La mascotización o tenencia ilegal es un problema en Ecuador
Por Isabel Alarcón
La imagen de un gran pez color café, que mira de lado a los visitantes, cubre una de las paredes de la planta baja del Centro Comercial Iñaquito. A su lado se impone un paiche y, más adelante, un mono y un colibrí observan a las personas. Esta área es parte de la iniciativa Art Walk Ecuador, donde resaltan las pinturas de animales víctimas de distintas amenazas, como el tráfico de vida silvestre.
Aunque muchos no lo reconocen desde lejos, la curiosidad los motiva a leer las palabras debajo de la primera pintura. Allí descubren que se trata del raspabalsa, también conocido como carachapa o pez diablo. Este animal, originario de la Amazonía, es uno de los afectados por la tenencia ilegal o mascotismo.
El tráfico de especies es un problema recurrente en Ecuador. Durante el 2022 se retuvieron 2 013 animales en seis provincias del país.
Fuente: Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (Maate)
Pamela Arias, coordinadora de la estrategia de Tráfico de Vida Silvestre para Wildlife Conservation Society (WCS) Ecuador, cuenta que dentro del comercio ilegal de especies, tener a animales silvestres como mascotas es una de las prácticas más frecuentes en el país.
En el caso del raspabalsas, es común que lo saquen de los ríos amazónicos y lo condenen a vivir en acuarios. Andico Burbano, artista plástico y muralista, cuenta que las personas se aprovechan de que este pez se alimenta de los sedimentos, y lo colocan en estos recipientes para que los mantenga limpios.
Este artista plástico tuvo que aprender todas las amenazas y características del raspabalsas para pintarlo y, con su arte, promover su conservación. “Es algo que desconocía totalmente y me asombró mucho. Por eso elegí el color, que es oscuro, fuerte e imponente”, dice Burbano.
Monos, aves y tortugas: otras víctimas frecuentes
La imagen de un mono resalta en otra zona del pasillo. Esta es otra víctima frecuente del tráfico de vida silvestre, que es usada como mascota. Lo que no saben quienes la compran, es que generalmente los traficantes matan a los padres para capturar a las crías.
El tráfico de especies es un problema recurrente en Ecuador. Según datos del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), durante el 2022 se retuvieron 2.013 animales en seis provincias del país. La mascotización o tenencia ilegal deja graves secuelas en los especímenes que se logran rescatar.
Escuchar a un loro “hablar” o repetir palabras puede ser entretenido o atractivo para quienes compran estos animales y los tienen como mascotas. Sin embargo, estos sonidos son una señal de que están sufriendo niveles extremos de estrés.
Arias explica que los loros o guacamayos son animales muy sociables. Al ser aislados de sus pares, caen en un nivel de estrés tan grande que intentan comunicarse con lo que tienen cerca y por eso tratan de repetir los sonidos que escuchan.
Estos animales son frecuentes en los hogares de las ciudades, al igual que las tortugas que se compran en acuarios. Con estas ocurre otro problema. Las personas no conocen que estos animales, cuando son crías, son carnívoras y necesitan proteína para crecer.
Por ejemplo, las alimentan con lechuga, papaya y manzana. Esto lleva a que el animal siga creciendo, sin que pase lo mismo con su caparazón. Las tortugas mueren aplastadas por su propio cuerpo.
“Somos conscientes de que la gente tiene tortugas o monos porque les gusta y no por maldad, pero no conocen lo que les están causando”, dice Arias. Además, comprar, transportar y vender animales silvestres se sanciona hasta con tres años de cárcel en Ecuador.
WCS lleva a cabo una campaña llamada ‘Tu casa no es mi hábitat’ para visualizar la problemática de la mascotización o tenencia ilegal, que está normalizada en el país. El objetivo es que las personas entiendan el daño que causan al animal y a su ecosistema.
Arte para promover la conservación
Las paredes del CCI, además de mostrar a las víctimas del tráfico de especies, también reúnen las pinturas de los animales afectados por otras amenazas como la cacería y la sobrepesca.
El tiburón martillo, jaguar, delfín amazónico, mono titi, colibrí de cola larga, manatí amazónico, mariposa Morph y peces ornamentales son parte de esta segunda edición del Art Walk Ecuador. Esta es una iniciativa del CCI, con el auspicio de Diners Club, en alianza con WCS.
En esta edición participaron 12 artistas nacionales e internacionales. Emilia Salazar, conocida como ‘La Arisca’, se encargó de pintar al paiche y compartió espacio con Andico para mostrar lo que les ocurre a los peces ornamentales.
“A veces se ve al arte solo como decorativo y el objetivo de las obras es salir de lo decorativo e ingresar en las problemáticas, y que la gente se empiece a cuestionar”, dice esta diseñadora gráfica, con siete años de experiencia en el muralismo.
Las imágenes de estos animales permanecen en el centro comercial para recordar a las personas que, si continúa su explotación, pronto solo se las podrá ver pintadas en los murales y ya no en su hábitat natural.
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