‘El cambio climático obliga a seguir diversificando la matriz energética’

El Secretario Ejecutivo de la Olade evalúa el 2024 y plantea los desafíos del próximo año

‘El cambio climático obliga a seguir diversificando la matriz energética’
Andrés Rebolledo es el Secretario Ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía. Foto: Olade

El Secretario Ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), Andrés Rebolledo, evalúa el 2024 y asegura que la región se ha movido en dos agendas. Una, relacionada con los proyectos de mediano y largo plazos, para garantizar soberanía energética. Y otra, direccionada en atender los temas urgentes provocados por los efectos del clima en el suministro de electricidad.

¿Cómo evalúa el 2024? Pareciera que el tema energético y particularmente el relacionado con la generación de energía eléctrica nos han tenido pendientes a una buena parte de la región.

Este 2024 en materia de la agenda energética ha sido muy intenso.

Este año tiene una particularidad en el sentido que la región ha ido conviviendo con una agenda de mediano y largo plazos, con otra de coyuntura, por la necesidad de resolver temas urgentes.

¿A qué se refiere con esas dos agendas?

La región sigue comprometida con la transformación energética, con la incorporación de las energías limpias, avanzando hacia desarrollos tecnológicos nuevos, nuevos combustibles; además del hidrógeno verde, como un vector importante; incorporando movilidad eléctrica y movilidad sostenible.

Pero a la vez, en algunos países han tenido que lidiar de manera prioritaria en sus agendas con temas de suministro eléctrico, por los efectos del cambio climático y la necesidad de retomar como un asunto principal, la seguridad energética.

¿Qué lecciones deja esta situación?

La consecuencia de esto y es algo interesante es que los ministros y ministras de energía en sus países han sido mucho más protagonistas políticos, de lo que han sido los ministros de energía anteriormente. Eso es interesante notarlo.

¿Cómo avanza la agenda energética de la región?

La región sigue avanzando en materia de transformación. Este año vamos a terminar con un 68% de energía renovable, en la matriz de generación eléctrica. La demanda va a crecer en torno a un 2,5%.

La región sigue avanzando en materia de transformación. Este año vamos a terminar con un 68% de energía renovable.

Y algo que se destaca de manera relevante es que las energías renovables no convencionales solar y eólica, este 2024 van a dar un salto de un aumento del 30%. Por lo tanto, creo que ahí se ratifica que conviven la urgencia, pero en un contexto de transformación y renovabilidad creciente en la región.

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¿El cambio climático es el gran propulsor de que el tema energético tenga más protagonismo en las agendas de política pública?

Lo está siendo. De hecho, la energía representa un 70% de todas las emisiones. Entendiendo, no solo la generación eléctrica sino el transporte, por ejemplo, como un sector central en materia de demanda de energía.

De allí la necesidad de seguir diversificando la matriz energética, encontrando soluciones energéticas nuevas hacia la sostenibilidad. Los países han persistido en eso y ahí están los números que hemos compartido.

El cambio climático y el compromiso en esa agenda es lo que moviliza de manera relevante todos estos esfuerzos de cambio en las estructuras energéticas.

¿Cómo avanzar en la diversificación de la matriz energética?

Este año hemos tenido noticias interesantes de tecnologías que se pueden estar presentes en América Latina (AL) en los próximos años.

Particularmente me refiero a la energía eólica ‘off shore’ (energía que se obtiene en alta mar), donde hay proyectos en curso, en Brasil, en Colombia.

También hay países que están considerando la posibilidad de incorporar energía nuclear, con una tecnología de reactores modulares pequeños que ahora ya existen en el mundo. Es decir, se sigue innovando en la región en ese sentido.

El cambio climático y el compromiso en esa agenda regional es lo que moviliza de manera relevante todos estos esfuerzos de cambio, en las estructuras energéticas.

¿Cuál es la hoja de ruta de la región para fortalecer la agenda energética? En la Semana de la Energía (octubre, 2024) se definieron acciones y una de ellas parte de la planificación.

En la reunión de ministros en la Semana de la Energía de Olade se adoptaron varias decisiones que ratifican esta transformación a la que me refería.

Primero, está la meta de lograr eficiencia energética que es interesante porque no necesariamente está en la prioridad de los países, pero sí desde una perspectiva regional hay que lograrlo (1,3% de eficiencia energética regional al 2030).

En segundo lugar, los ministros también acordaron, no construir más plantas carboeléctricas. Es decir, plantas de generación con carbón.

Y, por último, como un aspecto principal para avanzar en la integración energética regional se propuso crear este Consejo de Planificación Regional, que busca complementar las planificaciones energéticas nacionales, para que consideren el tema internacional como algo relevante cuando miran su desarrollo energético.

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¿Cómo trabajará este Consejo de Planificación?

En este Consejo se sentarán los encargados de la planificaciones en sus países. Un primer aspecto que se considerará es la data, por su relevancia.

Y luego, la coordinación de las propias planificaciones, para tener coherencia de no solo conectarse nacionalmente, sino de interconectarse entre países.

Este será el espacio donde probablemente se desarrollarán en el futuro, proyectos más ambiciosos en materia de conectividad energética regional eléctrica, pero también gasífera, por su importancia en la región.

Tenemos un plan de trabajo para proponérselo a los países de manera tal que se comience a trabajar en torno a esta agenda, ojalá en el primer semestre del 2025.

El Consejo de Planificación Regional busca complementar las planificaciones energéticas nacionales, para que tengan una visión internacional.

Menciona a la energía nuclear, como una fuente más. En Brasil, Argentina y México ya existen proyectos y El Salvador está avanzando. Incluso en Ecuador se analiza esta opción. ¿Cómo mira este escenario en la región?

En materia de energía nuclear, un par de cosas. Primero, vamos a buscar un espacio de cooperación global, pero también sur-sur entre los países de Olade.

En segundo lugar, esto tiene que ver como una respuesta a la seguridad energética, que ha quedado claro en este panorama de la región, que hacíamos sobre este año.

En tercer lugar, otro elemento significativo es que hoy día existe una tecnología diferente a la de los grandes reactores, que permite imaginarse escalar en esta tecnología con los reactores modulares, que así se llaman de hecho, que utilizan menos territorio, que tienen normas de seguridad, distintas a las tradicionales.

La energía nuclear se convierte en una alternativa viable. Hoy día supone importantes esfuerzos de inversión, pero esas energías tienen atributos que pueden ser un aporte importante a la región.

¿La energía nuclear es una alternativa viable?

Se convierte en una alternativa viable. Hoy día supone importantes esfuerzos de inversión, pero esas energías tienen atributos que pueden ser un aporte a la región.

Hay países que han ido avanzando más. El Salvador ha planteado tener algún tipo de reactor en el 2030, para lo cual hay que hacer un esfuerzo importante de capacitación de los profesionales, de desarrollo de normativa regulatoria

Esto está siendo apoyado por la Agencia de Energía Nuclear como los países que ya lo tienen acá, como México, Argentina y Brasil.

Hay otros países que lo planteado como Perú. Ecuador, muy tenuamente. Más bien he escuchado a analistas más que el gobierno. Pero pareciera que claramente en los próximos años será algo que se va a incorporar en la matriz energética de la región.

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Desde esa perspectiva de análisis regional, ¿cómo ha visto al Ecuador en este 2024, en medio de una situación compleja en cuanto a generación de energía en el último cuatrimestre?

Ecuador tiene una agenda interna que conocemos, pero también ha sido un país activo en materia de impulsar la integración eléctrica, no solo con Colombia  sino también con Perú, y hay un proyecto en curso.

Ha sido un país activo en el proyecto de integración andino Sinea y ha participado en las discusiones regionales muy comprometidamente. Eso es lo primero que hay que constatar, más allá de la situación específica.

Y respecto a los desafíos internos, ahí el esfuerzo principal es diversificar e incorporar tecnología, pensando en el mediano y largo plazos.

El esfuerzo principal de Ecuador es diversificar su matriz energética e incorporar tecnología, pensando en el mediano y largo plazos.

De manera tal de tener un sistema cubierto, más sostenible, pero también más seguro, resiliente, porque se requiere tener siempre esa característica en contextos de cambio climático y fenómenos climáticos tan complejos.

Y en la coyuntura, traer a la matriz de generación, la oferta que se requiera entendiendo que la urgencia es mantener el suministro y eso el gobierno lo está haciendo de hecho.

Trazando las líneas de proyección hacia el 2025, ¿cuáles serían las grandes apuestas para avanzar en una agenda energética regional más consistente? El hidrógeno toma fuerza.

Yo diría que hay una perspectiva de incorporación de vectores energéticos que tienen una característica principal, para aportar a este esfuerzo climático.

El hidrógeno verde es uno de ellos. Es verdad que aún hay respuestas pendientes en cuanto a su demanda, no solo en la región sino en los mercados mundiales. Y en ese sentido, sigue siendo un energético que compite con otros, pero esos otros siguen siendo en algunos casos más competitivos y más baratos.

Ahí hay un esfuerzo tecnológico interesante, para saber en cuánto tiempo va a ser costo-eficiente, para que pueda sustituir a otros energéticos, ya sea en materia de transporte, de industrias, en las distintas funciones que pueda cumplir.

¿Qué oportunidades tiene América Latina para apostar por el hidrógeno verde?

Nuestros países en AL tienen una gran ventaja respecto a este combustible, que tiene que ver con su gran base de energía renovable.

Eso le da ventaja comparativa a la región, que tiene energía renovable en cantidades y competitivas, que es la base para una industria del hidrógeno verde.

Ahora, a partir de esta industria, es probable que también se avance en materia de combustibles sintéticos, de amoníacos, que usarán como base el hidrógeno verde, que probablemente estarán en el futuro siendo parte de la matriz energética.

Pero también la región tiene una vocación interesante en biocombustible. Aquí hay países líderes, como Brasil y Colombia.

En diésel renovable, hay países que están comenzando a hacer mezclas con el diésel tradicional y el aceite de vegetales usado, por ejemplo, que aspiran a tener un diésel con menor huella.

La región tiene una vocación interesante en materia de biocombustibles. Aquí hay países líderes, como Brasil y Colombia.

¿Qué escenario se puede esperar más adelante?

Uno podría sostener que en los próximos años, lo que va a primar es un escenario más bien multienergético, donde van a haber varios tipos de energía en el panorama. Todo en el sentido de tener un esfuerzo de bajar la huella, y en el tiempo probablemente se irán consolidando.

Una interesante muestra de esto es lo que están haciendo las estaciones de servicio: están empezando a concebir que su negocio va a ser vender energía.

Eso quiere decir, gasolina tradicional, energías renovables, electrones para los vehículos eléctricos, hidrógeno, etc.

Ahí hay una correlación interesante, de un sector de distribución de energía que está entendiendo que probablemente el futuro de su negocio va a cambiar.

Las estaciones de servicio están empezando a concebir que su negocio en el futuro va a ser vender energía.
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¿En qué acciones se va a concentrar Olade el próximo año?

Una de las cosas que vamos a persistir y trabajar con mucho compromiso el próximo año, es dar paso hacia la integración energética.

Tratar de avanzar desde lo bilateral, que en algunos casos existe algún grado de consolidación, hasta lo subregional y lo regional. Tenemos algunas propuestas.

Hay varios foros internacionales que en estos días están convocándose y nosotros desde la perspectiva energética, vamos a hacer propuestas y entregar elementos para tratar de ir consolidando la integración energética de la región.

¿Cuánto inciden los factores geopolíticos en una agenda energética regional? Para nuestro continente, por ejemplo, se posesionará un nuevo Presidente en EE.UU. y eso indudablemente incide.

Uno debe decir con total claridad que la geopolítica determina e influye muy importantemente en las agendas energéticas del mundo, no solo en AL.

Eso lo hemos visto los últimos años muy nítidamente, a propósito de los eventos bélicos en Europa. Y lo que implica la alteración de los precios de los energéticos, la oferta, la demanda, etc.

Lo segundo es que todos estos esfuerzos de desarrollo energético de la región, en el mundo, pero con énfasis en AL, por las características de nuestros desarrollos políticos, tendrán éxito y uno así lo ha podido ver en países que están avanzando, en la perspectiva de que sea una mirada de mediano y largo plazo, que sea una mirada de estado, que trascienda los ciclos políticos.

Más allá de los gobiernos de turno…

Todos estos proyectos van más allá de cuatro, cinco o seis años. Por lo tanto, suele suceder que estos proyectos  los tienen que retomar gobiernos que van cambiando de signos políticos en AL.

Es fundamental que esa visión prime en AL, para poder avanzar en el desarrollo de sus propios mercados energéticos, como todos estos esfuerzos de integración.

En ese contexto, nuestro rol como Olade es fundamental porque propiciamos ese esfuerzo multilateral, que tenga sustento técnico, en lo regulatorio, y que permita ir avanzando en esta lógica de trascender los ciclos políticos.

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Para terminar, pareciera que las decisiones y las acciones recaen solo en las autoridades o en los tomadores de decisión. Pero el consumidor, desde el lado de la demanda, también tiene su parte.

De hecho, otra decisión ministerial que acordaron en Paraguay fue avanzar en la descarbonización de la demanda.

No solo la oferta, que es lo que se ha venido consolidando en AL sino la demanda; ahí está la industria, el transporte, los hogares.

Y ahí claramente tienen un rol importante los consumidores en toda escala, desde los hogares hasta las grandes industrias.

Los consumidores en toda escala, desde los hogares hasta las grandes industrias, tienen un rol importante para alcanzar la eficiencia energética.

En ese contexto, avanzar en eficiencia energética e incorporar tecnología hacia sistemas más eficientes es muy importante.

Y creo que cada uno de los países hoy día ya está más conscientes de que ese es un esfuerzo que se tiene que hacer y es complementario a descarbonizar la oferta en materia particularmente de generación eléctrica.

Economista de la Universidad de Chile, Andrés Rebolledo se desempeñó como Ministro de Energía de Chile (2016-2018) y como Presidente de la Empresa Nacional de Petróleo de Chile. Ejerció el cargo de Viceministro de Relaciones Económicas Internacionales de Chile, Embajador en Uruguay, Representante ante la ALADI y consultor en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).