"Para reciclar en casa no es necesario tener cinco tachos sino simplemente una funda"

Laura Guanoluisa comparte su experiencia como recicladora y dirigente, en el Día Mundial del Hábitat

"Para reciclar en casa no es necesario tener cinco tachos sino simplemente una funda"
Laura Guanoluisa Toapanta (izquierda) en labores de reciclaje. Foto: Archivo particular.

Laura Guanoluisa es un pilar de la Red Nacional de Recicladores del Ecuador (Renarec); hoy se desempeña como su vicepresidenta. Ella evalúa los logros de los recicladores en los últimos 15 años, cuenta las dificultades del oficio y aconseja cómo debemos reciclar de modo adecuado los residuos.

¿Cuándo fue creada y a quiénes representa la federación?

En 2008 fue conformada la Renarec con ocho organizaciones a nivel nacional; ahora somos 57. Somos parte de la organización 1.800 familias, pero también trabajamos por los compañeros que no están organizados y que representan 20.000 familias en todo el país. El 70% somos mujeres; el 50% de la tercera edad y jefas de hogares.

"En la federación, que hoy aglutina a 57 organizaciones a nivel nacional, el 70% somos mujeres; el 50% de la tercera edad y jefas de hogares"

La federación viene trabajando en políticas públicas, en el derecho al trabajo. Siempre estamos trabajando con los municipios, viendo si se puede hacer un cambio de ordenanza o haciendo propuestas de ordenanzas para que vayan incluyendo a los recicladores de base.

Siempre hemos venido trabajando porque las y los compañeros se organicen, porque solo así podemos luchar por nuestros derechos. Ahorita ya tenemos una Ley de Economía Circular Inclusiva; en municipios como el de Cuenca estamos trabajando en una ordenanza que reconozca el trabajo de los recicladores. En Portoviejo también y en algunas otras ciudades trabajamos en conjunto con municipios, concejales y alcaldes.

¿Cómo se vinculó usted al reciclaje?

Como recicladores toda la vida, venimos de generación en generación. No hemos sido reconocidos totalmente. Ahora con el proceso que hemos venido trabajando, un poquito el Gobierno, los municipios, nos han ido reconociendo.

No le digo que la ciudadanía nos reconozca al 100%. Nos ven trabajando en las calles y siempre nos discriminan, hasta ahora hay discriminación. 

¿Usted se siente más o menos discriminada que antes?

Digamos que menos. Durante estos 15 años como que hemos visibilizado nuestro trabajo de recicladores. Ahora no al 20%, pero digamos que el 5% de los ciudadanos ya saben del reciclaje, que hay recicladores de base en toda la ciudad, en cada calle, en cada cuadra, en cada conjunto, un edificio, siempre hay un reciclador o recicladora de base que está todos los días trabajando.

Entonces como que ya la ciudadanía nos va reconociendo. Pero todavía todavía hay discriminación en la ciudadanía y en los municipios.

"Digamos que el 5% de los ciudadanos ya saben que hay recicladores de base en toda la ciudad, en cada calle, en cada conjunto, siempre hay un reciclador o recicladora de base que está todos los días trabajando"

Fuera de su federación, hay personas que también reciclan. De hecho, en la pandemia las hubo. ¿Cómo sienten ustedes esa competencia, cómo se resuelve esa lucha en el día a día?

En la pandemia fue muy difícil, porque si uno no sale a reciclar un día, no genera los recursos para las familias. Pero como federación tuvimos que ver si nos apoyaban con kits de alimentación para los compañeros y  compañeras a nivel nacional. Las empresas nos apoyaron, los municipios de algunas ciudades también. Fundaciones también. Quienes nos conocen porque trabajamos con ellos nos apoyaron porque muchos compañeros no tenían para sobrevivir.

¿Y cómo han sentido la competencia en el sector?

En Quito somos 12 organizaciones y estamos en centro, norte, sur, valles, Calderón. Siempre hemos tenido una sectorización y la mantenemos como organizaciones, pero los compañeros independientes también tienen sus rutas.

Con los que hemos visto a veces la competencia es con los chatarreros, ellos tienen sus propias camionetas y se adelantan, llevándose casi todo el material. Con los compañeros independientes que tienen vehículos también, porque se adelantan, con ellos sí hemos tenido bastante competencia.

Y también de los inmigrantes venezolanos hemos tenido fuerte competencia, y la agresividad que ellos tienen, a veces se pelean en las calles, porque no respetan los espacios en los que hemos venido trabajando durante muchos años. Sí hay conflictos con ellos, y es muy difícil porque a veces vienen con cuchillos o nos amenazan con pegarnos. 

¿Qué ventaja les está dando la tecnología para organizar su trabajo?

La tecnología es muy importante porque tenemos en las redes sociales nuestros sistemas de comunicación, nuestros contactos, la ubicación, la información de nuestras organizaciones.

También nos pueden llamar o escribir para retirar material y vamos ubicando las organizaciones del sector. La tecnología del celular es muy avanzada y hemos tenido que aprender. Nos ha servido bastante el aprendizaje de la tecnología.

Hemos trabajado en conjunto con ReciVeci una plataforma que nos ha apoyado en la conexión entre usuarios y recicladores de base. Ahora estamos trabajando una plataforma pero que sea de la Renarec, con las prestaciones similares a las de ReciVeci pero ya no sería compartida.

Queremos tener nuestra plataforma para subir dónde están ubicados los recicladores de base, de las organizaciones, de los independientes, y que tengamos nuestra información propia.

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¿Han dado ya pasos para tener su propia plataforma?

Con apoyo de algunas ONG estamos trabajando en el registro de las toneladas recuperadas por cada organización que es parte de la federación. Ya vamos trabajando unos dos años en recoger la información.

Digamos que hayan recuperado una cinco toneladas de cartón al mes, una de plástico al mes, para con esa información poder sentarnos con los municipios y decir: “mire, en Quito hemos recuperado tantas toneladas, somos 12 organizaciones, miren el ahorro que hacemos al Municipio”. 

"Queremos tener nuestra plataforma para tener nuestra información propia. Ya vamos trabajando unos dos años en recoger la información de cuántas toneladas se han recuperado"

Y esas toneladas no se van al relleno sanitario sino que vuelven al ciclo productivo del que se habla en la economía circular.

Es muy importante tener datos, tener números para poder sentarnos y no solo en Quito sino a nivel nacional. Nosotros ya tenemos esos datos de recuperación de los compañeros recicladores en cada provincia.

¿Qué cosas debe hacer un buen ciudadano en cuanto a reciclaje?

Un buen ciudadano debería pensar que no solamente nosotros como recicladores debemos cuidar el ambiente. Con todo este cambio climático no solo en el país sino en todos los países creo que es, debería cambiar de chip, hacer en su casa la separación de los residuos.

Los residuos orgánicos se deberían utilizar para los jardines, por ejemplo, ver la manera de reutilizar y no sacar tantos residuos y mandar al relleno sanitario, que está a punto de un colapso y ya no da más.

Debería pensar un buen ciudadano que no se debería hacer otro hueco, buscar otro terreno, pues se va afectando a la ciudad, al ambiente y a las personas o al barrio que están en el sector, porque los más afectados son quienes viven cerca de los rellenos sanitarios.

"Un buen ciudadano debería pensar que no solamente nosotros como recicladores debemos cuidar el ambiente. Con todo este cambio climático debería cambiar de chip, hacer en su casa la separación de residuos".

Entonces todo eso el ciudadano debe concientizar y hacer desde su casa la separación. No es necesario tener cinco tachos sino simplemente una funda y poner ahí el plástico, la chatarra, el tetra pack, los recipientes, el papel, los libros y los cuadernos que a veces ya no se utilizan. 

Siempre estamos una hora antes de que pase la recolección de la basura y llevamos lo que es para reciclaje. A veces el ciudadano dice: “yo hago la separación en mi casa, dejo la fundita al lado de la basura pero no sé qué pasa, o se van llevando o se mezcla con los residuos de la basura”, pero no es así.

Sí deberían vernos como recicladores de base en las calles. Muchas veces hacen como que no nos ven. Eso es una discriminación, deberían ver que hacemos un trabajo digno y, como yo digo, mientras el ciudadano descansa, las hormiguitas vamos trabajando en la noche, recuperando lo que sacan a la puerta de su casa.

¿En una sola funda deben estar todos los productos reciclables?

Sí, lo único que nosotros pedimos es que en una fundita aparte pongan todo lo que es papel, y la metan en la misma funda del reciclaje. Con eso el papel ya no se contamina -porque el papel es muy delicado, se moja y ya no sirve, en el mercado ya no nos compran.

En la funda de reciclaje pueden ir los envases y las botellas de plástico, de tetrapack, de lata. Simplemente hay que sacudir bien lo que queda del jugo, la leche o el contenido de la lata, y dar una pequeña enjuagada porque también hay que pensar en el ahorro del agua. 

¿Y los residuos metálicos?

Reciclamos lo que es metal de las construcciones, a veces hacen adecuaciones en la casa y sobran pedazos de varillas. También recogemos las latas de atún, de sardina, de durazno, de cerveza. Con tal de que esté limpio y seco, se hace la recolección de ese material.

Igual también lo electrónico. A veces en las casas hay computadoras, televisiones que ya no usan, todo eso reciclamos.

¿Hay que tener un cuidado especial con el vidrio?

El vidrio a veces es bueno poner en otra fundita porque puede romperse, pero tiene que ser vidrio de botella, de cola, de agua, de cerveza, botellas de licor, recipientes, inclusive los frasquitos de vidrio de café, de papillas de bebé. 

Muchas veces las personas ponen vidrios de ventanas. Eso es muy peligroso y podemos cortarnos las manos, los dedos, y nuestras herramientas de trabajo son nuestras manos.

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