Una de cada 11 personas en el mundo enfrentó hambre en 2023
El hambre se mantiene alta por tercer año consecutivo, según un informe de la ONU. Urge intensificar los esfuerzos para combatir el doble efecto de la malnutrición: la desnutrición y la obesidad.
Los números del hambre siguen siendo alarmantes por tercer año consecutivo, según el informe del 'Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo' (SOFI, por sus siglas en inglés).
Según el documento, realizado por cinco agencias de las Naciones Unidas, 733 millones de personas enfrentaron hambre en 2023, es decir, una de cada once en el mundo y una de cada cinco en África.
El mundo tiene niveles de desnutrición comparables a los de 2008 y 2009, y está muy lejos de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 2 de Hambre Cero para 2030, es una de las conclusiones.
Panorama mundial del hambre
Pese a avances en áreas como la reducción del retraso en el crecimiento infantil y el aumento de la lactancia materna exclusiva, la inseguridad alimentaria y la malnutrición persisten en niveles elevados.
En 2023, había unos 757 millones de personas desnutridas, lo que significa un incremento de 152 millones desde 2019. La situación es especialmente grave en África, señala el estudio.
En ese continente, el 20,4% de la población enfrenta hambre, mientras que en Asia la cifra se mantiene en 8,1%.
La buena noticia es que en América Latina el indicador ha mejorado, situándose en 6,2%.
En 2023, unos 2.330 millones de personas enfrentaron inseguridad alimentaria moderada o grave, cifra que no ha cambiado desde su fuerte aumento en 2020, en medio de la pandemia de Covid-19.
Más de 864 millones experimentaron inseguridad alimentaria grave, al quedarse sin alimentos durante un día entero o más en determinadas ocasiones.
En África el 58% de la población enfrenta inseguridad alimentaria moderada o grave.
Sin acceso a dietas saludables
La publicación revela que más de 2.800 millones de personas (un tercio de la población) no pudieron tener una dieta saludable en 2022.
Esta disparidad es más pronunciada en los países de bajos ingresos, donde el 71,5% de la población no puede permitirse una dieta saludable.
En los países de bajos ingresos, el 71,5% de la población no puede permitirse una dieta saludable.
Mientras que en los países de altos ingresos el 6,3% de la población no tuvo dinero para alcanzar una dieta saludable.
La desnutrición y la obesidad
Si bien existe un aumento de las tasas de lactancia materna exclusiva entre los bebés, que llegaron al 48%, alcanzar las metas globales de nutrición será un desafío.
La prevalencia de bajo peso al nacer se ha estancado en alrededor del 15%, y el retraso en el crecimiento entre los niños menores de cinco años, aunque ha disminuido al 22,3%, aún está lejos de los objetivos.
A la vez, las estimaciones de obesidad adulta van en aumento al pasar del 12,1% en 2012 al 15,8% en 2022).
Y, según las proyecciones, para 2030 el mundo tendrá más de 1.200 millones de adultos obesos.
La doble carga de la malnutrición -la desnutrición y el sobrepeso- también ha aumentado en todos los grupos de edad a nivel mundial.
Las proyecciones indican que 582 millones de personas estarán crónicamente desnutridas en 2030, la mitad en África. Por eso es urgente intensificar los esfuerzos para combatir el hambre y la malnutrición.
La situación en Ecuador
Ecuador refleja las tendencias regionales de América Latina y el Caribe. Aunque el informe SOFI no proporciona cifras específicas para el país, se sabe que la región ha logrado avances significativos.
La inseguridad alimentaria moderada o severa en América Latina y el Caribe disminuyó del 31,4% en 2022 al 28,2% en 2023, y la inseguridad alimentaria severa se redujo del 11% al 8,7%.
Estos datos sugieren que Ecuador ha experimentado una mejora en la seguridad alimentaria, alineándose con la tendencia regional positiva.
Acciones mundiales y locales concertadas
La temática central de este año, 'Financiación para acabar con el hambre, la inseguridad alimentaria y todas las formas de malnutrición' subraya la necesidad de un enfoque multifacético.
Esta propuesta para alcanzar el ODS 2 incluye transformar y fortalecer los sistemas agroalimentarios, reducir las desigualdades y garantizar dietas saludables y accesibles para todos.
"Estimar la brecha de financiamiento para la seguridad alimentaria y la nutrición y movilizar formas innovadoras de financiamiento debe estar entre nuestras prioridades", señalaron los directores de las agencias.
Asimismo, destacan que la situación global del hambre y la malnutrición es crítica. Pese a los avances, la lucha contra el hambre requiere un compromiso renovado y una acción concertada, mundial y local.