Estos son los principales usos del canje de deuda por naturaleza
Ecuador anunció una reconversión de deuda a favor de la Amazonía. Este tipo de operaciones genera al menos cinco beneficios.
El primer canje de deuda destinada a la conservación terrestre y de agua dulce en la Amazonía ecuatoriana se anunció este 17 de diciembre del 2024.
Esta operación permitió refinanciar USD 1.530 millones en bonos globales mediante un crédito de USD 1.000 millones (con mejores condiciones).
De esta manera se reducirá el servicio de la deuda del país, en más de USD 800 millones, hasta 2035.
Así lo anunció el ministro de Finanzas, Juan Carlos Vega. "Esta operación asegurará alrededor de 460 millones de dólares para proyectos sostenibles".
Los recursos se destinarán al Programa Biocorredor Amazónico (BCA), para mejorar la gestión de 4,6 millones de hectáreas de áreas protegidas existentes.
A eso se suma el cuidado de 1,8 millones de hectáreas adicionales de bosques y humedales; conservar 18.000 km de ríos y fortalecer la resiliencia climática.
Los recursos generados por esta conversión de deuda serán gestionados a través del Fondo Biocorredor Amazónico. El programa recibirá un promedio de USD 19 millones anuales, durante los próximos 17 años.
Amazonía y Galápagos
El nuevo canje de bonos tuvo la participación de Amazon Conservation DAC, The Nature Conservancy TNC y Bank of America. La firma Bustamante Fabara aportó el asesoramiento jurídico en el proceso.
Además, la Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo (DFC) del Gobierno de EE.UU., proporcionó un seguro de riesgo político por USD 1.000 millones. Y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), otorgó una garantía parcial de liquidez por USD 155 millones.
Amazon Conservation emitió bonos amazónicos por USD 1.000 millones, para recomprar USD 1.530 millones de deuda ecuatoriana en bonos soberanos.
Con ello, el país se ahorró USD 530 millones en valor nominal, pero si se suman otros costos financieros e intereses la cifra supera los USD 800 millones.
Este es el segundo canje de deuda a favor de la naturaleza que realiza Ecuador en los últimos dos años. El primero fue para Galápagos, en mayo del 2023.
Un poco de historia
Los canjes de deuda por acción climática llevan cuatro décadas y buscan liberar recursos fiscales, para destinarlos a conservación de la biodiversidad.
En 1984, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) puso en marcha el sistema de canje de la deuda, por actividades de protección de la naturaleza.
Lo hizo como un mecanismo para fomentar las iniciativas conservacionistas en los países en desarrollo.
La idea surgió de la observación de que gran parte de la biodiversidad del mundo se encuentra en los países que sufren más presión financiera, derivada del peso de la deuda externa.
En las últimas cuatro décadas se han efectuado más de 140 canjes de deuda por naturaleza, por un valor nominal de deuda de USD 3.500 millones.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) sostiene que aquellos países más vulnerables al cambio climático afrontan un riesgo elevado de crisis fiscal.
Así se ejecuta un canje
La modalidad es la siguiente: una organización de conservación internacional adquiere bonos de deuda de un país interesado en proteger la naturaleza.
Estos países habitualmente tienen elevados riesgos de pago. Por ello, estas organizaciones ambientalistas adquieren bonos de deuda pública de esos países a precios rebajados, a los acreedores tenedores de esos bonos.
Para desarrollar esa operación participan bancos comerciales, organismos multilaterales (que generalmente asumen la figura de garantes), así como aseguradoras y firmas jurídicas.
De esta manera, la ONG se convierte en un nuevo acreedor, pero el compromiso del país es destinar los recursos liberados a proyectos de conservación.
Con la reciente operación ejecutada por Ecuador, Amazon Conservation es un nuevo acreedor. Recibirá una tasa anual del 6,04% y vence en 2042.
Principales usos y beneficios
Los canjes de deuda por naturaleza devienen en al menos cinco usos y beneficios:
- A los países les permite cambiar una deuda pública costosa, por una en mejores condiciones de tasas de interés y plazos.
- Los países liberan recursos para destinar al financiamiento de proyectos para la protección de la biodiversidad.
- Los países que emiten bonos orientados a la conservación mejoran su calificación crediticia de la deuda soberana.
- Estas operaciones financieras promueven la transparencia en el manejo de esos recursos y favorecen la rendición de cuentas.
- El manejo de estos procesos se ejecuta mediante fondos que, además de financiar proyectos ambientales, promueven la investigación y generan empleo.
Experiencias en otros países
Bolivia y Filipinas fueron los primeros países en promover este mecanismo de conversión de deuda en la década de los ochenta.
En 1987, Bolivia firmó con Conservación Internacional (CI) el primer acuerdo de canje de deuda por naturaleza
CI adquirió deuda exterior boliviana por valor de USD 650.000 por un precio de USD 100.000.
A cambio, el Gobierno de Bolivia se comprometió a dispensar a la reserva de la biosfera de Beni la máxima protección jurídica y a crear tres nuevos espacios protegidos en la zona adyacente.
En 1988, WWF adquirió USD 390.000 de deuda filipina a un precio descontado de USD 200.000 (51% de su valor nominal).
Luego, el Banco Central de Filipinas amortizó la deuda por el equivalente del valor nominal total, de USD 390.000, en pesos filipinos en un período de dos años.
En los últimos cuatro años, tras la pandemia (2020), se han desarrollado procesos de canje en Belice (2021), Barbados (2022), Gabón (2023), Ecuador (2023 y 2024), Bahamas (2024), El Salvador (2024), entre otros países.