los pueblos para que la consulta previa libre sea una ley y un derecho”.
Dónde está la Ronda Suroriente
El cantón más grande del país (19.727 km²., es decir una superficie superior a la de 21 provincias ecuatorianas) lleva el mismo nombre que su provincia: Pastaza, y su capital es Puyo.
En cuanto al cantón Arajuno, su capital lleva el mismo nombre y tiene una superficie de 8.767 km². El Gobierno Autónomo Descentralizado de Arajuno maneja un plan de turismo con 27 comunidades; cada una cuenta con una reserva.
Los dos cantones limitan con el Parque Nacional Yasuní. Sus habitantes están comunicados por una extensa red de ríos. Es en esos dos cantones donde está la mayoría de bloques petroleros de la Ronda Suroriente.
El bloque que ha escogido el Estado para exploración es el 86, donde viven los pueblos Shivias y Sapara. Los otros que habitan Pastaza son Achuar, Shuar, Waorani, Andoa y Kichwa, la más numerosa.
El Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) Municipal de Arajuno maneja un importante plan de proyectos ambientales y de turismo con 27 comunidades; cada una de ellas cuenta con una reserva.
Pedro Serembo, encargado de los proyectos de sostenibilidad, señala que desde 2008 existe la red de turismo comunitario, aunque reconoce que hace falta mayor capacitación y mayor financiamiento.
“Es -dice- una alternativa de desarrollo para poder vivir, porque no son empresarios, no son ganaderos, los pueblos y nacionalidades tenemos nuestra fortaleza en nuestros territorios y en nuestra cultura”.