Solo un 24% de las personas con discapacidad tiene empleo

Unas 300.000 personas con discapacidad participan del mercado laboral en Ecuador.

Solo un 24% de las personas con discapacidad tiene empleo
Arriba, Antonio Jiménez Lara, abajo a la derecha, Roberto Castillo, en el foro moderado por Estéfani Espín el 2 de octubre de 2024.

La mayor parte de las personas con discapacidad de 15 años de edad en adelante está por fuera del mercado laboral ecuatoriano, de acuerdo con las cifras del Censo 2022.

Solo el 24% de la Población en Edad de Trabajar, en el caso de las personas con discapacidad, participa del mercado laboral, mientras que la tasa de participación para las personas sin discapacidad es mucho más alta y llega al 48,5%.

"De la población ecuatoriana con discapacidad en edad de trabajar, apenas 300.000 tienen empleo", dice Roberto Castillo, director ejecutivo del Instituto Nacional de Estadística y Censos INEC.

Y, según las cifras del INEC, de estas 303.931 personas con discapacidad, el 22% se dedica a empleos considerados como elementales y otro 16,8% a trabajos que no requieren formación.

Dentro de esta última categoría se incluyen los trabajos como los servicios de limpieza, las labores agropecuarias básicas, las plazas de ayudantes en minería y construcción, de guardianía, y las ventas ambulantes o en mercados.

Solo el 1% de los trabajadores con discapacidad, es decir, cerca de 3.000 personas, ocupa puestos de dirección y gerencia en empresas y negocios.

Cómo romper el círculo

A la poca participación en el mercado laboral y al acceso a trabajos de baja calificación se suman otras desigualdades, como las brechas de género.

"Las mujeres participan menos del mercado laboral que los hombres, independientemente de si tienen dificultades funcionales permanentes o no", dice Castillo.

Se trata de un círculo de vulnerabilidades que se suman y al que Castillo califica como "trampas de pobreza" de las que es difícil salir.

El analfabetismo es hasta 11 veces más alto en mujeres con discapacidad
Las personas con discapacidad son las grandes olvidadas en la política de alfabetización.

"Aquí hay varias vulnerabilidades, no solo es el hecho de ser mujer, sino de tener discapacidad y, en algunos casos, vivir en las áreas rurales", explica Castillo.

Es un fenómeno que sucede y ha sucedido en muchos países, pero "la clave para avanzar es que las personas con discapacidad tengan acceso a la educación y a la capacitación", opina Antonio Jiménez Lara, sociólogo del Observatorio Sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo del español Grupo Social ONCE.

Hace 30 ó 40 años "las personas con discapacidad, al menos en España, no se formaban en las mismas instituciones en las que estudiaba el resto de la población", dice Jiménez Lara.

Niños y jóvenes con discapacidad asistían a colegios especiales, "segregados y apartados del resto, donde no siempre accedían a la posibilidad de adquirir las destrezas laborales y académicas necesarias para participar de mejor manera en el mercado laboral".

“Han creado unas condiciones para que no estemos vivos, pero lo estamos y resistimos”
Desde una mirada íntima, María Mercedes Román nos revela la situación de las personas con discapacidad en Ecuador.

Existe un camino para romper el círculo y uno de los ejemplos es lo que ha sucedido en España.

"Conforme ha ido mejorando el nivel educativo de las personas con discapacidad, con políticas como la de escuela inclusiva, ha ido mejorando la situación". Antonio Jiménez Lara.

Cambio de mirada en el Censo

En Ecuador empiezan a darse ya los primeros cambios en favor del reconocimiento de la existencia de las personas con discapacidad y de una inserción laboral menos discriminatoria.

Los resultados del Censo 2022, que aplicó una metodología distinta, basada en las preguntas del Grupo de Washington, muestran que en Ecuador hay más de un millón de personas con discapacidad o el 7% de la población total.

Antes del Censo 2022, se creía que el país había 480.776 personas con discapacidad, que corresponde al número de carnés de discapacidad emitidos por el Conadis.

Castillo considera que esta mayor visibilidad de la discapacidad en el censo obedece al cambio de enfoque en las preguntas.

"En el censo de 1950 se le pidió a la población censada que anotara si tenía algún 'defecto físico', entendiendo por 'defectos' ser 'ciego, sordo, mudo, manco, cojo o paralítico'. Esas eran las categorías que usábamos en esa época".

Naturalmente, la población se sentía estigmatizada o avergonzada por la pregunta y no declaraba si había personas con discapacidad en sus familias.

"Para no ir más lejos, en el Censo de 2001, la pregunta era ¿tiene alguna incapacidad permanente de tipo físico, sensorial o mental? ¿De qué índole?", recuerda Castillo.

Y en el Censo de 2010 la pregunta fue "¿tiene discapacidad permanente por más de un año, si o no?"

El problema es que, "por la forma en que estuvo hecha la pregunta en 2010, las personas asociaron la discapacidad solo con condiciones muy severas, en las que ya había algún tipo de diagnóstico médico de por medio".

Por eso en el Censo de 2022 no hubo preguntas directas sobre discapacidad sino que "indagamos si existían personas en la familia con dificultad funcional permanente, para cuantificar cuántas personas viven con discapacidad", explica Castillo.

Hemos contabilizado un millón cien mil personas con dificultades permanentes para caminar, para ver, para oír, para bañarse, para concentrarse o para hablar.

"Desde el INEC nuestro compromiso es construir esta información para que se puedan formular políticas públicas". Roberto Castillo.

Mientras que desde el sector privado ya hay iniciativas para ofrecer mejores empleos a las personas con discapacidad, como el Foro Por Talento Ecuador, que agrupa a varias empresas y cuenta con el apoyo del Grupo Social Once de España y del BID Lab.

“Hay dolores que se pueden evitar y ese es el objetivo de Fundación Rett”
Estéfani Espín transformó la fragilidad en fuerza para luchar por las personas con discapacidad.