Deforestación, hasta 55% menor en tierras de afrodescendientes

Los pueblos afrodescendientes son administradores ambientales clave. Sus tierras son bastiones de la biodiversidad y el almacenamiento de carbono.

Deforestación, hasta 55% menor en tierras de afrodescendientes
El 99% de las tierras de afrodescendientes en Ecuador están en áreas protegidas. Fotos: C-I.


Los pueblos afrodescendientes en cuatro países amazónicos muestran logros notables en administración ambiental, según una investigación de Conservación Internacional (C-I), publicada el 22 de julio de 2025 en Nature Communications Earth and Environment.

El estudio evaluó tierras de afrodescendientes en Brasil, Colombia, Ecuador y Surinam, y encontró tasas significativamente más bajas de deforestación y mayores cantidades de biodiversidad y de carbono irrecuperable.

Se trata del carbono que, si se pierde debido a la conversión del ecosistema, no podría volver a capturarse durante al menos 30 años.

El artículo combina datos estadísticos, espaciales e históricos para cuantificar el papel crítico de los pueblos afrodescendientes en la protección de la naturaleza.

Se publica tras el reconocimiento formal del año pasado, por parte del Convenio sobre la Diversidad Biológica en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16), sobre su papel vital en la biodiversidad y en las metas de conservación global.

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Llega además mientras Brasil se alista para albergar la Cumbre Climática de la ONU (COP30), poniendo el foco internacional en el papel de las Américas frente al cambio climático.

“Los pueblos afrodescendientes de las Américas han servido durante mucho tiempo como administradores ambientales sin reconocimiento ni compensación, inclusive, la mayoría de sus territorios ni siquiera están formalmente reconocidos,” dijo Martha Cecilia Rosero.

Ella es directora de Inclusión Social en C-I. Añade que, “sin embargo, la evidencia es indiscutible; el mundo tiene mucho que aprender de sus prácticas de gestión territorial.”

Hallazgos clave

En Brasil, Colombia, Ecuador y Surinam, los pueblos afrodescendientes tienen derechos de gestión sobre 9.9 millones de hectáreas de tierra (1% del total de mil millones de hectáreas de superficie terrestre para los cuatro países del estudio).

Las tierras reconocidas están expresadas en color anaranjado en el gráfico. Brasil tiene 0,45%, Colombia 5,01%, Ecuador 0,53% y Surinam 1,05%. Las cifras de los dos últimos países, si bien aportan a la suma del 1%, son pequeñas en términos absolutos y no se aprecian en las barras.

Las tierras de afrodescendientes superaron significativamente el promedio para estos países en tres indicadores destacados de valor para la conservación, según el estudio:

• Las tasas de deforestación en tierras de afrodescendientes cumplieron una de estas tres características: fueron 29% más bajas cuando las tierras estaban dentro de Áreas Protegidas, 36% más bajas cuando las tierras estaban fuera de Áreas Protegidas o 55% más bajas cuando las tierras estaban en el borde de un Área Protegida

Más de la mitad (57%) de las tierras afrodescendientes están dentro del 5% de áreas con mayor biodiversidad a nivel global, incluyendo el 99% de todas las tierras afrodescendientes en Ecuador.

• Estas tierras contienen altas densidades de carbono irrecuperable -más de 486 millones de toneladas en total-. Su protección continua bajo la gestión de la comunidad afrodescendiente es esencial para prevenir los peores efectos del cambio climático.

El estudio resalta una brecha crítica. Aunque casi una de cada cuatro personas en América Latina se identifica como afrodescendiente, los pueblos afrodescendientes están en gran medida subrepresentados en foros ambientales globales, incluidas las cumbres de clima y biodiversidad de la ONU, donde se definen políticas, financiamiento y decisiones de liderazgo.

“Durante siglos, las comunidades afrodescendientes han gestionado paisajes que sostienen tanto a las personas como a la naturaleza, sin embargo, sus contribuciones siguen siendo en gran parte invisibles,” dijo Sushma Shretha, directora de Ciencia Indígena, Investigación y Conocimiento en C-I y autora principal del artículo.

“Esta investigación deja claro que la administración ambiental (de las comunidades afrodescendientes) no es solo histórica. Está en curso y debe ser reconocida, apoyada y tomada como ejemplo": Sushma Shretha

Hugo Jabini, líder Maroon de derechos humanos y ambiente de la tribu afrodescendiente Saamaka de Surinam, dijo que el estudio destaca por primera vez cómo, a través de una profunda conexión cultural y espiritual con la tierra, han mantenido áreas forestales vitales.

“La participación en foros internacionales como la COP30 puede mejorar significativamente la visibilidad, representación e influencia del liderazgo afrodescendiente en la política ambiental global, contribuyendo a una gobernanza más equitativa y ambiental,” agregó Jabini.

Mapas satelitales que incluyen las tierras de afrodescendientes en los cuatro países. En Surinam hay dos sistemas de Registro. Imagen: C-I.

Legado de conservación

El estudio también analiza el legado de conservación de los pueblos afrodescendientes. Algunos escaparon antes de ser esclavizados, mientras que otros huyeron de la esclavitud y fundaron asentamientos en regiones remotas de las Américas.

En bosques densos, humedales y manglares, encontraron refugio y, a lo largo de generaciones, desarrollaron una “agricultura de escape” -prácticas que sostenían comunidades mientras permanecían ocultas.

Muchas de estas prácticas, como los “bosques alimentarios”, combinaron conocimientos africanos tradicionales con nuevos entornos y establecieron ecosistemas resilientes que sostuvieron a estas comunidades y se convirtieron en bastiones críticos para la biodiversidad y el almacenamiento de carbono.

El estudio hace un llamado a adoptar medidas similares a las que aún son necesarias para los Pueblos Indígenas y comunidades locales, cuyos aportes a la conservación y derechos sobre la tierra siguen sin ser plenamente reconocidos, pese a la sólida evidencia científica existente:

  1. Reconocimiento legal de los territorios afrodescendientes para asegurar su protección continua;
  2. Mayor investigación y financiamiento para apoyar a los afrodescendientes y su trabajo de conservación; e
  3. Integración de las prácticas sostenibles de gestión territorial utilizadas por los pueblos afrodescendientes en las políticas climáticas y de biodiversidad globales.

Lea el artículo completo en inglés, español y portugués.

Pesca artesanal en los manglares colombianos.