Daniel Ortega Pacheco: Los bonos verdes son un ejemplo de finanzas sostenibles
Por Daniel Ortega Pacheco*
El reto de la pandemia nos permite vivir una gran oportunidad de transformar nuestras relaciones con la naturaleza y como sociedad. La denominada recuperación verde puede entenderse como un puente hacia un futuro más sostenible y capaz de resistir retos inclusive más grandes que el covid-19.
En este puente se movilizan tantos o más recursos, haciendo un símil, con el proceso de reconstrucción después de la Segunda Guerra Mundial. El vehículo que transporta esos recursos se denomina finanzas sostenibles. En el actual escenario de conflicto en Europa del este, aprovechar la alta disponibilidad de recursos internacionales dará forma a nuestras economías, sociedades y al futuro de la humanidad dada la crisis climática.
El sector financiero está llamado a jugar un papel crítico en la solución asumiendo la doble responsabilidad: I) captar la mayor cantidad de recursos; y II) asegurar que los impactos generados por el financiamiento que pueda canalizar contribuyan a la transformación nacional. Las finanzas sostenibles son un vehículo que por construcción permite tener seguridad que el uso y destino de los recursos genera impactos sociales y ambientales favorables; es decir, inversiones responsables o con propósito.
El cambio climático es la principal disrupción y también la mayor oportunidad para el mundo y para el sector financiero y bancario, incluso más que la digitalización para los bancos. Los bancos que no adopten la sostenibilidad y no se transformen a sí mismos, no sobrevivirán. Los retos ambientales tienen bases materiales que agregan a la exclusión y la pobreza estructural, un conjunto de contradicciones que demandan responsabilidad de todos los actores. Para reducir la amenaza de una recesión global, las finanzas sostenibles son crítica como medio de implementación.
Este camino puede ayudar a crear empleos de calidad, atraer inversiones que se transformen en impactos sociales y ambientales deseados, al tiempo que se abordan las crisis ambientales, sociales y climáticas que se superponen.
Las finanzas sostenibles e instrumentos como los bonos verdes, sociales o de sostenibilidad están diseñados para facilitar la captación por las entidades financieras de ingentes recursos y para permitir la implementación de proyectos a través de financiación en condiciones blandas que permitan, por ejemplo, una mayor población con acceso a soluciones habitacionales, acceso a servicios públicos, mayor cobertura sanitaria y una economía diversificada que disminuye su consumo de agua y energía al tiempo que contribuye a menos emisiones globales.
Para habilitar el poder transformador de las finanzas sostenibles se requieren algunos pasos que incluyen estimular la innovación y adaptar la regulación existente. Crear las capacidades para que todos los participantes del sistema financiero puedan beneficiarse. Esto incluye no solo la banca corporativa sino también las instituciones financieras de la economía popular y solidaria como las cooperativas de ahorro y crédito que han iniciado el otorgamiento de préstamos verdes, así como una mayor preparación a los empresarios de la micro, pequeña y mediana empresa del Ecuador, para que puedan aprovechar las ventajas del acceso a un financiamiento, así como mejores condiciones de pago y plazos.
Esto puede ayudar a impulsar la aún incipiente participación del sector privado en la transición hacia economías bajas en carbono y la sostenibilidad. Estudios confirman que el financiamiento bancario juega un papel clave en la región y evidencian que los instrumentos del mercado de capitales están mejorando y expandiéndose.
Los principales mercados de capitales en América Latina (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú) han demostrado un gran crecimiento. Ecuador es líder regional con la emisión del primer bono social soberano en 2020, y con emisiones de bonos verdes por parte de ProCredit y Banco Pichincha en 2019. Banco de Guayaquil avanza en impactos en inclusión financiera apalancado por un bono de género y en las recientes semanas Produbanco anunció la emisión de bonos de sostenibilidad. Otras instituciones financieras como Banco del Pacífico y otras cooperativas de ahorro y crédito trabajan para ajustar su oferta de préstamos verdes.
Desde ESPOL-ESPAE se coordina la iniciativa de Finanzas Sostenibles como plataforma de promoción del uso de estos instrumentos en la cual participan los principales actores del ecosistema financiero en el sector privado, público y la Academia.
ESPAE estudia ofrecer programas de formación ejecutiva, a la vez que realiza una investigación para conocer el estado del arte de las Finanzas Sostenibles en la región que permita mejorar las capacidades en las entidades financieras y en el sector productivo.
Es hora de cambiar y de avanzar hacia un sector financiero sostenible, responsable y que recupere su sentido transformador.
*Daniel Ortega Pacheco. Investigador y promotor de estrategias de sostenibilidad. Coautor de artículos seminales sobre bioeconomía, finanzas sostenibles y coherencia de políticas públicas. Es Ph.D. en políticas y administración pública por la Universidad de Ohio State; con una Maestría en Economía Agrícola por la Universidad de Michigan State. Es Director en el Centro para el Desarrollo de Políticas Públicas en la Universidad Politécnica ESPOL y Profesor en ESPAE, Escuela de Negocios de ESPOL.