Cuáles son las consecuencias de que los océanos se calienten más
Pesca, acuicultura, turismo y economía costera son los sectores afectados por el calentamiento global. El Día Mundial de los océanos se celebró.
Por Álvaro Samaniego
Los desbalances en los océanos por el calentamiento global están provocando cambios que pondrán en riesgo la seguridad alimentaria y la dinámica de la economía vinculada.
Los mares y océanos del mundo absorben el 90% del calor que se origina por el calentamiento. Además, “capturan” tanto o más gases de efecto invernadero que los bosques.
“El 69% del planeta sigue constituido por océanos respecto al 30% de masa continental. Es muy lógico que los océanos sean el sumidero de carbono más grande”, recuerda Xavier Chalén, biólogo de Conservación Internacional.
Esta virtud, sin embargo, tiene un costo que puede ser permanente y muy alto. Los ecosistemas son especialmente vulnerables, y más todavía los que están en el equinoccio del mundo.
Hay dos organizaciones internacionales que están a la vanguardia de la información y las recomendaciones, las dos de muy distinto origen.
La una es la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio Estados Unidos (NASA). La segunda es la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
La Unesco hizo su alerta a inicios de 2025. “El océano se está asfixiando y los datos de variación de temperatura demuestran que estamos batiendo récords negativos con consecuencias catastróficas como el blanqueamiento de corales o el derretimiento del hielo marino”.
Y agregó en otro documento: “El océano se calienta de forma constante y sostenida”.
Mientras que la NASA advirtió: “el 90% del calentamiento global está ocurriendo en el océano, lo que hace que el calor interno del agua aumente desde que comenzaron los registros modernos en 1955”.
De su lado, otro de los organismos que lidera la información climática, la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA, siglas en inglés), ratifica esas apreciaciones.
“NOAA clasificó el 2024 como el año más cálido en el récord de la temperatura global, que comienza en 1850”.
La temperatura en 2024
Hasta este punto se ha llegado como consecuencia de una tendencia marcada muy claramente desde hace una década, como lo muestra la NASA.
Cambios en el calor oceánico
Arrecifes, mal síntoma
Los océanos prestan un gran servicio para mitigar los efectos del calentamiento global. Pero pagan una factura muy alta y, en muchos casos, irreversible.
En parte sucede porque “en los océanos hay dinámicas mucho más aceleradas que en la parte terrestre. Respecto a estas formas de producir, almacenar, secuestrar y devolver carbono al planeta son mucho más rápidas”, insiste Chalén.
Wilson Íñiguez, de la Fundación Charles Darwin, enumera las consecuencias: se intensifican las lluvias, hay destrucción de los arrecifes de coral, se pierden muchos servicios ecosistémicos”.
Una vez que se calientan los océanos, aparecen los desequilibrios. “Muchos corales son especies ingenieras, es decir, son especies que sostienen la estructura del ecosistema”.
El blanqueamiento de los arrecifes de coral significa que se pierden los nutrientes de la cadena alimenticia. Si no hay uno, no hay otro. Los corales son especies inmóviles, tienen dos opciones: adaptarse o morir.
Las especies móviles (peces, crustáceos) tienen la alternativa de migrar, según la explicación de Xavier Chalén, tanto vertical como horizontalmente.
En busca de mejores condiciones de temperatura, establecen su hábitat en zonas más profundas, fuera del alcance de las artes de pesca, o viajan al norte o al sur.
Los cambios son tan radicales que aparecen lo que Íñiguez llama “las invasiones marinas”. “Una vez que ya llegaron, las oportunidades de erradicarlas son muy bajas y cuestan muchísimo”.
Sectores que pueden afectarse
A pesar de que la Cámara de la Pesquería del Ecuador no respondió la consulta sobre los efectos del calentamiento del océano, los datos oficiales revelan que es un sector estancado.
Desde 2018 no ha habido años abundantes (salvo 2021, considerado como el efecto “rebote” luego de la pandemia de la COVID-19).
Los científicos creen que la pesca disminuirá (la biodiversidad es “feliz” en aguas frías) pero mejorará la producción de camarón, que se comporta especialmente dinámico en temperaturas más altas.
Para resumir el diagnóstico, hay algunos impactos que se espera sucedan en poco tiempo:
Para la pesca: cambios en la distribución de especies, reducción de la biomasa y
aumento de eventos de El Niño.
Para la acuicultura: estrés térmico en especies cultivadas y cambios en la calidad del agua.
Para el turismo: deterioro de los ecosistemas costeros y aumento del nivel del mar.
Para la economía costera en general: daños a la infraestructura y desplazamiento de comunidades.
Hay pocas expectativas de que esta tendencia acelerada cambie, porque las condiciones que la provocan no han variado ni se modificarán radicalmente.
Youtopia
Queda poco tiempo para mitigar. Las política de adaptación son claves, así como las de pérdidas y daños. Esto lo vivieron ya en Perú y de manera severa, como lo señaló la organización Nature Climate Change.
Las olas de calor marinas de 2023 y 2024 provocaron cambios en el área de distribución de la anchoa peruana (migraciones).
El resultado fue el cierre de pesquerías comerciales, con pérdidas estimadas en USD 1.400 millones, lo que obligó al gobierno a pagar a los pescadores.
