Así son los mapas de superficies Agrícola y Pecuaria destinados a la Soberanía Alimentaria
Redacción Youtopía
Ecuador cuenta con los mapas de Superficie Agrícola y Pecuaria, destinados a la Soberanía Alimentaria. Con base en esta información se espera mejorar la planificación agrícola del país.
Un aspecto importante que se revela a partir de este estudio cartográfico es el rol que tiene la Agricultura Familiar Campesina (AFC), en el abastecimiento del consumo interno.
“Un 60% de los alimentos que provienen de la AFC garantizan la soberanía alimentaria del país”. Así lo señala José Carvajal, secretario técnico de Copisa.
Copisa es la Conferencia Plurinacional e Intercultural de Soberanía Alimentaria, que, en conjunto con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), impulsaron la elaboración de los mapas.
Otro dato que arrojan los mapas señala que 2,2 millones de hectáreas (40%) están cubiertas con diversidad de cultivos. Y 3,2 millones de hectáreas (60%) de cultivos están destinadas a pastos.
Los mapas de Superficie Agrícola y Pecuaria, desde una perspectiva de consumo interno, se encuentran en el Geoportal del Agro Ecuatoriano.
El Art. 281 establece que la soberanía alimentaria constituye un objetivo estratégico y una obligación del Estado para que las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades dispongan de alimentos sanos y culturalmente apropiados de forma permanente”.
Constitución de la República del Ecuador
El contexto los mapas de la Soberanía Alimentaria
La soberanía alimentaria (SA) es uno de los conceptos más debatidos en relación con las estrategias de lucha contra el hambre en el mundo. Esto, a partir del reconocimiento de los derechos.
En ese contexto, Copisa ejecuta estudios sobre la SA en el Ecuador, sus realidades y desafíos, para garantizar una alimentación diversa, sana y culturalmente apropiada.
Para lograr ese propósito, la Conferencia trabaja (junio, 2023) con el MAG a través de la Coordinación General de Información Nacional Agropecuaria (CGINA), en la generación de modelos cartográficos.
Con esos modelos se busca espacializar las variables de la SA y fortalecer los estudios, con la implementación de tres fases.
La primera se enfoca en las áreas destinadas para la SA. Luego, la categorización del estado de las superficies de SA. Y, el desarrollo de escenarios a futuro de superficies de SA en amenaza.
Por ahora se ha cumplido la primera fase y se han definido las áreas destinadas para la SA. En este sentido se generaron mapas (nacional y regional), de la Superficie agrícola y pecuaria destinados a la Soberanía Alimentaria en Ecuador.
Para ello se ha utilizado la metodología “discriminación positiva” de información institucional como: áreas bajo conservación, superficies dedicadas a la agroexportación, e infraestructura, áreas sin cobertura vegetal y cuerpos de agua.
El alcance del Mapa de Superficie Agrícola
El Mapa nacional de la Superficie Agrícola muestra que Guayas, Manabí, Los Ríos y Cotopaxi son las provincias con mayor cobertura destinada a la SA.
A escala regional, en la Costa se repite la incidencia de Guayas, Manabí y Los Ríos. En el caso de la Sierra están Cotopaxi, Chimborazo y Bolívar. Y en la Amazonía, Orellana, Sucumbíos y Napo.
El alcance del Mapa de Superficie Pecuaria
El Mapa nacional de Superficie Pecuaria muestra que Manabí, Morona Santiago, Loja y Esmeraldas son las provincias con mayor cobertura destinada a SA.
A escala regional, en la Costa están Manabí, Esmeraldas y El Oro. En la Sierra, Loja, Azuay y Bolívar. Y en el caso de la Amazonía, Morona Santiago, Zamora Chinchipe y Orellana.
Las siguientes fases del Mapa de Soberanía Alimentaria
La actualización de la información de los mapas de la SA incluirá otros aspectos. Por ejemplo, se prevé elaborar mapas con proyecciones para los años 2030, 2050 y 2100.
Además, se prevé incorporar otras variables relacionadas con la desnutrición crónica infantil y la incidencia del cambio climático.
Al final, el propósito es desarrollar el Atlas de la Soberanía Alimentaria en Ecuador y estado de la situación de la SA en el país.
A partir de esa incorporación de nuevos datos se espera tener más incidencia en la gestión de los gobiernos autónomos descentralizados (GAD) y en la planificación agrícola nacional.